10-Pesadillas y arrepentimientos

223 23 7
                                    


Era de noche y estaba sola en un callejón oscuro ¿Cómo había llegado allí? No lo sabía.

El lugar era realmente aterrador, las sombras parecían que cobraban vida e iban devorando todo a su alcance.

A lo lejos vi una luz y empecé a caminar hacia ella.

Cada paso que daba, sonaba demasiado estrepitoso y estaba segura que se sentiría a varios metros, así que, sin dudarlo, me quite los zapatos y seguí andando descalza.

El piso era frio bajo mis pies y por momento se tornaba húmedo, pero no me resulto nada fuera de lo común.

Seguí caminando, pero la luz parecía alejarse más y más a cada paso que daba.

Empecé a desesperarme y me eche a correr, sin importar que estuviera descalza y pudiese pincharme con algo. Pero la luz se empezó a alejar a más velocidad. Parecía que corría detrás del viento, jamás la alcanzaría y me termine dando por vencida.

Empecé a mirar para todos lados, pero era todo igual, sombras y más sombras.

Cerré los ojos tratando de recordar cómo había llegado, pero nada venia a mi mente, era como si todos mis recuerdos se hubiesen borrado desde que me encontraba en la casa Luis, hasta ese momento.

Una carcajada me saco de los pensamientos.

-Pero miren que acabo de encontrar, muchachos- dijo una voz tétrica de entre las sombras.

Trate de buscar el origen con la mirada, pero no lograba ver a nadie.

-¿Quién...quien anda ahí?- pregunte asustada.

¿Acaso Luis había faltado a su promesa?

De repente las luces se encendieron y me encontré con que estaba en un galpón todo cerrado

¿No que estaba en un callejón?

Al mirar a mí alrededor me encontré con varios hombre rodeándome, todos encapuchados por lo cual no podía reconocer ningún rostro.

-Me parece que esa pregunta, te la tenemos que hacer a ti- dijo uno de ellos.

No supe cual.

-Solo quiero que me dejen ir- dije con la voz más segura que pude.

Todos ellos empezaron a reír al mismo tiempo y se hizo insoportable, las carcajadas se oían como si retumbaran en mi cabeza y la hicieran estallar el cualquier momento.

-¡Ya basta!- grite cuando sentí que me desmayaría si seguían así.

Todas las risas se cortaron en seco

-Quiero que me digan que hago aquí, como llegue...- empecé con tono osado, pero la misma voz me interrumpió

-¿Lo que haces aquí?- pregunto la voz -¿Acaso no estabas buscando al secuestrado?-

Mire a todos sorprendida ¿Cómo sabían eso?

-¿Saben dónde está?- pregunte, y al instante me arrepentí.

Había acabado de afirmar su pregunta.

-¿Te refieres a él?- pregunto la voz e inmediatamente todos señalaron detrás de mí.

Al voltearme en la dirección que indicaban, me encontré con una persona amarrada en una silla y con la cabeza cubierta.

-¡Déjenlo en libertad!- grite mientras lo señalaba -¿Que ganan teniéndolo así?- la desesperación me consumía. Quería correr hacia él y desatarlo para irnos de allí

Mi locura, tu salvación|✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora