Frunzo el ceño notoriamente al notar que Bea, —como niña pequeña— toma el bolígrafo entre sus manos para poder dibujar un pequeño "gato", como él que dibuje hace momentos.
—¿Así luce 304?—pregunta señalando el dibujo.
Apretando los labios, pienso en su pregunta. Y alzando un poco la mirada, divisó a mi amigo que observa el dibujo con atención; quizá no era correcto abrirme de una manera más cercana a ella, sin embargo, su sonrisa me insistía a decirle todo.
—Es gordo, color negro, con manchas grises...
—O es gris con manchas negras—interrumpe aplaudiendo, y tomando nuevamente el bolígrafo, dibujo un nuevo gato. Y coloreándolo de color negro, y pasando con cuidado el bolígrafo, dibujo las partes grises—, ¿así?
Asiento.
—Tiene grandes ojos, son verdes, una cola sumamente larga; de vez en, cuando me insulta tiene una sonrisa de oreja a oreja.—tras decir eso, Bea dibuja una sonrisa en el gato, y arriba de este pone en letras grandes "Gato malo, merece un castigo"—eres una gran dibujante.
—Se vería mejor si estuvieran a color—comenta ladeando la cabeza—ahora, dime ¿cómo es 105?
—Es una niña, pequeña. Tiene el cabello largo, como el tuyo—describí, y así como lo hacía, ella comenzaba a dibujar—; posee unos ojos color negro, y no tiene párpados. Su piel es muy blanca, y sus labios demasiado pálidos. Ella sonríe cuando me ayuda o sabe que estoy mal.
Bea coloreando los ojos del retrato de mi amiga, arriba de la cabeza coloca; "Niña buena, merece un premio" con una sonrisa sin mostrar sus dientes, se gira a verme.
—¿Cómo es Teddy y Kitty?
Quitándole el bolígrafo de sus manos, comencé a dibujar un payaso y al lado de él, dibuje a una mujer en el suelo. Arriba de ellos colocó en letras grandes "Son buenos cuando quieren, tener cuidado"
—¿Siempre te molestan?—cuestiona viéndome de reojo y es que es sencillo notar su mirada, sin embargo, no me atrevo en verle.
—Si, pero, puedo soportarlos. Al que no soporto es a cara borrosa, él es más malo que 304—susurro a la par que comienzo a dibujar el cuerpo de hombre, alto, robusto, pero al llegar en la parte que debería ser su cara, le dejo en blanco. —Él me da miedo.—confieso. Agachando la mirada.
Me sentía sumamente idiota hablando con ella, demostrando mi lado más débil. Soy Negan, no una mariquita, Bea dándome un leve empujón provoca que vuelva alzar la mirada.
La rubia se había dibujado en medio de todos mis amigos, y es que su cabello rizado era prueba de que era su retrato mismo, pero esta no se encontraba sola. A lado de ella estaba un hombre con barba. "Ve la luz, seré tu nueva amiga"
Éramos ella y yo.
—Yo puedo ser tu nueva amiga, ellos no te lastimarán.—asegura tomándome de la mano.
—¿Y cuando esté solo?—pregunto.
Ella tomándose él mentón con su mano libre, se nota que está pensando.
—Seré como una luz, una nueva amiga, entre tus amigos —añade emocionada pero en menos de un segundo vuelve a su estado serio, se le nota muy pensativa—luz, luz, luz, luz—repite y golpea constantemente el bolígrafo con la mesa.—; ¡Lucille!
Enarcando una ceja, esta toma el bolígrafo, y colocando unas letras arriba de ella. Pinta "Lucil..."antes de que la tinte se acabe.
Sus ojos se cristalizan y me observa con un puchero tembloroso, absorbe su nariz. No, no, no, no.
—No llores—le ordeno, pero esta agacha la mirada y la primera lágrima desciende de su mejilla. Provocando que los nervios corran en mi—, odio que lloren, no lo hagas.
—¡Mi dibujo! —exclama.
Rodeando los ojos con fastidio, suelto un suspiro enorme.
¡Haz que se calle!
—Te conseguiré un libro de dibujos y unos colores. Esos valen más que un bolígrafo—interrumpo, viendo nuevamente a la rubia.
Esta no borra su puchero y puedo notar que sus mejillas se tornan rojizas, y un nuevo brillo se aloja en sus ojos, y como alguna vez dije... Era muy adictivo de ver.
—¿Promesa? —enarque una ceja ante ante ello. — ¿Sabes lo que es una promesa?
Se cree una sábelo todo.
Negué con la cabeza, Bea rodea los ojos.
—Es algo que un amigo cumplirá, algo que jamás podrá romperse, jamás. —dice alzando su meñique, confundido repito su acción y ambos entrelazamos nuestros dedos. —; promesa.
Con una sonrisa, asiento.
—Promesa.
