Capítulo 26: Rompe promesas

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MILA

La misma tarde en que Bruno había dejado el campamento, encontré a Dafne y Ethan encerrados en la habitación de mi amigo conversando sobre el video que la platinada tenía en su poder. La cabaña estaba vacía, y como buena chismosa, me acerqué a la puerta de mi amigo y me quedé afuera, oyéndolos.

En realidad, no era tan de chismosa, al fin y al cabo, se trataba de mi integridad.

—Estás haciendo algo muy malo, Dafne —oí la voz de mi amigo.

—No quiero que te entrometas en esto.

—¿Por qué lo haces?

Silencio.

—No entiendo ¿Por qué lo haces? ¿Por qué insistes en querer que todo el mundo te odie?

—¡No quiero eso! —oí el infantil gritito de Dafne.

—Entonces explícame por qué lo haces porque de verdad no lo estoy entendiendo.

—Sólo aléjate de mí ¿Bueno? Yo me encargaré de esto.

—Olvídalo —la voz de Ethan sonó fría. —Mila es mi amiga, es prácticamente mi hermana, no permitiré que le hagas algo como esto, Dafne.

—¿La pondrás por sobre mí?

—¿Por sobre ti? —rio él, sarcástico —A ver, dime, Dafne... ¿Cuándo estoy yo por sobre Bruno?

—¡Es distinto!

—Lo quieres a él sólo por un puto capricho, ¿Qué hay de la otra noche?

—Ethan...

—Sigue fingiendo lo que no eres, se acabará el campamento y me olvidaré de ti, Dafne. Pero si llegas a publicar ese video de Mila, no me quedaré mirando como un idiota.

Oí pasos dentro de la habitación, por lo que entendí que alguno estaba a punto de salir, pero no fue así, sólo oí que Dafne llamó a Ethan y él se mantuvo dentro, así que retrocedí lentamente.

—Sólo... no me cae bien Mila y Bruno siempre me ha gustado —confesó ella.

Ethan rio.

—Que te caiga mal alguien no te da derecho a difundir algo tan delicado como ese video, y ya te he dicho cientos de veces lo que pienso de Bruno y tú.

—Pensé que funcionaría... él me lo dijo una vez... hace dos años.

—Dos años, Dafne. Las personas crecen, maduran, se fijan en otras...

—Lo sé.

—Borra eso, ¿sí?

Silencio.

—Borra eso y te dejaré en paz, ¿Estamos?

—No quiero que me dejes en paz.

Me cubrí la boca porque de pronto sentí que estaba oyendo una conversación muy íntima entre ellos.

—Intento quererte ¿sabes? Pero no me lo haces fácil. Te muestras ante todos como una chica sin emociones, pero mírate, Dafne... estás destrozada.

Y la oí suspirar ¿Estaba llorando?

—Lloras, sufres, quieres que te acepten a base de miedo, de amenazas... No me dejas quererte.

—Ethan... —su voz sonó quebrada.

Y ahora sí que caminé rápidamente a mi habitación porque mi amigo abrió la puerta y caminó por el pasillo, pude verlo a través del pequeño espacio que dejé en mi puerta. Me quedé congelada cuando vi a Dafne salir de la habitación de Ethan y meterse a la suya con la cara envuelta en lágrimas.

¡Eres mio! ImbécilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora