Capítulo 42

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Zack despertó y observó a su lado a Lyceth, quien dormía aún. Él acarició su cabello con delicadeza. Luego su rostro como si fuera frágil y decidió mirar la marca. Sonrió de lado, luego fue a prepararse. Cuando salió de ducharse fue a la cocina y optó por preparar el desayuno.

La demongel despertó. Se levantó de la cama y camino directo al baño. Estaba de frente al espejo apoyada del lava manos. Miró al espejo y se observó. Al notar la marca quiso tocarla. La tocó, luego sintió un malestar dentro de si misma. Buscó en su nuevo teléfono, uno de los regalos de boda, el día.

Estaban de luna de miel desde hace dos meses. Ella respiró profundo y buscó ropa para irse a vestir. Se duchó, alistó y salió a la cocina. Al ver a su esposo sonrió. Tomó asiento y Zack le sirvió el desayuno.

-¿Estás bien?-pregunta él al notar tanto silencio.

-No puedo creer que llevamos dos meses de luna de miel.

-Es el efecto de la marca. No te hace notar los días que pasan. Solamente te deja vivir el momento como si fuera eterno.

-¿Y las niñas? ¿Cuándo van a regresar?-pregunta mientras jugaba con la comida.

-Estan con Christian, Catherine y Brad. Mañana temprano estaremos en el aeropuerto para recibirlas. Solo que, existe un pequeño problema.-Lyceth se levanta de la silla y va a abrazarlo

-¿Qué problema?

-Tenemos que ir a Alaska por la manada. Ya tienes un papel allá junto a mí.

-Zack.-sale del abrazo.-Se quedarán solas.

-Lo sé, por eso comencé a solicitar niñeras.-besa los labios de su esposa con ternura.-Todo estará bien Ly.

-Gracias.-se sienta y comienza a desayunar con tranquilidad.

Cuando finalizó, lavó los trastes y se sentó con Zack a ver las opciones de niñeras que por ahora tenían. Ninguna parecía confiable para ella. Y no tienen más opciones. Zack pensó que Christian podría cuidarlas y así Bethany estaba con su otra mitad. La demongel estaba comenzando a aceptar esa opción.

-Llamaré a Christian y le diré que venga con las niñas aquí.-dice Lyceth y se va a su habitación a realizar la llamada.

En minutos se sintió que alguien tocó en la puerta. Zack camino hasta allí y abrió la puerta. Vio que era Brandon, su antiguo integrante de la manada.

-¿Qué haces aquí?-pregunta afuera y con la puerta cerrada para que Lyceth no notara su presencia.

-Me enteré de la solicitud de niñera.

-Lyceth no va a quererte aquí. Sabes que le molesta saber de ti.

-Habla por ti. Yo quiero saber si tu me aceptarías.

-Sí. Porque mi hija sufre por ti y no me gusta verla así. Lyceth te aceptaría por esa parte, pero no tienes toda su confianza.

-Su padre, Daniel, me buscó y me dio una oportunidad para mejorar mi vida. Soy otro Zack.-admite con sinceridad.

-Llamaré a Lyceth.-cuando abre la puerta ella estaba ahí, lo escuchó todo.

-Puedes cuidar a Brithany.-dice con una sonrisa de lado.-Mi padre me comunicó lo que hizo contigo y es cierto.

-Gracias.-dice Brandon con una sonrisa.

Lyceth lo dejó pasar y le mostró la casa; además de donde dormiría. Le comentó que comenzaría a cuidar a las niñas la semana entrante. También dijo que Christian estaría en la casa por Bethany. Estuvieron todo el día conversando. Brandon les contaba como fue que lo prepararon y con esto ya ganó un poco de confianza de Lyceth. Al ser tarde, Brandon fue a descansar y Lyceth subió a la habitación con Zack. Ella se sentó en la cama mientras el observaba la ventana.

-¿Qué miras tanto Zack?-pregunta cusiosa.

-La luna.

