-Sabía que te gustaría- Le digo.

-Me encanta amor- Se acerca a mí y me abraza.

-Y tú me encantas a mí.- Le beso tiernamente cerca de su oreja y le dio cosquillas. La sigo besando en su cuello y siento como se va erizando el vello de piel. Llego hasta sus labios y la beso suave y lentamente pero poco a poco aumento la intensidad del beso al igual que ella. Nos seguimos besando y abrazando hasta que sin darnos cuenta llegamos al borde de la cama.

-Espera aquí...- Me aparta July de ella y me da un ligero empujón para caer sobre la cama. Sus mejillas están más rojas que de lo habitual. Toma una maleta pequeña de lunares que traía con ella y se metió al baño. Unos diez minutos después la oigo hablar.

-Te tengo una sorpresa- Me dice en voz alta desde el baño.

-¿¡Ah sí?! ¿¡Y qué podrá ser?!

-Esto...- Abre la puerta del baño y al verla...quede sin palabras, se ve espectacular, trae un pequeño vestido negro con estampado de labios rojos, es de tirantes y un pequeño listón rojo en medio del escote. Se ve increíble y muy sexy, sabía que mi esposa tiene un cuerpo hermoso, pero no lo había visto antes. Julia y yo no hemos tenido relaciones durante nuestro noviazgo ni durante el compromiso y por lo que July me ha dicho, ella no ha estado con ningún hombre antes.

-¡Wow, te vez...preciosa amor!

-¿De verdad?- Da una vuelta y sonríe, se ve realmente bella.

-Por supuesto, muy sexy además.- La veo sonreír pícaramente y viene caminando como modelo hacía mí.

-¿Y qué más?- Pregunta con picardía.

-Pues muy bella.

-Gracias, ¿y te gusta mi batita?- Se sube a la cama y me acaricia el cabello.

-Te queda muy bien amor, me encanta como te ves.

-¿Sí?- Da pequeños besos en mi mejilla y mi corazón se acelera, siento un calor recorrer todo mi cuerpo, la abrazo y la pego más a mi cuerpo.

-Sí, me encantas, pero ¿me dejarías ponerme más cómodo?- Me besa en la comisura de los labios.

-¡Claro que sí, no queremos que el señor Johnson este incomodo!- En cuestión de un par de minutos me desvisto, claro que con la “gentil ayuda” de mi esposa quedando solo en ropa interior. De pronto recordé la cicatriz en mi pecho y como si Julia leyera mi mente, enfoco su vista en mi pecho y puso su mano sobre la marca. La suavidad de su tacto me encanta. Ella me sonríe.

-Eres muy apuesto, tengo un esposo muy guapo.- No me resisto a su sonrisa y tomo su mano entre las mías, es tan pequeña comparada con las mías, tan blancas y suaves. La acerco a mis labios y la beso.

-Pero tú eres más hermosa.- Sonríe y se sonroja, me encanta verla así, la beso en los labios con suavidad, sentir sus labios me enloquece, el sabor sabroso de sus labios hace que desee seguir besándola, nuestro beso se intensifica y me abraza por el cuello, yo la tomo de la cintura y nos dejamos llevar por el beso. Su piel es suave y me gusta que su cuerpo se estremezca a mi tacto. Esto que siento es  algo que no cambiaría por nada, estoy con la mujer que amo y que me ama.

-Si no te sientes lista ahora, lo entenderé amor.- Ella niega con la cabeza.

-Estoy con el hombre que amo, tú, mi esposo y estoy lista si es contigo.- Sonrío y seguimos disfrutando de nuestro ahora intenso beso. Nuestras respiraciones aceleradas se coordinan y puedo sentir como se hinchan nuestros pulmones para seguir respirando.

Terminamos sobre la cama, conmigo sobre ella. Puedo sentir que se está poniendo un poco nerviosa por cómo está tensándose su cuerpo, decido que es mejor bajar un poco el ritmo, aunque me cuesta trabajo, no puedo contralar el fuego que siento dentro.

