Capítulo 9

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Damian hablaba con su compañera, quien le salvó la vida. Ella es Sabrina, una chica de cabello azabache y con una actitud rebelde. Es muy hábil con el arco y flecha, por eso es cazadora. Conoce a Damian desde hace mucho, así que son buenos amigos. Sabrina es una mujer coyote mitad hechicera. Su madre fue una coyote y su padre un cazador que practicaba hechicería. Damian interrumpió el pensamiento de su amiga haciendo que ella lo observe.

-¿Qué quieres, Damian?-pregunta.

-Lo que quiero, es a ti.-la toma de las manos.

-Te felicito, estoy enterada que tu novia está embarazada.-le responde cruzada de brazos.

-No es mi novia.

-Claro, es tu hermana, aunque no sean de la misma sangre.-continúa caminando.

-Quiero que pase algo entre tú y yo. Te debo una.

-Exactamente, si tengo "algo" contigo, mis expectativas son diferentes a las tuyas.

-Puedo cambiar.-dice alzando sus brazos.

-Ve al palacio con Alina y te vas a encargar de cuidar a tu hijo. Si puedes acostarte con aquella vampiro, puedes cuidar al bebé. Debes hacerte responsable, Damian. ¿O quieres que tengan una mala imagen de ti? Estoy segura, que cambiarás con tan solo proteger a la criatura. Sé que se convertirá en algo especial para ti.

-Sabrina...

-¡Por Dios Damian!-interrumpe.-La vida te ofrece otra oportunidad, debes sacarle provecho. Ahora me disculpas, que te llevaré al palacio.-lo toma del brazo y recitó unas palabras para dejarlo en la entrada del palacio. Ella se esfumó y Damian no la volvió a ver.

Zack caminaba junto al grupo de vampiros. Él sabía que esta vez verá a Lyceth, pero dudaba verla respirar. No le importaba si debía pelear para salvar la vida de Ly, la necesitaba viva. Estaba oscureciendo y apenas estaban en lo profundo del bosque. Katya sacó una casa de acampar y su hermano la ayudó. El resto hizo lo mismo y algunos buscaron leña para hacer una fogata. Todos rodeaban el ardiente y caluroso resplandor. Varios charlaban y otros pensaban.

-¿Dónde está Katya?-pregunta Mei.

-Está allá adentro.-le responde Zack, señalando la casa de acampar.

-Gracias.-sonríe.

Mei camina hacia la casa de acampar y encuentra a Katya cepillando su cabello. La vampiro abraza a la chica lobo.

-¿Estás bien Mei?-pregunta Katya, mientras tocaba el cabello de la vampiro.

-Sí.-sonríe.-En realidad no.-cambia su sonrisa.

-¿Qué sucede?-preguntó mientras le hacia un peinado.

-Todo esto nos está uniendo. No quiero imaginar si nos peleamos entre si, de nuevo. Verte pelear, a Christian y a tu hermano, fue horrible.-responde.

-Tal vez no aceptamos nuestras diferencias. A penas me estoy llevando bien contigo y es un gran avance. Tengo miedo, de perder a todos.

-Compartimos el mismo sentimiento.-ríe un poco.

-Sí.-sonríe y finaliza la trenza francesa.-Lista, quedó perfecta.

-Gracias Kat.-la abraza.-Ya te dejo descansar, adiós.

Katya asiente con su cabeza.

Mei salió para ir con el resto del grupo. Su hermana la abrazó y sonrió. Catherine estaba sentada en las piernas de su esposo, Jessie observaba la fogata, Christian pensaba sentado en un árbol y Zack, caminaba para continuar la búsqueda sin el resto. Su desesperación aumenta cada segundo, y sus esperanzas se desvanecen con las horas. Tal vez Lyceth lo rechazó, pero cree en el perdón y la reconciliación. Se siente culpable, al igual que arrepentido, por lo que hizo. Zack dejó a un lado su mochila y se transformó. Luego, recoge su mochila para continuar su camino.

Amaneció y todos despertaron. Katya no encontró a su hermano. Se había alarmado y salió de la casa de acampar. Todos la miran extraño, incluyendo Christian. Catherine leyó la mente de la loba y abrió los ojos como platos.

-Zack escapó.-dice Catherine.

-¡Qué!-se altera Christian.-Ese imbécil debe...

-¡Cállate!-le grita Katya.-Lo único que haces es desear la muerte de mi hermano y no velas por tu vida.-lo amenaza.

-¡Basta!-Mei habla.-Todos son unos llorones. Pelean, discuten y se culpan por tonterías. Debemos encontrar a Lyceth y a Zack. Nos guste o no, somos un equipo.

-Mi hermana tiene razón. Debemos dejar las discusiones atrás y formar amistad.

-Recojamos las cosas y vamos a Alemania.-dice Katya segura.

-Bien.-responde Brad.

Todos tomaron sus cosas y fueron caminando por todo el bosque. Mientras, Zack encontró el aeropuerto y pagó su pasaje. Fue al baño, volvió a su forma humana, se vistió con el conjunto que llevaba y regresó al avión. Estaba listo para ir a Alemania, encontrar a su alma gemela. Katya esperaba que su hermano estuviera bien.

Por otro lado, Alen estaba enojado. Todo estaba saliendo como él no quería. Su hija Alina no le quería hablar y Damian no estaba. Tiene ganas de matar al chico, pero de la peor manera. Alen pensaba en la sala principal, caminaba de un lado a otro. Tocaron la puerta y el hombre va, para saber quién es.

-¡Damian!-se enfurece.

-Allen, quiero hablar con Alina.

-Ella no quiere hablar con nadie.-agarra la camisa de Damian y lo empuja al salón. -Debimos matarte pero, tu hermana gemela te salvó.

-Espera ¿la chica es mi hermana?

-No, no, es una broma.-intenta no seguir con el tema.-Ahora, voy a matarte.

-No, si lo hago primero.-lo golpea con un puño y lo deja inconsciente.

-¡Damian!-lo llama Alina con los ojos cristalizados.

-Alina, quiero hablar contigo.

-No Damian. Decidiste dejarme y voy hacer lo mismo.

-Pensé mejor las cosas y quiero estar contigo.-sube las escaleras y toma la mano de ella.

-Escapemos.-le susurra.

Damian la abraza y le agarra la mano. Ambos bajan las escaleras para irse corriendo. Escapan felices pero, Alen escuchó todo. El vampiro se enoja e intenta alcanzarlos. Demasiado tarde, ellos huyeron por completo. Alen volvió al castillo y llamó a West.

-¿Si señor?

-¡Busca a la chica! No debe de estar muy lejos.-le ordena con autoridad al castaño claro.

-Señor, buscaré al resto para que ayude.

-West, has lo que debas hacer para encontrarla. Pronto haremos la guerra y no será nada lindo. Todos tenemos nuestros propios demonios y aveces deben ser descubiertos.

Mi ProtectorWhere stories live. Discover now