-¿Y qué ocurre con ella?

-A veces puedes sentir que te envía un mensaje. Yo en lo general, recibo mensajes de ella.

-¿Qué te dice ahora?-se levanta de la cama.

-Se va a aproximar algo que cambiará la noche. Tal vez desde la vida de muchos.-la mira a los ojos.

-¿Será bueno o malo?-lo abraza.

-No lo sé, pero estoy seguro que algo bueno no será. La luna me lo dijo en forma de advertencia.

-Iré a ducharme primero.-busca la pijama y se encierra en el baño.

Volvió a mirarse en el espejo y notó en el área de la mordida que sus venas se tornaron negras. Tomó agua con sus manos y lavó su rostro para "despertar". Se quitó la ropa para ir a ducharse. Mientras se duchaba notó que estas venas continuaban y desaparecían en la zona de su vientre. Al salir de la ducha se vistió rápido. Salió y se acostó de inmediato a dormir. Zack se extrañó por el acto de Lyceth; aún así se fue a duchar y no preguntó.

Al siguiente día, ambos despertaron temprano y fueron a buscar a sus hijas. Las gemelas habían crecido de nuevo. Ahora lucían de quince a dieciséis años. Ellas abrazaron a sus padres y les dijeron cuanto los extrañaron. Luego, la pareja saludó a Christian y se fueron a la casa. Al llegar Brithany no quería bajar del automóvil. Le dijeron que podía tomarse su tiempo; ya que sabían la razón por la que no quería salir.

Ella salió del vehículo y Brandon salió afuera de la casa. Caminó hasta donde estaba ella e intentó abrazarla. Ella solo camino hacia adelante.

-¿Y qué no estabas sufriendo por mí?-pregunta con los ojos cristalizados.

Ella se detiene y lo mira. Comenzó a caminar a donde él. Corrió y lo besó.

-No vuelvas a mentirme.-le dice llorando.-No vuelvas a ser un pedazo de idiota que se rinde antes de luchar.-seca sus lágrimas y camina para entrar a la casa.

Cuando entró su hermana estaba con los ojos abiertos. No pensaba que iba a hacer eso. Bethany siguió a su hermana hasta su habitación. La otra gemela estaba acomodando sus cosas en su respectivo lugar. Luego se sentó en la cama.

-¿Y eso fue...?-pregunta Bethany.

-Fue lo que hace mucho soñaba hacer. Fue lo que algún día pudo ocurrir de todas formas.-se acuesta en la cama con los brazos abiertos.

-Brithany ¿sabes qué va a pasar dentro de un par de meses?-se acuesta igual que su hermana.

-¿Nuestro cumpleaños?

-Exacto. Deberíamos celebrarlo ya que podríamos crecer antes tiempo, como siempre.

-¿Qué planeas?

-Una fiesta en París, Francia. Invitar a todos nuestros amigos y pareja. Será hermoso y romántico.

-¿Por qué París?

-Ya te lo dije. Será hermoso y romántico.

-Está bien.

-¿Planean sin consultar?-pregunta Lyceth con los brazos cruzados y entra a la habitación.

-Ya escuchaste mamá.-dice Bethany.

-Primero debo de hablarlo con su padre. Luego les diré si es aceptado su plan.

-Mamá, pero tenemos razón. No podemos esperar hasta nuestro día oficial. Quién sabe si tenemos una apariencia adulta.

-Bethany, lo sé. Intentaré que se pueda hacer su fiesta.-les dice con una sonrisa y se va de la habitación.

-Si dicen que no llamamos a nuestro tío.-comenta Brithany.

-¿A ese loco desgraciado? Mejor no tenemos fiesta.-sale de la habitación.

Lyceth consultó la idea de las gemelas a su esposo y él aceptó. Solo que no saben cuando harán la fiesta; ya que tienen mucho trabajo. Pero estaban seguros de que sí iban a hacer la fiesta.

Mi ProtectorOnde as histórias ganham vida. Descobre agora