Capítulo 4

5.5K 298 44
                                    


Narra Diego:

Pamela se apareció en mi apartamento antes de lo que esperaba, no puede negar que es una cualquiera. Cuando abrí la puerta, la vi con unos shorts que dejaban ver mucha piel y una blusa que dejaba ver sus curvas, y no podían faltar sus tacones.

Pamela se acercó a mí, muy coquetamente, moviendo sus caderas como de costumbre, para saludarme.

-Hola, cariño- susurro en mi oído.

-No me digas cariño, que lo nuestro a cabo hace mucho tiempo- dije seco.

-Pero me sigues llamando, cariño- dijo para molestarme. Como odiaba que hiciera eso.

-No estoy para tus juegos Pamela, así que te puedes ir- dije con desprecio notable.

-Pero, cariño...-la interrumpí.

-Te vas ahora por ti misma o yo te saco, decide- dije furioso.

-Está bien, lástima que no pasó nada- dijo. Y salió por donde mismo entro.

Narra Danielle:

Summer me había dejado en mi casa. Vi las luces prendidas, así que asumí que mi madre había llegado. Toque el timbre, mi madre abrió la puerta con una sonrisa en su rosto.

-Hola, ¿Dónde estabas, hija? - dijo. Mientras yo entraba en la casa.

-Estaba haciendo un trabajo en la casa de Alex-dije mientras dejaba la mochila en el sofá.

-Ahh, claro, tu solo piensas en tus estudios. - dijo, sentándose a mi lado en el sofá, -hija, tienes que salir más con tus amigas. Tienes 17 años y no has tenido un novio. Se una adolescente-. Mi madre siempre me decía lo mismo, pero ella no entendía que no me gusta salir de fiesta y eso, prefiero quedarme en casa estudiando y leyendo.

-Mama, no me gusta salir de fiesta. Y tú sabes muy bien que los chicos no se fijan en mí - dije con un tono de tristeza.

-Danielle, no pienses eso, solo tienes que darte una manito de gato. Tu eres hermosa, solo tienes que ponerte los lentes de contactos y vestirte mejor, y sacar tu belleza interior, y veras que todos los chicos estarán babeando por ti.

-Alex, Summer y tú, piensan igual.

.....

Me desperté por el sonido de la alarma de mi celular. Salí de la cama para ir directo al baño. Cuando salí del baño, abrí mi armario para sacar lo que usaría hoy. Me decidí por unos jeans, una polera blanca y un suéter azul. Cuando terminé de cambiarme, me puse mis lentes. Me hice una coleta despeinada.

Bajé las escaleras y me dirigí a la cocina, para tomar mi desayuno.

Me encontré con mi madre, tomando su café.

-Buen día-

-Buen día, hija-

Abrí el refrigerador y saqué una jarra de jugo, y me serví en un vaso.

Después de que termine de desayunar, me despedí de mi madre. Tome las llaves de la casa y mi mochila para dirigirme hacia el colegio.

Mientras caminaba en la acera, un auto negro comenzó a moverse a mi paso. La ventanilla del copiloto comenzó a bajar. No podía ser, Diego. Era demasiado temprano para aguantar sus burlas, así que comencé a caminar a un paso rápido. Pero él seguía manejando su auto a mi paso. Sentí un poco de temor.



La Chica Invisible©Where stories live. Discover now