Capítulo 13

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Narra Danielle:

Cuando entre al local el aroma a granos de café recién molidos invadió mis fosas nasales, una de las tantas cosas por las que amo trabajar aquí. Elise me extendió mi delantal mientras ocupaba mi puesto tras el mostrador.

-Hola querida- dijo dándome un beso en la mejilla.

-Hola Elise- la devolví el saludo.

- ¿Quién es ese chico que te ha traído? - sabía que Elise no iba a dejar pasar esta situación.

-Es solo un amigo que se ha ofrecido a traerme- dije restándole importancia.

-No me has hablado de ese chico, hasta donde me has dicho tus únicas amigas son Summer y Alex- dijo. Summer y Alex venían muy a menudo al café durante mi turno y Elise les ha tomado casi tanto cariño como a mí. Ella conoce de la existencia de Diego, pero no como mi amigo sino como el chico que se burla de mí.

-Elise, si te he hablado de él, es Diego- dije mientras preparaba la orden de un cliente.

- ¿Diego? ¿El mismo Diego que se burla de ti? - preguntó girándose para quedar de frente a mí.

-El mismo- respondí dándole la orden lista al cliente- Gracias por venir a Carter's Café, que tenga buen resto del día- le dije al cliente.

- ¿Ha recapacitado? - pregunto.

-Sí, se ha disculpado conmigo- respondí.

-Eso es bueno- dijo Elise riendo.

***

Estaba terminando de limpiar la última mesa cuando escuché la campanilla de la entrada sonar.

-Lo siento, ya está cerrado- dije dándome la vuelta para encontrarme con Diego- Oh, hey- dije acomodando una silla.

-Hey, ¿ya estas lista? - dijo siguiéndome al mostrador.

-Si- dije guardando mi delantal- ¡Elise, ya me marcho!

-Está bien cariño, hasta mañana- escuche la voz de Elise retumbar desde la parte trasera del local.

Diego y yo salimos en dirección al auto.

- ¿Aun quieres ir a cenar conmigo? - preguntó Diego cuando ya estábamos en el interior del auto.

-Sí, ¿Por qué no? - dije elevando los hombros para restarle importancia.

***

Diego llevaba diez minutos dando vueltas por la ciudad, o la pizzería estaba bastante lejos o es una broma.

- ¿Dónde está la famosa pizzería? - dije ya algo impaciente.

-Está un poco más allá del centro, pero vale la pena; hacen las mejores pizzas- dijo muy seguro.

Luego de un rato por fin llegamos a la pizzería, Giorgio's. Diego pidió una mesa al fondo. Después de un rato un camarero vino a tomar nuestra orden. Deje que Diego pidiera ya que él había venido antes. Cuando el camarero se marchó se formó el silencio entre nosotros, el único ruido era el murmullo proveniente de las demás mesas. Como siempre Diego fue quien corto el silencio.

-Pues bien, estamos aquí para conocernos mejor; háblame de ti- dijo posando sus codos en la mesa.

- ¿Qué quieres saber? - pregunte imitando su acción.

- ¿Qué tal si hacemos esto?: primero yo hago una pregunta, luego tú, después yo y así sucesivamente- propuso.

-Suena bien- dije.

La Chica Invisible©Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz