La Princesita de Papá.

11. Llegó.

-Es Brenda...Creo qué...

-¿Qué, cosa Roxy, dime ya?

-Sera mejor que vengas al hospital, creo que ya es hora...

-¿Están en el hospital? Le dijé asombrado ¿Qué le ocurrió a Brenda?

-Se pusó un poco mal, tenía mucho dolor y se desmayó, llamamos a una ambulancia y aquí estamos. Me narraba Roxy en lo que yo iba buscando mi jacket y mis zapatos, además de algo de dinero.

-¿En cuál hospital están?

-En el Hospital Westmore, date prisa.

-Claro, voy en camino.

Desperté a Gonzalo y le dije que ya me iba, que Brenda estaba en el hospital y tenía que irme rápido. Por suerte el traía su auto y de camino le avise a mamá.

-Llegamos. Dijo Gonzalo parando frente al hospital. -Date prisa, yo ocupo estacionar el auto.

-Si. Le dije mientras bajaba -Hermano.

-¿Qué?

-!Gracias¡

De nada fue lo que me dijó y salí corriendo, estando adentro vi tanta gente así me dirigí al puesto de información pero antes de preguntar vi un rostro familiar acercarse, era Roxy.

-!Liam, por aquí¡

-!Voy¡

-¿Cómo está ella Roxy?

-No lo sé, el doctor no ha dicho nada aún.

-!Hijo¡ Pude escuchar a lo lejos, era mi mamá y venía acompañada de Fio. Me abrazaron y me preguntaron por Brenda pero les dije que no sabía nada aún.

-¿Y pa? Le pregunté a mamá.

Vi como cambio el gesto de su rostro -Tu padre Liam, el... no se sentía bien para venir hijo... Me respondió pausadamente, sabía que era mentira, no es que no se sintiera bien, era que no quería venir, seguía molesto conmigo.

-¿Los familiares de Brenda Harris? Llegó un doctor a donde nosotros estabamos.

-¿Cómo está Brenda doctor? ¿Cómo está mi hija? Fue lo primero que pregunté.

-La situación de la joven es algo delicada y por lo que entiendo usted es el padre señor...?

-Liam Johnson doctor.

-Muy bien señor Johnson, será mejor que me acompañe, no creo que se quiera perder el nacimiento de su hija.

-Claro. Íbamos recorriendo el pasillo hacía el quirófano y aún no salía de mi asombro, ya era hora, ya iba a nacer, pero me preocupaba mucho la salud de Brenda, lo que pudiese pasarle, no quería perderla.

-Coloquese esto para que pueda entrar. Dijo el doctor mientras me extendía el brazo con una ropa celeste.

Sólo asentí y me vestí, al entrar en donde estaba el doctor ahí la vi, a mi amada Brenda con un rostro cansado y apenas se dibujó una sonrisa.

-Viniste. Dijó casi en susurro. -Creí que no vendrías. Me acerque lo más rápido que pude, me bajé el cubre bocas y la besé en la frente.

-Jamás te dejaría sola en esto mi amor.
-Gracias amor.
-¿Cómo te sientes?
-Cansada, este montón de gente me tiene aquí hace horas y quieren que puje, pero quería esperarte y esta bebé es muy insistente y no ha dejado de darme contracciones.

-Ahora si Brenda. Dijó una de las enfermeras -ya es hora y será mejor que comiences para evitar exponer a la bebé a estres.
Y así fue, Brenda comenzó a pujar y mientras lo hacía apretaba mi mano fuertemente, sabía que le estaba doliendo, podía ver lágrimas y veía como se enrojecía su blanca tez.

Entre gritos y llantos finalmente nació la bebé.

-!Es una hermosa niña¡ La venía acercando una de las enfermeras.

Yo no lo podía creer, después de todo ahí estaba la bebita, llorando, fue una emoción indescriptible. Brenda y yo comenzamos a reír de la emoción, la enfermera me la dió para cargarla, me sentí el hombre más feliz del mundo con mi hija en mis brazos.

-!Mirála mi amor, a la pequeña Abigail¡
-!Hola bebé¡ Vi como se dibujaba de nuevo una débil sonrisa en su cansado y empalidecido rostro. Sonrisa que poco a poco se fue borrando y de pronto Brenda cerró los ojos.

-¿Brenda? Amor, ¿Estás bien?

La enfermera se acercó a mi y a la bebé. -Señor, será mejor que salga. Y tomó a la bebé.

-Doctor, está perdiendo mucha sangre.
-Doctor, la perdemos doctor.

-!BRENDAAA¡DEJENME, QUIERO ESTAR CON ELLA, !BRENDAAA¡

-Señor salga de aquí, es mejor que se retire. Y de pronto oí el temído sonido que emiten esos aparatos al no tener pulso una persona. Me asusté, entre en desesperación, no quería irme.

-Doctor, no responde.
-Apliquen electro shokes. Despejen y carguen...3...2...1...

El cuerpo de Brenda dio un salto en la camilla y repitieron el procedimiento.

-Doctor, creo que la estamos perdiendo.

-!SUELTENME¡ Dos enfermeros me sujetaron y me sacaron de ahí.

-!DEJENME ENTRAR¡ Me sentí devastado y me deje caer al suelo, con todas mis fuerzas golpee la pared tantas veces hasta dejar mis nudillos sangrantes, estaba tan mal que no sentí dolor y luego empece a llorar como un niño, no podía creer que estaba perdiendo a la mujer que amo y no podía hacer nada.

Me levanté y fui a buscar a ma, cuando llegué, ella me miró y de inmediato me abrió sus brazos, mamá me entendía sin hablarle, la abrace tan fuerte y no dejaba de llorar.

-La estoy perdiendo ma, la estoy perdiendo, no quiero perder a Brenda...

-Hijo, verás que todo saldrá bien, Brenda se pondrá bien...