Capítulo 45

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Todos estaban en Canadá. Miraban el reloj y esperaban. Pasó todo un mes y Christian predijo que este día actual, sería la batalla. Exactamente comenzaba a las una de la tarde. Faltaban veinte minutos para que fuera hora.

-Christian.-dijo Lyceth y el vampiro sabía lo que tenía que hacer.

-Chicas vengan conmigo.-se lleva a las gemelas a la habitación de sus padres.

-¿Por qué estamos aquí? Nosotras vamos a pelear.-dice Bethany molesta.

-Escúchame.-toma su rostro.-No es seguro que vayas allá. Mi visión mostraba que morirán allí si van.

-Christian. Estaremos bien, entrenamos para esto.

-Todos tenemos el deber de protegernos. Ahora me corresponde protegerlas.-sale de la habitación y la cierra con llave.

-¡Christian!-llamaba Bethany mientras golpeaba la puerta.

Cuando Christian término de bajar las escaleras, la aguja llegó al doce. Ya es hora y todos salieron al área de la batalla. Todos se acercaban poco a poco. Las parejas se agarraban muy fuerte las manos y entre los árboles, aparecieron los SANGRIENTO. Todos se quedaron atrás menos Alen, que se acercó un poco.

-Veo que son puntuales.-dice sonriendo.

-¿Por qué quieres arreglar todo con un una batalla? ¿A caso crees que la muerte es una solución?-pregunta Damian.

-Sí para ambas. No soy bruja para hacer tratos con papel. Yo si hago tratos son para ocasiones especiales y esa costumbre la estoy dejando en él pasado.

-Nosotros no queremos hacerte daño.-habla Marie.-Estábamos en paz, tranquilos.

-Podemos solucionar esto de otra manera.-continúa Sabrina.

-Oh. Una cazadora.-sonríe.-De hecho una coyote cazadora.-ríe un poco.-Para que vean que soy justo, no aceptamos en esta guerra mujeres embarazadas.-observa a Lyceth.

-Mierda.-susurra Sabrina.-Lo siento chicos debo regresar.-Damian se le queda mirando a Sabrina.-Lo siento Dam.-lo besa en la mejilla.

-¿Por qué no me dijiste?-pregunta en voz baja.

-Quería que fuera una gran sorpresa porque sé que te ibas a emocionar. Ya debo irme.-se va caminando a la casa.

-Bien.-habla Alen.-¿Dónde están las gemelas?

-No te vas acerca a ellas.-responde Lyceth y mira fijamente a Alen.

-Zack. El lobo de la demongel. Deberías alegrarte al ver una sorpresa que te tengo ¡Pueden venir!-llama con una sonrisa malvada.

Dos mujeres se acercaron a Alen. Zack respiró hondo y cubrió su rostro. Eran su madre y hermana.

-¿Por qué me haces esto?-le pregunta a Alen.

-Porque tu punto débil es la familia. Además, pienso destruir a cada uno de ustedes.

-¿Y qué esperas?-pregunta Lyceth con la mirada al suelo.

-Lyceth.-camina hacia adelente.-Tú eres mi favorita.-la señala y comienza a acelerar el paso.

-Para ti, soy Charlotte.-levanta la mirada y sus ojos se tornaron rojos.

Ella soltó de la mano a Zack y comenzó a caminar igual que Alen. Lyceth se teleporto y dio el primer golpe. Los seguidores de Alen comenzaron a correr para atacar. Zack luchaba contra su madre y hermana. Christian contra West, el resto se encargaba de los vampiros restantes.

Las gemelas intentaban abrir la puerta. Brithany rompió la ventana y se escapó junto a su hermana. Ambas fueron corriendo al lugar de la batalla que eran en las montañas nevadas. Al llegar un vampiro sorprendente a las dos. Bethany lo empujó hacia área donde estaba la mayoría y cayó cerca donde su madre luchaba.

-Bethany.-susurra Lyceth.

