Inútil, realmente 304 tiene razón al llamarme así, pues no he parado de ver cómo la rubia da un pequeño brinco de emoción cada vez que acaricia una vaca. Pero debo desviar la mirada cada vez que Dwight se da cuenta de mi mirada.
—Hola—susurra melosa una de las mujeres que viven en el santuario, que si mal no se, su nombre es; ¿Alice? —, te he estado viendo durante todo este tiempo y me preguntaba si quisieras "divertirte"
Enarcando una ceja con burla me cruzo de brazos y desvío mi mirada. —No me provoques y vete lo más rápido de mi presencia, ¿me viste cara de prostíbulo? Andar de perra a otro lado—demandó y ella sin vacilar, se marcha saltando un bufido.
—Dwight—llamó al rubio con autoridad, este desconfiado, camina hacia mi—, necesito que vayas por Paula y Molly. Ahora mismo.
—Pensé que Billie se encargaría de ello. —protesta.
—¿Te pedí un puto comentario? Solo has lo que te pido—masculló entre dientes—, ve.
El rubio, camina sin decir más, pero puedo notar que de vez en cuando se gira a verme. Sin presentarle la mínima atención, me acerco a su esposa.
—Creo que te a gustado más que el perro—digo a una distancia suficiente para que me escuche, esta se gira verme y dándome una sonrisa asiente.
—Es linda, Dwight me dijo que le pusiera un nombre pensaba en llamarla Penélope. —dice dándole una pequeña caricia a la vaca—, ¿Qué piensas?
—¿Es lindo?—rasque mi nuca nervioso. Porque realmente era horrible ese nombre.
—Oye, «Los amigos no mienten» tu voz me dice que no estás de acuerdo—saca de una manera infantil la lengua—; te parece... ¿Milk?
Me encongo de hombros con indiferencia, estar con Bea no era necesario las palabras, es como si nada nos afectará a ambos y eso a mí me tranquilizaba. Nunca soy lo que quiero, tengo dos caras, pero ella es la única que puede sacar mi lado bueno. Estoy retorcido, y hay algo de malo en mí, pero parece no afectarle en nada.
A pesar de ser Semi-Automático pareciera que a Bea, le gustara que fuera así, porque permanece a mi lado.
—He estado pensado—llama mi atención— Y me he dado cuenta que tú me haces feliz —confiesa.
