—Conque has vuelto —dijo para romper el hielo intentando aparentar que le daba igual, aunque Brian probablemente no se diera cuenta.

—S-s-s-sí, todavía queda mucho que podemos usar en la nave, pero lo iremos trayendo a medida que lo necesitemos —respondió él de un tirón como si hubiera estado esperando permiso para poder hablar—. ¿Sigues enojada?

—Un poco.

—Perdón —contestó, pero sin sentimiento. De la misma forma que alguien diría "Mhm".

—Brian, ¿por qué crees que estoy enojada? —preguntó sintiendo que el calor del enojo le subía por detrás del cuello.

—N-n-no tengo idea, pero Austin y Simon estuvieron durante días hablando de lo enojada que estarías cuando volviera y que tendría que pedirte perdón si quería hablar contigo de nuevo. D-d-d-dijeron muchas cosas más sobre cómo pedirte perdón que no estoy del todo seguro si eran enserio —explicó ruborizándose un poco y moviéndose incómodo en su lugar.

Nadine no pudo contenerse y lanzó un gruñido de frustración, sosteniendo su frente con una de sus manos. Antes de decir algo que luego se arrepentiría, inhaló tres grandes bocanadas de aire para calmarse mientras pensaba en Cécile regañándola para que controlara su carácter.

—Brian, no soy como tú. Si te hablo, mírame y dame una señal para que sepa que me estás escuchando... —comenzó Nadine a explicar lentamente, eligiendo cada una de sus palabras.

—Pero...

—¡No! No digas que no necesitas mirarme para escucharme. Personas como yo necesitamos que nos den una señal de que estamos siendo escuchados, sino nos sentimos ignorados. Trátalo como una verdad absoluta para el trato conmigo, algo completamente irracional, ¿ok? Y no sigas ningún consejo de Austin y Simon, parecen un par de chimpancés —interrumpió ella antes de que Brian pudiese decir nada.

—O-o-ok... Pero no te estaba ignorando, estaba escuchando... —contestó él en casi un murmullo— ¿Algo más?

Nadine pensó en lo descartada que se había sentido cuando a Brian le importó un pepino que ella se fuera, en lo decepcionada que se había sentido cuando el reloj vino sin él, en que lo había extrañado muchísimo y él no daba señales de que sintiera lo mismo. Nadine se mordió el labio. Al menos su rubor de vergüenza estaba disimulado por su previo enojo. No había forma que pudiese decirle esas cosas.

—No nada —mintió—. Entonces, qué has estado haciendo todos estos días.

Los ojos grises de Brian se iluminaron durante unos instantes.

—Pensando cómo podemos usar las cosas de la nave. Tengo muchísimas ideas, pero Temba me dijo que lo primero era poder encontrar algo para defendernos mientras construimos nuevas armas —explicó olvidándose de tartamudear-. Mira.

Por primera vez, Nadine notó un bulto envuelto en trozos de tela que descansaba al lado de Brian. Con mucho cuidado, no sin antes dar su espalda al campamento para que nadie lo viera, quitó las telas dejando ver un filoso metal en punta con un mango improvisado de un material parecido a una goma de cuyo extremo colgaba un aro hecho de un tubo de plástico.

-¿Un cuchillo?

—No solo eso, hemos hecho diferentes armas básicas para los hombres de Temba y exploradores, y herramientas para usar en el campamento. No se lo muestres a nadie, Temba no quiere que todos estén armados por ahora. Tuve que hacer este y otro para mí a escondidas, no tuve tiempo de hacer uno para el resto...

—¿Es para mí?

Brian asintió efusivamente.

—N-n-n-no s-s-sabemos lo q-q-que hay por a-a-ahí. M-m-mejor estar preparados —confesó un poco nervioso, aunque Nadine no pudo distinguir si por el cuchillo o por los misterios que ocultaba el planeta.

Nadine sonrió complacida por el gesto y estiró su mano tentativa para agarrar el cuchillo. Con la yema de su dedo, comprobó el filo del metal y de un momento a otro se sintió más protegida.

—Pasa tu mano entre el aro de plástico cuando lo uses, de esa forma no se te caerá —explicó Brian acercándose un poco.

Ella obedeció, y notó como el aro era apenas suficientemente grande para dejar pasar su mano. Estaba hecho especialmente para ella. Su sonrisa se amplió y tuvo un repentino impulso por abrazar a Brian. Se detuvo a mitad de camino recordando lo poco que el chico aprobaba del contacto físico, casi cayendo al piso y con Brian a punto de salir disparado en la dirección opuesta. Riendo por la situación, quizás la primera vez en NOVA, Nadine cortó nuevamente un trozo de su enmugrecida y rotosa bata y ató el cuchillo a su pierna por debajo para que no se viera.

—Brian, muchísimas gracias —dijo con honestidad.

—De nada —contestó todavía apabullado por el casi ataque de Nadine.

Se mantuvieron unos minutos en silencio, hasta que Nadine recordó el misterio de Kaoru.

—¿Has escuchado de los exploradores? ¿Eso de volver a las cavernas sin haber dado vuelta?

Brian asintió con las cejas arqueadas.

—Kaoru vino a buscarme el mismo día.

—¿Y? ¿Qué opinas?

—Que lo que dice es imposible. Caminó en círculos sin darse cuenta —contestó Brian sin dar lugar a dudas.

—Este lugar es extraño. Creo que la falta de sueño lo hace parecer todavía más. Una vez soñé despierta y vi a la Dra. Loven.

El chico asintió con un suspiro y Nadine notó las oscuras ojeras bajo los ojos.

—¿También tienes pesadillas?

—S-s-sí. No quiero hablar de eso.

—¿Seguro? A veces cuando uno habla sobre sus sueños se da cuenta lo tontos que son —propuso Nadine notando el leve escalofrío en Brian—. Por ejemplo, los míos todos sobre oscuridad que me ahoga. Algo que suena tonto cuando pienso que estamos en un planeta donde el sol ilumina de forma permanente...

Nadine interrumpió sus palabras cuando percibió los ojos de Brian fuera de órbita mirándola.

—¿Qué pasa? Es solo un sueño...

—Yo sueño con oscuridad también... entre otras cosas...

—Bueno, eso es una horrible coincidencia —intentó disuadir Nadine con una sonrisa forzada mientras todo su cuerpo le alertaba de algo diferente. Brian no parecía convencido—. El Dr. Shaoran dice que nos estamos contagiando los miedos por el trauma... O algo así, no entiendo nada de psicología. Seguramente sea eso, además siempre tendremos el sol arriba nuestro —continuó señalando hacia el cielo.

—No exactamente...

—¿Lo qué? —dejó escapar Nadine, sintiendo que el universo la aplastaba.

—N-n-n-no tendremos el sol siempre. No estamos inmóviles, rotamos, pero de forma extremadamente lenta —explicó Brian en voz baja, como queriendo mantener la revelación en secreto del planeta mismo—. Lo estuve traqueando con un reloj de sol improvisado durante estos días. Tomando a NOVA como referencia, el sol se mueve más o menos un grado por día.

—¿Me estás diciendo que eventualmente tendremos una noche que durará meses? —preguntó Nadine sintiendo que su pesadilla se materializaba y el pánico se apoderaba de ella.

—E-e-e-en dos meses y medio el sol se ocultará por c-c-c-completo. En tres tendremos o-o-o-oscuridad total.

NOVAWhere stories live. Discover now