 Poco a poco su cuerpo se relaja y la emoción invade de nuevo mi cuerpo, tenerla así tan cerca de mí, piel a piel, es una sensación que me fascina. Puedo sentir su corazón y el mío bombear con tanta fuerza que podría creer que están por dejar nuestros cuerpos.

-Dame un segundo.- Me muevo un poco para alcanzar mi mochila en el que traía los preservativos.

-No importa Liam, sabes que yo…- Sé de lo que habla, no hay forma en la que podamos concebir.

-Es prácticamente nula la idea cariño.- Se fue borrando su sonrisa, no quería hacerla sentir mal. Desecho la idea del preservativo, me acerco para abrazarla, besarla, acariciarla.

-Te amo, ¿me oyes? te amo Julia.

-Yo también te amo Liam.

 Fundimos nuestros labios en un beso profundo e intenso, el calor de sus labios me hace desearla con desesperación. Siento fuego por dentro que se enciende al tacto de Julia en mi espalda. Recorrer todo su cuerpo con mis manos y  verla estremecer me descontrola. Ya no puedo resistirlo más, necesito sentirla mía. Entre besos intensos, caricias provocativas, movimientos y gemidos, nos fundimos haciendo el amor.  

A la mañana siguiente, los rayos del sol, se cuelan por la ventana y me dan directo a la cara, no quiero despertar aún, tengo la sensación de que todo fue un sueño, pero al abrir mis ojos, July está dormida sobre mi pecho, duerme placenteramente como un bebé.

Acaricio su cabeza con mis dedos entre su negra cabellera, poco a poco comienza despertarse.

-Buen día July.

-Buen día cariño- Dice casi dormida.

-¿Dormiste bien?

-Sí… ¿Y tú? -También, porque dormí contigo.

-¡Qué lindo!- Se levanta y me besa.

 Nos quedamos un rato más en la cama, conversando de muchas cosas, July quiere iniciar una carrera en pediatría, ya le hable de que sueño con montar mi empresa de publicidad. Hablamos también de lo mucho que ha crecido Abby, sobre algunas de las travesuras que ya nos ha hecho.

-¿Y Brenda?- Me pregunto de un de pronto Julia.

-¿Qué con ella?

-¿Has sabido algo más de ella, siguió molestando?

-No, de haber sido así, te lo hubiera contado.- Nos quedamos en silencio, no es incómodo, es agradable.

-¿Sabes una cosa cariño?

-No, dime.

-De cierta forma envidio a Brenda.

-¿Por qué?- Me sorprende mucho eso que dijo.

-Porque ella pudo darte algo que yo no podré.- Siento agua en mi pecho y creo saber porque es.

-Pero tú si me has dado algo que ella no me dio.

-¿Qué?  Me incorporo para sentarme y July me mira, tomo su barbilla con mis dedos y hago que me mire directo a los ojos.

-Amor para mí hija.- Lo digo de corazón, Brenda me dio a mi hija, pero no la amaba, no la quería, pero Julia llego y le dio todo su cariño a mi hija como si fuera propia, eso en verdad lo valoro enormemente, sé que para muchas mujeres eso puede ser difícil, querer a la hija de tu pareja con otra persona, pero July es una bella excepción, ella nos ama a ambos.

Es una gran mujer que se ha vuelto la madre que nunca ha tenido mi hija y me hace feliz poder compartir la crianza de Abby al lado de ella. Que Julia no pueda tener hijos, o más bien, que sea solo un ocho o doce por ciento posible, no es algo que me haga amarla menos, si llegamos algún día a tener un hijo, será bienvenido, pero en caso contrario, seremos felices juntos los tres.

 Lagrimas comienzan a caer por las mejillas de Julia para descubrir una sonrisa en sus labios.

-Te amo- Me dice mientras me abraza.

-Y yo a ti.

La Princesita de Papá.Where stories live. Discover now