SÉPTIMO DOMINGO: CITA MISTERIOSA

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A las cuatro y cinco estaba en la puerta de los Gallagher. No es que me hubiera retrasado a propósito, las cosas se dieron así. Tuve que hacer un par de cosas con mi atuendo antes de salir. No es sólo que quisiese estar guapa, sino que tuve que buscar una serie de accesorios para llevar mi juego a cabo. Salí emocionada de casa y, sinceramente, pensé que sería divertido, pero no que iba a salir como salió.

Liam no tardó en salir, cosa que agradecí. Llevaba su radiante sonrisa puesta en la cara y una camisa Ben Sherman de cuadros azul bajo una cazadora vaquera. Parecía que hubiera estado mucho rato frente al espejo para llevar el flequillo hacia arriba con gomina y, cuando se acercó para darme un beso al saludarme, pude notar que olía muy bien a after shave o a algún perfume para mí desconocido hasta ayer. Me encantó.

«Y bien, Sally, ¿dónde vamos?».

«Bueno, Liam, por más que me pese, hoy tengo que decirte que no saldrás con Sally».

«¿Ah no? ¿Y con quién saldré?».

«Bueno...». Lo dejé en el aire para ponerme a caminar por la calle. Seguía haciéndome la misteriosa, mientras él me siguió con una risita. «Hoy saldrás con tres chicas diferentes. Ya sabes. Es una cita misteriosa. Y sólo una de las tres es tu admiradora secreta», le expliqué. Me miró algo perplejo pero alzó las cejas con media sonrisa. Pude deducir que eso le había llamado la atención suficiente. «Tienes que adivinar cuál de las tres es la chica que siente algo por ti».

«Oh... comprendo».

«Así es el juego».

«Ya, ya. Ya veo. ¿Y dónde están las chicas?».

«No seas ansioso, ahora las irás conociendo».

Su risita algo desesperada me hizo reír. Pero me mantuve en mis trece para no revelar todo el misterio de repente. Seguí caminando por la calle en dirección a la calle principal. Había pensado que podríamos tomar algo en Fog Lane, cerca de Sifter's o algo así. La verdad es que necesitaba mantenerme lejos del barrio, para que nada estropeara mis planes, algún encuentro inesperado o cosas así, pero también necesitaba un entorno conocido porque tenía que actuar como tres personas diferentes. Le pregunté a Liam qué tal su día, para hacer que él no se obsesionara con el juego y, al final, terminó preguntándome por Sinéad O' Connor. En realidad creo que Liam se obsesiona con cualquier cosa. No me cabe duda. Al menos estaba distrayendo su mente curiosa con otra cosa. Entonces, cuando lo vi oportuno, saqué de mi bolso una diadema con un lazo. Era un artículo preppy que mi madre me había comprado y nunca me había puesto desde la comunión de uno de mis primos. Liam frunció el ceño y entonces le miré pestañeando coquetamente. Él sonrió confundido.

«Hola, Liam». Risita tímida. «Soy Shelly, encantada de poder hacerte compañía esta tarde. ¿No te parece que hace una tarde muy agradable para tratarse de finales de marzo?».

«¿Shelly?». Se rio. Y después se aclaró la garganta y puso un gesto serio. Asintió. «Oh, sí. Muy agradable. ¿Qué es de ti, Shelly? ¿De dónde sales? ¿Sabes lo que quiero decir?».

«Oh. Sí, comprendo lo que quieres decir, por supuesto. Vivo en Heaton y seguramente no me has visto antes porque voy a una escuela sólo para chicas. Los fines de semana voy al club de golf y me encanta divertirme jugando al tenis».

«Nota para Sally: ¿tengo que acordarme de todo esto?».

«Bueno, sería útil que te acordaras, sí».

«Vale. Nota para mí: Shelly es una pija de serie», dijo, me reí, pero luego volví a poner el gesto de niña de High Class. «¿Fumas hierba o algo que mole?».

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