-Oh ¿están aquí?-dice Alen mientras miraba donde estaban las gemelas.

-No se acercará a ellas.-lo empuja contra un árbol.

Las gemelas llegaron donde estaban la mayoría luchando y Hallie lástima a Brithany.

-Brit.-dice Bethany al notar que la vampiro lastimó el brazo de su hermana.

-Que pena que sean solo dos niñas.-dice mientras se acercaba con su filoso cuchillo.

-No son solo niñas.-aparece Helder de los árboles.-Son mucho más de lo que piensas.-al finalizar Brithany le arrancó la cabeza a la vampiro.-Deberían estar en un lugar a salvo.

-Queremos luchar. La familia es estar todos unidos ¿no? Debemos estar todos juntos.-dice Brithany.

-Traje un poco de ayuda.-dice Helder y salen varios lobos a unirse a la pelea.

-Bethany.-dice la otra gemela a su hermana.

-Ya sé.-la gemela responde y se transforma en su loba.

Ella comenzó a guiar al resto de los lobos. Aún quedaban varios vampiros. Helder fue a ayudar a Zack y se llevó a su mujer, Amelle. Katya continuaba queriendo pelear con Zack hasta que un vampiro la mató. Ella cayó en el suelo y Amelle despertó de su "encantamiento". La familia fue alrededor de la chica y notaron que estaba muerta. Zack le pidió a su padre que se llevara a su madre y el cuerpo de su hermana.

El lobo comenzó a caminar a lo lejos para estar a solas un momento. Quería dejar salir su sufrimiento. Alen estaba listo para hacer un ataque sorpresa. Zack estaba cerca de un precipicio y de la nada sale Alen.

-Al fin.-dice él.-Al fin estamos a solas lobo.-se va acercando.

-¿Qué quieres ahora de mí?

-Tu muerte.-le penetra un cuchillo envenenado en su abdomen.

A lo lejos Lyceth sintió que le había sucedido algo a Zack. Ella miró en dirección donde ellos estaban y corrió hasta allá. Repetía una y otra vez "por favor no". Alen le quitó el cuchillo y Zack cayó. El vampiro se fue del área, para continuar con su plan.

-¡Zack!-gritó a todo pulmón y se lanzó al precipicio.

Lloraba e intentaba alcanzarlo. Sacó sus enormes alas y alcanzó, pero era demasiado tarde. Al tomarlo entre sus brazos su cabeza golpeó el suelo. Justamente murió al sonar el reloj a las tres en punto.

-Zack.-decía mientras acariciaba su rostro.-No por favor. No me dejes ahora que te necesito. Debí protegerte más.-seca sus lágrimas y coloca el cuerpo con delicadeza en el suelo.-Vendré en un momento.-vuela hasta donde se encontraba Alen y lo toma de su cuello.

De las montañas, salió un dragón blanco. Lyceth observó la criatura y lanzó a Alen hacia el monstruo. El dragón mató a Alen. Luego voló hacia Brithany y entró en su brazo herido, convirtiéndose así como un tatuaje. La demongel regresó con el cuerpo de Zack y se acostó al lado de él mismo. Guardó sus alas, mientras el resto lloraba o al menos sonreía porque estaban vivos.

Catherine lloraba junto el cuerpo de Brad. Mei lloraba junto con el cuerpo de su hermana. Los padres de Zack lloraban junto al cuerpo de su hija. Cada uno lloraba junto a la persona que solían amar. Lyceth fue al área donde fue la pelea y llevaba en sus brazos a Zack. Lo colocó en el suelo y se puso de rodillas frente a él. Las gemelas visualizaron a su padre, que estaba muerto, y corrieron a abrazar a su madre.

El día finalizó con llantos y despedidas. Al día siguiente decidieron enterrar los cuerpos y decirles un último adiós. Lyceth le dejó en la tumba de Zack la rosa blanca que alguna vez le dio.

Mi ProtectorOnde as histórias ganham vida. Descobre agora