Capítulo 30

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Narra Danielle:

Hoy es Noche Vieja. Diego me llamó hace dos días para decirme que ya estaba de vuelta, lo que se convirtió en una llamada de casi tres horas. Todavía no nos hemos visto. Podría decir que lo extraño, más de lo que debería. Él es tan... ¿Por qué tiene que ser tan guapo? Él es un pecado. Un crimen. Me sonroje y sacudí mi cabeza para tratar de apartar esos pensamientos de mi mente, como si fuera a funcionar. Volví toda mi atención a ayudar a mi madre con la cena. Los Carter nos acompañaran esta noche y tanto ella como Kamille están emocionadas. Justo cuando terminaba de cortar la última papa mi celular comenzó a sonar en mi bolsillo. Limpie mis manos antes de deslizar el dedo por la pantalla y contestar, poniéndolo entre mi hombro y mi barbilla para poder seguir picando el trozo de papa que falta.

-Diga.

-Fiesta, después de media noche, en el centro- oí la voz de Summer a través del auricular. Deje el cuchillo y volví a limpiar mis manos con el trapo, tome mi celular para salir de la cocina en busca de privacidad.

- ¿Qué? No- dije rápidamente –Es muy tarde.

-Irán todos, no seas aguafiestas- se quejó.

-No te prometo nada Summer- le dije. Sé que no va a aceptar un no por respuesta.

-Es mejor que vayas- me amenazó. Luego de eso nos despedimos y fue ella quien colgó.

Justo cuando aparte el celular de mi oreja la voz de mi hermana me sobresalto:

-Oh, sí que irás- dijo cruzando sus brazos sobre su pecho. Mi hermana cada vez me asusta más, debe de tener súper poderes.

- ¿Cómo oíste...? - pregunte confundida.

-Todos saben de esa fiesta, Jack y yo asistiremos- me explico. - No tienes excusa, vienes con nosotros- dijo de manera autoritaria. De esta no tengo escapatoria

-Kamille... no tengo nada que ponerme para ir a esa fiesta- puse como excusa tratando de librarme de esta, aunque sé que es imposible que lo logre.

-De eso me encargo yo- dijo con una sonrisa en el rostro casi tan amplia como la del Gato de Cheshire. En qué rayos me he metido.

Luego de que termináramos de preparar la cena subimos a ducharnos. Cuando salí del baño encontré el vestido negro que Kamille me ha obsequiado en Navidad. Sequé mi cabello y luego me puse el vestido. Me pare frente al espejo de cuerpo completo para ver cómo me queda el vestido. Debo admitir que es hermoso y no tan lejos de ser mi estilo, nada muy ceñido al cuerpo. Me siento cómoda en él, me siento linda.

-Danielle, tienes una figura de ensueño- dijo Kamille con los ojos abiertos como platos desde la puerta de mi habitación. Ella lleva un vestido ceñido al cuerpo que le queda de maravilla y los tacones de aguja le alargan las piernas aún más.

- ¿Ahora qué?- le pregunté encogiéndome de hombros. Kamille se acercó a mi armario y empezó a rebuscar entre mis zapatos.

- ¿Es que no tienes ni un solo par de tacones? - dijo algo frustrada. - ¡Bingo! - exclamó sacando un par de tacones rojos del fondo del armario. Me los paso e hizo un ademán indicándome que me los colocara. Ya con los tacones puestos me levanté de la silla y empecé a caminar con ellos. No es tan difícil como pensaba, aunque cabe decir que no son muy altos.

Después de una pequeña discusión para ponerme los lentes de contacto, la cual ganó Kamille, ella comenzó con mi maquillaje. Tuve que amenazarla para que no exagerara y lo hiciera lo más natural posible. Ella soltó la coleta en la que estaba recogida mi cabello, las ondas naturales cayeron sobre mis hombros.

-Mírate en el espejo- dijo Kamille con una gran sonrisa en su rostro. Me puse de pie y caminé hacia el espejo.

- ¡Oh por Dios! ¿Esa soy yo? - dije sorprendida. El vestido de por si era un gran cambio, pero el maquillaje y mi cabellos suelo hacían que el cambio fuera aún más sorprendente. Creo que nunca en mi vida he estado tan arreglada.

- ¿No soy una genio? - dijo mi hermana apareciendo detrás de mí. Puse los ojos en blanco por su comentario. Ambas reímos. - Te ves hermosa hermanita.

- ¡Kamille! ¡Danielle! - escuche la voz de mi madre provenir desde abajo.

- Al parecer los invitados han llegado- dijo Kamille caminando hacia la puerta de mi habitación. -Anda- dijo cuando vio que no la seguía por estar aun viendo mi reflejo en el espejo.

Cuando íbamos bajando por la escalera mamá notó nuestra presencia, al verme una sonrisa se forma en su rostro:

- ¡Danielle! - dijo sorprendida al no verme vistiendo lo que usualmente usaría.

-Enana, al parecer Kamille ya te ha corrompido- dijo Jack bromeando.

-Hola Elise- dije acercándome a ella para darle un corto abrazo.

-Te ves hermosa mi niña, solo un poco más arreglada de lo normal- susurro Elise de tal forma que solo yo pudiera escucharla, como si fuera un secreto que solo yo puedo saber. Luego salude al Señor C, para luego dirigirnos todos al comedor.

***

Luego de cenar pasamos a la sala a esperar la medianoche, el Año Nuevo.

-6, 5, 4,- todos estábamos de pie cada uno con una copa de cidra en la mano, listos para brindar- 3, 2, 1 ¡Año Nuevo! - gritamos todos a la vez. Después de que todos nos deseamos un feliz año, Kamille me dio una sonrisa pícara.

Luego de charlar un rato, Kamille hablo:

-Mamá, Jack y yo nos vamos a una fiesta ¿puede Danielle venir con nosotros? - dijo. Mi madre me miró, a lo que yo respondí encogiéndome de hombros, luego fijó su mirada en Kamille.

-Está bien, pero no vuelvan muy tarde- sentenció nuestra madre. Una sonrisa victoriosa se formó en el rostro de mi hermana.

Salimos de la casa y subimos al auto que Kamille ha rentado por el tiempo que va a pasar aquí. Cuando estábamos a unas cuantas calles del centro recibí un mensaje de Alex: "¿Vas a venir? Alguien te está esperando ;)".


__________

Nota de la Autora:


Capítulo quizás un poco aburrido, pero en el próximo pasara algo sorprendente. Es una sorpresa.

¿Qué opinan de como Kamille ha arreglado a Danielle?

¿Qué creen que ocurrirá en la fiesta?

Quiero agradecerles por el 2.2k de leídos y los 218 votos. Gracias de verdad, significa mucho para mí.

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La Chica Invisible©Where stories live. Discover now