18. Se acabo.

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-Viniste, pensé que no lo harías Liam. Me miró con sus verdes ojos atentos a mis movimientos.

-Me lo pediste, ¿o no? Tomé asiento y vi hacía el parque, el día estaba precioso, era soleado y la brisa era increíble, me hubiera encantado traer a Abi al parque, hace unos días la había traído y vi como observaba todo a su alrededor con sus enormes y verdes ojitos, fue lindo traerla, pero ahora era diferente, estaba aquí para hablar con Brenda.

-Liam, lamento lo de la otra noche, Scott se molestó mucho conmigo por no comentarle sobre...ya sabes... Veía hacia su taza de café con algo de nerviosismo.

-Sobre que eres madre y que el padre es quién cría a tú hija por que los abandonaste, ¿sobre eso? Interrumpí tajante e irónicamente. De inmediato alzó la mirada y me vio con ojos de enojo ante lo que había escuchado.

-Eso no es verdad Liam. Alegó con un tono de molestia en su voz.

-Además, fuiste tú quien actuó violentamente ese día ¿o ya se te olvidó como dejaste inconsciente a Scott? No pude evitar poner mal gesto y apretar mi puño ante eso, pero tenía razón, si me había puesto violento, no sé si fue porque ella le escondió a Abi a Scott, o por verla con otro tan rápido, o a lo mejor fue por ambas.

-¿A eso vienes? ¿A restregarme lo que paso el otro día? Porque si es para eso no pienso quedarme aquí. Me levante rápido de la mesa, no estaba dispuesto a seguir ahí.

-¡Espera! Me sujeto rápido de la mano. -No vine a eso, en realidad quiero hablar. Dijo ya más calmada. Me senté de nuevo a esperar a que ella dijese algo.

Pedí algo de tomar, y espere, la verdad, era un silencio verdaderamente incómodo y de pronto lo interrumpe la voz de Brenda.

-¿Cómo está? ¿Cómo está la bebé? Preguntó tímidamente casi en susurro. No alzaba la mirada de su taza ya casi vacía.

-Abigail se encuentra bien, es fuerte y sana, crece muy rápido. Le di un trago a café y veía la gente pasar.

-Me gustaría verla. Dijo Brenda mientras centraba su vista en el playground donde habían muchos niños corriendo y jugando.

Mis oídos no podían creer lo que habían escuchado, Brenda quería ver a Abi, después de tanto finalmente ella pidió verla, me emocione, me llene de alegría, talvez ella quería volver a estar con Abi y conmigo, para que también criara a Abi y viera lo linda y alegre que es, no pude evitar sonreír ante sus palabras.

-Si quieres podemos ir a casa ahora, Abi debe estar despierta a esta hora, mamá le da su biberón y la lleva al jardín. !Vamos¡. Me levante de mi asiento y busque mi billetera para pagar los cafés.

-No no no no, así no Liam, no quiero "ir a verla" solo quiero verla, por foto o algo, ¿no tendrás fotos para ver a la bebé?

-¿Fotos? No podía creerlo, Brenda quería verla por foto, ¿qué clase de madre desea ver a su hija por foto pudiendo verla personalmente? Definitivamente ese tipo de cosas eran las que yo no quisiera contarle jamás a Abi, si a mi me dolío el escucharlo ahora Abi que estando más grande lo supiera siendo su hija, sería muy cruel.

-Sí, una foto o un video de la bebé. Recalcó sacandome de mis pensamientos.

-Abigail, se llama Abigail, y sí, si tengo. Saque mi celular de la bolsa y busque en la galería unas fotos de Abi y dos videos, uno donde reía con las muecas de mi madre y otra donde estaba entretenida balbuceandole a un pato de peluche.

-Toma. Le extendí mi celular con la fotos de Abi. Ella lo recibió y comenzó a verlas detenidamente.

-Se parece mucho a ti Liam.

-Creo que se parece más a ti.

-No lo creo, mira su rostro, tiene la misma forma de tu cara. Me mostraba con el dedo señalando la pantalla.

-Puede ser, pero tiene tus ojos. Añadi.

-Si. Afirmo con desdén y haciendo un gesto sin alzar la mirada de la foto.

-Me gustaría ayudarles un poco, conseguí un empleo en una tienda y...

-Claro que puedes ayudarnos. Le dije emocionado ante su intéres.

-Pero es que no me alcanza y creo que con tu familia está mejor. Tu familia tiene como hacerse cargo de ella.

-Sí, pero yo también corro con los gastos de Abi.

-Sí, pero ¿y si volvemos Liam? ¿si volvemos a estar juntos? Me preguntó.

-¿Hablas encerio, quieres que volvamos Brenda?

-Sí, sería bueno volver ¿no crees? Teníamos algo muy bonito, sería una pena quedar así.

-Me parece bien, sería díficil, pero los tres podremos juntos.

-No Liam, solamente tú y yo.

-No entiendo ¿Y Abi?

-La bebé se quedaría con tus padres y ahí les mandamos dinero.

-¿Tú y yo, y sin Abi? Le pregunté con asombro.

-Sí, podemos irnos a donde queramos y empezar de nuevo juntos mi amor, solos tú y yo, sin cometer los mismos errores, cuidandonos para evitar accidentes. Me veía esperanzada con sus verdes ojos vidriosos e ilusionados, me tomo suavemente de la mano y esperaba mi respuesta.

-Brenda...yo...yo no...es que...eso no estaría bien, y tampoco voy a dejar a Abi, no sería justo para ella ni para nadie. Abigail no es un accidente y menos un error, es mi hija y la amo.

-Pero puedes venir a verla, vamonós juntos Liam.

-Olvídalo, no lo haré.

-Como quieras, pero ni creas que enviaré algo para esa niña ni nada. Se recostó retoricamente en el respaldar de la silla y se cruzó de brazos.

-Ni ella ni yo necesitamos nada tuyo, me hice cargo de ella desde que te fuiste y no va a ser de otra manera. Me levante serio y molesto por la conversación.

-Fuiste tonto en quedarte con la niña.

-No Brenda, no fui tonto, fui hombre por hacerme responsable de mi hija.

-¿Qué tratas de insinuar?

-Nada, piensa lo que quieras, pero hasta aquí llego mi conversación, ya no quiero verte, ni hablarte, no quiero que te acerques a mí o a Abi o a mi familia, no quiero que me busques más y te quiero lejos de mí.

-¿Estás seguro de que eso quieres? Levanto la mirada y alzó una ceja viendome de forma arrogante y seductora.

-Sí, muy seguro.

-¿Entonces, se acabo?

-Se había acabado desde que te fuiste Brenda.

Deje dinero en la mesa y me fui del lugar, Brenda no se levantaba, la voltié a ver a lo lejos una ultima vez y me marche. Ya no quería saber más nada, estaba desepcionado de lo que ella quería, de lo que pensaba de Abi, simplemente no era la Brenda que yo amaba antes.

Llegué a casa y estaba mi madre con Abi en la piscina, me asuste, pero Abi parecía disfrutar sentir el agua en sus pies, se veía tan linda riendo así, ¿cómo podría yo dejar a esa princesita e irme? Yo no haría eso, no soy así, y eso me alegra.

La Princesita de Papá.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora