31✦paula.

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Vamos, ellos son malos, te quitarán lo que amas.




—¿Qué hago?—cuestionó recargando mis codos en el escritorio.




Debes corregirlos, debes enseñarles que este mundo de pertenece. Solo son personas que creen que todo lo que ven es suyo.




Dime; ¿Hiciste algo para que te atacarán? ¡Sólo estabas protegiendo a tu gente, dándoles un lugar seguro, porque ellos son Negan y son parte de ti, como nosotros!






Vamos, Tienes que enseñarle a Rick Grimes, que no debe pasar la línea entre el bien y el mal.






—¿Quieren que los mate?—susurro. —, no puedo, no puedo.



—Negan ¿Con quién hablas?




Retiró las manos de mi rostro, y puedo observar cómo Bea se asoma tímidamente por el marco de la puerta. Dispuesto a decirle que se retire, para no decir algo de lo que me arrepienta, ella extiende una hoja en donde; un hombre vestido de súper héroe, carga a una mujer de cabello corto. En letras grandes se encuentra "Súper Negan".





—Ven aquí—digo finalmente con una sonrisa.



Bea da un pequeño brinco de felicidad, y camina con prisa hacia mi; para después sentarse sobre mis piernas. Coloca ambas manos en mi cuello; dándome un abrazo.





—¿304 te sigue molestando?—pregunta en mi oído, escondo mi cara en su cuello y colocó ambas manos en su cintura.




—Realmente, no lose.


Bea besa mi sien con suavidad, consolándome en lo que siento.




Tú sabes que esas personas no se andan con juegos, matan sin preguntárselo. Lo viste, mataron al esposo de Ivette, y ella está embarazada.





¿quién dice que no harán lo mismo con Bea?







—¿Nosotros somos los malos?—pregunta en un susurro, separándome de golpe, puedo observar cómo sus ojos se cristalizan, a pesar de ser inocente. Sabe muy bien lo que hicieron con Paula y Molly—; ellos lastimaron a Paula, y Paula no me daba tanto miedo, ella me consiguió un perrito junto con Dwight, y me dijo que si lo acariciaba sería mío, me trajo chocolate y me ayuda a alimentar a Milk, ¿eso hace una persona mala?




Se le nota la desesperación en sus palabras, en busca de una respuesta, que ni yo mismo tengo clara.




Molly, fumaba mucho. Pero cuando le hablaba, trataba de no hacerlo para poder contarme un cuento sin que tuviera que toser rojo. Aunque aveces me preguntaba el por qué tosía rojo, me decía que era porque estaba enferma—añade, con rapidez en sus palabras—; siempre me contaba la historia del Principito y una vez me regalo una historieta, creo que así se llamaba. ¿Eso hace una persona mala?  ¿Nos van a lastimar esas personas, nos harán lo mismo que hicieron con las familias del este?




—Te juro; que no perderemos a alguien más—es lo único que puedo responder—; protegeré a cada una de esas familias, y a las esposas que han dejado viudas. Te juro que lo haré, no perderemos a más amigos.





Ella observa la puerta, como si esperara que alguien entrará por ahí, sonríe melancólicamente para después dar una sonrisa.




—Espero que algún día Paula entre por esa puerta y me de una barra de chocolate. Después de todo despertara, solo está cansada y se fue a dormir. Pronto volverá,
¿Cierto?





Pienso en un poco, ella se gira a verme, una lágrima resbala por su mejilla.





—No llores—pido limpiando su lagrima—; ella despertara, y te dará una barra de chocolate.



—¿Cuándo volverá? —pregunta.
—Pronto —mentí.

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