Capítulo 12

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Horas de espera para los chicos. No tenían idea de lo que sucedía con Ly y eso los mataba. Zack no comía, no salía, solo se quedaba a esperar. Después de quince horas en la sala de operaciones, Natasha sale a hablar con los chicos. Muchos guardaban la calma y otros rogaban por que todo estuviera bien.

-Lyceth...-todos la miraban con desesperación.-Está bien.-sonríe y todos suspiran de alivio.-Todos es gracias al donante.

-¿No volverá a tener otro ataque o cualquier otra cosa?-pregunta Zack.

-Por ahora no. Se supone que la sangre y la última operación la ayuden hasta lo máximo.-un enfermero le entrega unos papeles.-En un par de horas pueden pasar a verla. Debo retirarme, tengo papeleo. -se va a la oficina temporal.

-Zack, quiero hablar contigo.-Christian comenta con una sonrisa de lado.

Ambos salen fuera del hospital.

-¿Ahora qué? -pregunta Zack.

-Lyceth, se quedará en mi casa.

-Allí la secuestraron ¿no? Ella necesita un lugar seguro.

-Seamos sinceros. No existe lugar seguro, no existe la paz.

-Lyceth se puede quedar en tu casa, si yo me quedo también.

-Bien. En cuanto le den el alta, nos vamos.-Zack vuelve adentro luego de la plática.

Todos esperaron las horas necesarias para ver a Lyceth y llegó el tiempo de visita. El primero fue Christian, le siguió su hermana, Brad, Jessie, Mei y por último Zack. Ella sonrió al ver a Zack. Él la abrazó y Ly le correspondió. Ambos parecían estar feliz.

-¿Te sientes mejor?-pregunta sentado en el borde de la camilla.

-Creeme, Natasha ha realizado un buen trabajo. Pero llegaste y me sentí el doble de mejor. Supe que no ibas a volver a dejarme ir y luche por ti, por todos. Han sido mejor que una familia.

-Veo que tus pensamientos son distintos a los de antes.

-Si. Todo es porque descubrí que soy, lo que eres y los demás. Debería tenerme miedo soy peligrosa.-sonríe divertida.

-Una mujer peligrosa.-alza una ceja.-Me gusta.-toma su mentón delicadamente y la besa.

-Eres mi huracán Zack.-dice a centímetros de sus labios.-Un huracán lleno de sorpresas.-lo besa leve.-Aprendí que debo valorar todo lo que tengo, y eso te incluye.-acaricia su cabello.

-¿Qué le pasó a la Lyceth de antes?-sonríe.

-Sigo siendo la misma, no debo cambiar por alguien. Simplemente las personas crecen en conocimiento y su inteligencia aumenta. Es como las estrellas, brillan hasta un punto en el que son espectaculares y luego mueren, continuado siendo hermosas.

-Jamás te cambiaría, por nada.-la acaricia.-Me alegra que hayas crecido como las estrellas.-ella sonríe de lado.-En cuanto te den el alta, nos iremos a la casa de Christian. Es por tu seguridad, pero al acabar lo que se aproxima, te prometo felicidad. Nos iremos a vivir en otro país y solo seremos tú y yo.

-Me gusta la idea, pero debemos darnos el tiempo de conocernos un poco más. Luego, que el destino decida lo que quiera para nosotros.

-Prefecto.-sonríe.

-Lo siento por interrumpir.-abre un poco la puerta Natasha.-Se acabó la hora de visita y Ly debe de reposar para unos estudios.

-Claro.-asiente.-Solo un minuto y voy a la sala de espera.-Natasha asiente y los deja solos.

-Ya debo irme.

-Lo sé.

-Ly, descansa.-besa su frente.

Mi ProtectorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora