Capítulo 41

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Nadine y Brian mantuvieron en silencio sus sospechas durante más de una semana. Después de todo, podría ser simplemente una enorme coincidencia que ambos estuvieran soñando con oscuridad justo cuando el sol estuviese a un par de meses de alcanzar el horizonte. El nerviosismo de Nadine, sin embargo, fue creciendo exponencialmente con el pasar de los días al igual que todos dentro del campamento. Incluso las actividades recreativas estaban perdiendo el poco entusiasmo que generaba entre los colonos.

La gente estaba cansada. Cansada de las pesadillas, del sol encima de ellos, del hambre, las precarias condiciones en las que vivían y los sucios harapos que vestían. Aunque la organización era perfecta, eso no quitaba que los colonos pasaban hambre: no había suficiente comida para todos. Había proyectos de empezar a cultivar y de criar algunos de los roedores que merodeaban los bosques para el auto consumo, pero estaban lejos de una realidad tranquila.

Cuando una mañana Nadine escuchó por casualidad una conversación entre el Dr. Shaoran y Signe no pudo contenerse y perdió los estribos.

–¿Cómo es eso posible? –preguntó Signe en susurros masajeando sus cienes.

–No lo sé, no hay una explicación. Todos soñamos con lo mismo... –continuó Shaoran en el mismo tono de voz, sus ojeras marcadas y el ceño fruncido de la exasperación que seguramente le generaba no poder explicar un comportamiento humano.

–¿Oscuridad? –preguntó Nadine interrumpiendo su apresurada caminata al interior de las cavernas.

Al parecer, la conversación era privada puesto que Signe prácticamente le arrancó el brazo luego de sus palabras. Estaba furiosa. Con un ademán la acercó hacia Shaoran sin darle posibilidad a decir una palabra más.

–Cállate Nadine. No sabemos todavía lo que significa, harás que el campamento estalle en pánico –regañó entre dientes.

–¿Acaso crees que todos somos idiotas y que no se hablan entre sí? Signe, todos en este maldito planeta ya sabe que hay algo fuera de lo natural en nuestras pesadillas. Todos soñamos con lo mismo –protestó Nadine sin ninguna intención de disminuir su voz haciendo que varias personas alrededor los miraran con nerviosismo.

–No tienes idea de lo que estás haciendo. Por todos los cielos, Nadine, lo importante es mantener la calma.

–Signe tiene razón, jovencita. Si los líderes pierden la calma a todos los gobernará el instinto. No podemos volver a ser animales –agregó Shaoran.

–Lo que ustedes no quieren es desinflar su orgullo admitiendo que no tienen ni idea de lo qué hacer –espetó Nadine soltándose de Signe que clavaba las uñas en su antebrazo.

–Eres una cría, piensa un poco en las repercusiones –continuó sermoneando Signe, su palma haciendo movimientos de hacha frente a ella.

–La gente tiene derecho a saber.

–No si eso causa un pánico general.

–Sé que has hablado con Brian. La noche se acerca, Signe, y con ella la oscuridad. Alguien está intentando advertirnos que hay algo peligroso que vendrá cuando se ponga el sol. ¡Necesitamos tomar medidas preventivas! –insistió Nadine levantando la voz.

Varios murmullos de asentimiento se escucharon alrededor, en este nuevo planeta Nadine se había olvidado que a pesar de ser un colono más, todavía seguía siendo reconocida entre la multitud. Una figura modelo ante muchos, y esa figura se estaba enfrentando a la persona que dirigía ahora el campamento. No le disgustaba esa idea.

Signé miró nerviosa a la multitud y alejó aún más a Nadine de ella llevándola hacia el límite del bosque, dejando atrás al Dr. Shaoran.

–¿Qué medidas sugieres? ¡No hay nada más que lo que estamos haciendo! ¡No tenemos los recursos! –cuestionó Signe levantando la voz, dejando entrever una pizca de desesperación.

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