Capítulo 3

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... Zack. Era la persona que se encontraba en la puerta de la habitación. Lyceth volvió a preguntar: "¿Qué haces aquí?". No sabía como contestar y la tomó del brazo. Ambos estaban afuera, bajo la luna y estrellas. La brisa fría congelaba los árboles.

-Corres peligro.-responde Zack.

-No es común estar afuera en la madrugada. Mucho menos para que me digas que corro peligro.-cruza los brazos.

-Está bien, me disculpo. Sólo quiero protegerte.

-No eres "Mi Protector". Apenas te vi ayer y conocí el domingo. ¿Crees que confiaré en ti?

-Tal vez no pero, deberías seguir tu corazón y no las cartas que te envían. Lo que importa es que estés conforme con lo que haces. Ahora te pregunto: ¿Quieres esperar hasta mañana o prefieres huir conmigo?

-Am...yo, no lo sé. -toca su frente.

-Sé lo que quieres, pero no te obligaré. Tu decisión vale más que lo que quiero.

-Debo empacar mis cosas.-dice corriendo a su casa.

Zack sonríe, ya que tiene victoria contra el vampiro. Christian golpea a Zack y el lobo cae en el suelo. El vampiro lo toma por su camisa blanca y lo lanza contra un árbol. Lyceth estaba encerrada para que no viera la pelea. La chica gritaba el nombre de Zack desde su habitación.

-¿Crees que encerrándola vas a llevártela?-pregunta el lobo.

-No, pero sí la alejo de tus intensiones.-responde Christian.

-Ella me pertenece, es mi otra mitad. No puedes separarnos y ella no estará bien rodeada de personas frías.-Christian se voltea y piensa las cosas.

-Debería matarte pero, en un futuro ella nunca me lo perdonaría.-dice derrotado el vampiro.

-Quiero que Ly se vallas conmigo.

-Mañana temprano se irá de Alaska.

-Christian, te seguiré hasta que me quede un día de vida. Siempre te odiare.

-Hoy se queda en tu casa y mañana se va conmigo. ¿Quedó claro? Su madre me pidió protegerla...

-Pero no amarla.-Zack no dejó terminar a Christian hablar.

Christian miró al suelo y golpeó el árbol. Fue a la casa y le abrió las puertas Lyceth sin que se diera cuenta. La chica salió con dos mochilas,una en su espalda y la otra en su mano. Zack observaba el bosque mientras su herida sanaba. Lyceth tocó su hombro y él se volteó sonriendo,la herida desapareció.

-¿Nos podemos ir?

-Claro que sí.

Le dijo a Lyceth que se trepara sobre su espalda y así hizo. Zack corría mientras ella lo abrazaba. Sentía que al fin no volverá a estar encerrada en cuatro paredes. En parte, sentía nervios especiales por Zack. Él la hacía sonreír y cumplir sus deseos. El trayecto fue un poco largo. Al llegar, Ly estaba dormida y por primera vez, no tuvo pesadillas.

Zack la dejó acostada sobre su cama. Él fue a cambiarse y se ducho. Luego, salió al balcón de su casa a tomar aire. Como estaba en la montaña,veía todo incluyendo la casa de Ly. En segundos visualizó a Christian y lo miró mal. Entró a su casa y se acostó en el sofá, quedando dormido.

Era el medio día, el sol radiante tocó con sus rayos el rostro del lobo. Despertó y fue a su habitación para ver a Ly. La humana no estaba, Zack sonrió ya que supo donde estaría. Se cambió de ropa al culminar en el baño y salió a buscarla. Lyceth estaba caminando en la manada de Zack. Todos la saludaban y la trataban amablemente. Ella sonreía de oreja a oreja hasta caer en suelo y toparse con alguien.

-Lo siento, princesa.-se disculpa el hombre alto y le brinda una mano.

-Gracias y no te preocupes. Fue mi culpa, caminaba como tonta y a consecuencia, tropecé estropeando tu trabajo.-hablaba mientras movía su pie de adelante hacia atrás.

-Tranquila, no hacia algo importante, solo andaba de guardia.-le guiña el ojo.-Por cierto, soy Ronald, mejor amigo de Zack.-se presenta.

-Soy Lyceth, es un placer.

-¡Ronald!-llama Zack.

-Al...Zack.-no culminó el principio, ya que recordó que Ly no sabe nada.

-¿Novedades?-pregunta mientras tomaba a Ly por su cintura.

-Por ahora, no. Conocí a su amiga y es bastante humilde, más de lo que me había dicho.-dice el hombre de cabello oscuro.

Lyceth se sentía un poco incomoda en la manera que Zack la agarraba. Por eso, tomó sus manos y se liberó del agarre. Zack se sintió desilusionado y a la vez entendió que ella pudo sentirse molesta por el acto. Se disculpó y le comentó a Ronald que continuara trabajando. La humana visualizó a una chica castaña, parecida a su amigo de ojos azules.

-¿Quién es ella?-pregunta señalándola.

-Es...Katya.-respondió.

-Tiene parecido a ti ¿Son familia?

-Haces muchas preguntas.-comentó y frunció el ceño.

-Como sea, intento conocerte más y me das la impresión que solo quieres jugar conmigo. Lástima Zack, yo no soy una chica fácil como algunas.

-¿Me estás rechazando?-pregunta un poco triste.

-No te rechazo, ni odio o cualquier cosa que tenga que ver con lo mismo. Solo...necesito un poco de espacio y pensar las cosas. Desde que cumplí diecinueve, todo se ha vuelto extraño.

-Es la razón por la que te traje conmigo.-dice pegando el cuerpo de Lyceth con el suyo.-Intento protegerte de lo que hay aquí afuera.-le dice mientras rozaban sus narices.

-¿Y ahora qué va a suceder?-pregunta mientras sus alientos se mezclaban.-Mañana veré a Mi Protector y no sé si volveré a verte.-sus labios tienen contacto.

-Huyamos.-dice mientras intentaba besar a Ly pero, ella volteó su rostro para rechazar el beso.

-No.-responde seca.-No perderé la oportunidad de ver a mi...

-Protector. -termina por ella y algo molesto.-Ly, soy más importante que aquel frío. -mueve su brazo señalando la derecha y en un tono enojado.

-¿Perdón?-dice confundida.-Lo conoces...-susurra.-¿Por qué es frío? ¿Por qué deseas que no lo conozca?

-Es una persona diferente.-intenta no revelar la verdad.

-¿Qué tiene de malo ser diferente? Mi sangre es extraña al igual que mi sudor. Una de ellas quema y la otra es una cura. Yo soy diferente ¿y por eso dejarás de hablarme?-al finalizar camina hacia los árboles.

-Ly, yo...

-No hables.-le dice dándole aun la espalda.

La chica estaba adentrada al bosque y observaba nieve. Cada vez que caminaba y se alejaba de la manada la nieve era más visible y en cantidad. Escuchó un lobo aullar, se detuvo a observar. Intentó correr, pero le dolían sus pies. Se enredó con sus propios pies y cayó sentada. Observó hacia atrás y dos lobos la observaban, pero mostrándole sus dientes, en símbolo de ataque.

Mi ProtectorWhere stories live. Discover now