Capítulo 26

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Narra Danielle:

El sonido del timbre me ha despertado. Me levanté enseguida para ver quien tocaba a la puerta a las seis y treinta de la mañana. Decidí no levantar a mi madre, tiene el día libre y es mejor que deje que descanse, aunque dudo que el escándalo que ha hecho quien sea que este ahí afuera no la haya levantado, va a dañar el interruptor del timbre. Bajo las escaleras aun en pijamas y con una manta cubriendo mis hombros, hace demasiado frío. Cuando por fin abro la puerta quedó boquiabierta. No puedo creer que ella se encuentra aquí frente a mí.

- ¡Danielle! - grita mi hermana abalanzándose sobre mí para abrazarme. Le devolví el abrazo de inmediato. Al parecer todas las personas que extrañaba han decidido volver para las fiestas, primero Jack y ahora Kamille.

- ¡Kamille! ¿Qué haces aquí? - digo aun abrazándola. Ella se separa y toma las dos gigantes maletas que trae y las arrastra dentro de la casa.

-Vine para las fiestas-dice encogiéndose de hombros, restándole importancia. Se supone que ella no regresaría hasta mi graduación, hasta que los problemas entre ella y mamá estuvieran en el olvido.

- ¿Y papá? - pregunto.

-El... está bien- dijo haciendo un ademán con la mano. Aquí hay algo raro.

-Danielle, ¿Quién llamaba a la... Kamille? - dice mi madre bajando por las escaleras.

-Hola mamá-dice Kamille con una media sonrisa en el rostro, está nerviosa. Mi madre corre hacia ella y la abraza con todas sus fuerzas. Al principio Kamille se resistió, pero luego se dejó llevar y la abrazo con las mismas ganas.

-Pensé que no vendrías- dijo mi madre separándose de ella.

-Fue algo de último momento- dijo. - Me gustaría descansar, ha sido un viaje muy largo.

-Oh, claro hija. Danielle ayuda a tu hermana con su equipaje, les aviso cuando el desayuno esté listo- dice para luego irse a la cocina mientras canturrea una canción que no logro reconocer.

Ayude a Kamille a subir sus muy pesadas maletas hasta su antigua habitación. Desde que entró quito el plástico que cubría su cama y se dejó caer en ella. Me siento en la orilla de la cama. Algo raro tiene mi hermana, la conozco muy bien.

-Ahora que estamos solas, dime, ¿Por qué has venido? - digo.

-Las extrañaba a ti y a mamá- dice sentándose.

-Kamille...- dije dejándole claro que quiero saber la verdad.

-Está bien, está bien- se rinde. - Papá esta insoportable, no aguantaba un minuto más en esa casa. - Ya sabía yo que aquí había gato encerrado.

-Él sabe que estás aquí, ¿cierto?

-No tiene la menor idea- suelta. Una sonrisa maléfica se dibuja en su rostro.

- ¡Kamille! - exclamo.

-Le he dejado una nota- dice volviéndose a acostar.

-Tan típico de ti- me acuesto junto a ella y nos empezamos a reír de la cara de papá cuando note que Kamille se ha escapado.

Luego del desayuno Kamille se ofrece a llevarme al café en el auto de mi madre. En el camino recibo un mensaje de Diego avisándome que se quedara cuidando a Cassie.

-Con que Diego- dice mí muy entrometida hermana.

- ¡Hey! Mejor ponle atención al camino- digo apartando de su vista la pantalla de mi celular.

-Danielle, aparque el auto hace cinco minutos- dice riendo.

-Emm, gracias por traerme- digo abriendo la puerta del auto. Kamille se baja y me sigue hasta la entrada del local. Me dirijo directo hacia la cocina con Kamille aun siguiéndome.

-Hola Elise. Hola Señor C- digo mientras busco mi delantal.

-Hola Danielle- dice Elise sin quitar la mirada de las bandejas de postres para las vitrinas buscando algún error en la forma en la que los ha organizado.

-Elise...- digo intentando llamar su atención. Al parecer ni ella ni el Señor C han notado la presencia de mi hermana. Ambos alzan la mirada y se quedan perplejos al ver a Kamille.

- ¡Kamille! ¡Qué alegría verte! - Elise se acerca a ella para abrazarla. El Señor C también se acerca a saludarla. Antes de que mis padres se divorciaran Kamille me traía y me pasaba a recoger cada día, así que los Carter la conocen y quieren tanto como a mí.

- ¿Qué sucede aquí? - dice Jack entrando en la cocina. Se queda petrificado al notar la presencia de mi hermana. - ¿Qué haces aquí? - dice acercándose a ella con una sonrisa en su rostro. Ambos se abrazan y se susurran algo que no consigo oír. Estoy algo confundida, ellos no se soportaban.

- ¡Necesito explicaciones! ustedes eran como el agua y el aceite. - después de que digo esto Elise y el Señor C salen de la cocina.

-Te lo vamos a explicar todo- dice Jack pasando su brazo por los hombros de Kamille. -Sabes que estudió ciencias medioambientales en la WUSTL- asiento.

-Yo estudio marketing en la misma universidad- dice Kamille.

-Danielle, Kamille y yo tenemos una relación- suelta Jack. - Cuando nos encontramos en el campus me alegré al ver una cara conocida. Desde entonces empezamos a salir como amigos, descubrimos que tenemos mucho en común y las salidas pasaron a ser citas. - una sonrisa se formó en mi rostro, estoy muy feliz por ellos.

-Entonces él es la razón por la que te escapaste- digo. Jack abre los ojos sin poder creerlo.

-Cuando tu padre se entere ahora sí que me va a matar- dice nervioso. - Sabes que me odio desde lo que pasó.

- ¿Qué sucedió? - digo confundida.

- Papá nos encontró en una situación algo comprometedora- dice mi hermana sonrojándose.

-El los encontró... tú y Jack tuvieron...- No sé si reír al pensar la cara de mi padre o vomitar al imaginarme a mi hermana y Jack teniendo intimidad.

-No, pero casi- admite Kamille. - Papá nos encontró en mi habitación y lo saco a patadas de la casa. Desde ese día me mantenía vigilada. Nunca le dije a Jack que vendría porque sabía que me diría que no.

-Tu padre me va a matar- dice Jack caminando desesperado por la cocina de un lado a otro.

-La nota que le deje dice que vine a Pensilvania a ver a Danielle y mi madre, puedes calmarte- cuando Kamille dice esto Jack para de caminar y la mira mal. Ella hace pucheros, Jack no se resiste y la abraza.

-El amor, el amor- digo bromeando. Saliendo de la cocina, ambos me siguen.

-Hablado de amor, háblanos de ti y Diego- dice Jack.

-Te gusta, ¿cierto? - dice Kamille. Jack se coloca junto a mí tras el mostrador y Kamille se sienta en uno de los taburetes frente a nosotros del otro lado.

- ¿Se nota tanto? - preguntó sonrojándome.

-No mucho, es que te conocemos demasiado Enana.

Les explico todo acerca de mi situación con Diego desde el principio hasta el punto en el que estamos. Necesito consejos y ayuda, todo lo que se de relaciones y amor es lo que dicen las novelas que he leído. No sé si es casualidad o cosa del destino que Jack y Kamille hayan vuelto justo cuando necesito de su ayuda.

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Nota de la Autora:

A partir de este momento los personajes descubrirán cosas nuevas. Tendrán nuevas experiencias, habrá suspenso, amor, besos, locuras.

No dejen de leer "La Chica Invisible".

Este solo es el principio.



La Chica Invisible©Where stories live. Discover now