Capítulo 20

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Lyceth observó el anillo y a todos. Salió corriendo a la habitación. Cerró la puerta y se recostó de ella. Un par de lágrimas caían por su pálido rostro. Quería decir "sí" pero, no podía aceptar. Temía que se cumpliera su sueño, que muriera y dejarlo solo. Quería ser una familia pero, su preocupación no la dejaba ver que se cumpliera lo que anhelaba.

-Ly ¿entonces es un no?-Zack le dice recostado de la puerta también.

-No me siento preparada. Ahora no Zack, lo siento.

-¿Esto no era lo que querías? ¿Una familia?-dice con la voz ronca.

-Es lo que anhelo, pero no me siento preparada. Es todo...-suspira.-Guarda el anillo, gracias por el regalo de navidad.-él golpea la puerta por el coraje y sale de la casa transformado.

Lyceth lloraba no quería verlo molesto. Al parecer tenía una navidad que no imaginaba. Alen reía al ver que su víctima sufría. Estaba seguro de que la mataría y nada de lo que le habían dicho pasará. Salió un rato al bosque y Alina se presentó con su criatura en brazos.

-Alina.-cruza sus brazos.

-Padre.-dice débil.

-¿A qué vienes?

-Sé que tendrás una guerra. Damian fue en busca de su hermana y me abandonó.

-¿Es un demongel vampiro?-ella asintió.

-Espero que crezca lo más que pueda, necesita sangre para fortalecerse.

-¿La quieres en la guerra?

-No te voy a arriesgar estás muy débil, tardarás en recuperarte.-la abraza.-Tu hija puede matar con sus manos a Lyceth.-le susurró.

-Bien, pero si le sucede algo mueres en mis manos.-lo amenaza y entra al palacio.

Alen continuó caminando hasta encontrarse con Xiomara de frente. Ella tenía un vestido largo, negro y una capa azul oscuro. Su cabello era un poco largo, andaba amarrado como una cebolla. Sus brazos estaban cruzados esperando a que el vampiro hablara. Buscó algo en su bolso color piel y le entregó un cofre antiguo.

-¿Y esto?-pregunta Alen.

-Encontré a unos muchachos a una distancia extensa de aquí.-señala con su dedo pulgar hacia atrás.-Al parecer tuvieron un accidente, los tres están inconsciente. Uno de ellos muere lentamente, el otro solo se encuentra herido gravemente y la chica no tiene muchos daños. Adivina qué, uno de ellos es demongel.-se le acerca para decirle lo último como si fuera un secreto.

-Damian, Katya y...

-Creo que era de los tuyos Alen.

-Jackson.-se sorprende.

-Últimamente las personas reviven.-dice en un tono gracioso y se apoya de un árbol.

-¿Para qué el cofre?-le muestra la caja gastada.

-Si se rompe, pierdes oportunidad.

-¿Tan valioso es?

-Contiene un polvo hechizado con magia negra.-muerde una manzana que sacó de su bolso.- Con eso puedes controlar a los muchachos que te mencioné y así tienes más reclutas para tu "guerra".-destroza la manzana y desaparece.

Alen sonríe y vuelve al palacio. Decide mandar un par de sus seguidores en busca de los chicos. Prepara una bebida que contiene: sangre, vino y el polvo. Así sanaría mucho más rápido aquellos heridos. West llegó con los cuerpos de los inconscientes y los lleva a una habitación. Alen les da la bebida, esperará a que despierten.

Lyceth continuaba en su llanto. No salía para nada. En un instante le dieron náuseas y corrió al baño. Vomitó, sintió que algo se rompió y gritaba de dolor. Salía mucha sangre por su boca.

-¡Zack!-era el único nombre en el que pensaba.

-¿Ly?-entró y al encontrarla retorcida por el dolor llamó a Natasha.

-Lyceth debes mirarme.-le decía la vampiro.-Sé que duele el pecho, se te rompió una costilla. Aun así me deber mirar.-Ly cerró los ojos quedando inconsciente.-Debemos llevarla al hospital.-Zack asiente y busca un abrigo para irse con Natasha.

Natasha fue a alta velocidad al hospital. Llegó y llevó de inmediato a la demongel. Comenzó a buscar entre sus libros antiguos de medicina alguna manera para explicar porque se le rompió una cotilla a Ly. Mantenía a la chica sedada para no hacer alguna operación.

-¿Y bien?-rompe el silencio Zack.

-Los libros acerca de híbridos no me brindan una explicación. Al menos que...-observa un refrigerador pequeño donde almacenan la sangre.

-¿Qué tiene que ver un refrigerador?

-Es lo que contiene.

-¿Qué es?

-Sangre. Si una mujer embarazada de un híbrido bebe sangre vuelve a este una especie peligrosa. De esta manera se vuelve incompatible para el cuerpo de la madre. Significa, que Lyceth puede morir por culpa del bebé, aún sin nacer.-Zack se sienta en el suelo para analizar toda la información.-No podemos dejar que beba más sangre.

-Creo que Lyceth sabía y por eso decidió rechazar mi propuesta.-dice con los ojos cristalizados.

-Debió de ser una razón seria para rechazar algo importante como una propuesta de matrimonio.-se coloca de frente a Zack en cuclillas.

-¿Qué haré si muere?-Natasha se levantó y buscó una aguja.-¿De qué eso ayudará? -Natasha le sacó sangre con la aguja.

-Esto Zack, podría ayudarla a que no muera. En el momento que valla a nacer la criatura se le coloca la aguja y listo, será una mujer lobo demongel. De hecho sería la segunda en especie, su hijo será el primero.

-Entiendo.-toma la aguja.

-Necesito que me ayudes para acomodar una costilla.-señala a Lyceth.

-Claro.

Ambos comenzaron en el acomodo de la costilla. Mientras tanto, Xiomara estaba en su palacio con sus hermanas. Algunas preparaban tratos, otras hechizos o mataban a alguien. La rubia cepillaba su cabello, hasta que recibe una llamada a través de su espejo. Acepta y se refleja la imagen de un chico de cabello castaño.

-¿Tú quién eres?-pregunta coqueta.

-La muerte para muchos, la misma imagen del diablo e incluso un escape.-responde.

-¿Vienes por un trato, muchacho?

-De hecho, quiero hacerme cargo de todos ellos.

-¡Qué!

-Xio, provengo del futuro. Tu misma me convertiste en lo que soy, un asesino. Gracias a ti, estoy destinado a matar a mis hermanas.

-¿Cómo puedes tener contacto conmigo?

-Interrumpí por un momento el tiempo. Heredé el poder de mi bisabuela.-sonríe diabólicamente.

-Interesante.

-Quiero los tratos y no le dirás a nadie sobre esto.

-¿Qué recibo a cambio?

-Plata, joyas, inmortalidad... Lo que sea.

-Me interesa lo último...

-Aquí tienes.-le entrega un medio para que firme un trato.

-Aquí están. -le entrega una caja "vacía".

-¿Tiene todo?-arquea una ceja.

-Por supuesto pero, me quedo con el que hice para tu madre. Podrías cambiar algo...

-No sería capaz, soy feliz como soy Xiomara.-desaparece y el tiempo corría normal.

Xio reía, pensaba que todo esto era broma. Buscó la caja mágica con los tratos y no estaba. Definitivamente todo fue real. Ella salió de la habitación y sus hermanas la observaron. La bruja colocó su mano en una antorcha, no se quemó. Era incluso inmune al fuego.

Mi ProtectorOù les histoires vivent. Découvrez maintenant