8. Valla sorpresa.

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Hoy es el día, iremos al primer ultrasonido. Brenda está un poco molesta por que la cita es en lunes y no podremos ir a clases, pero finalmente accedió a ir. Yo estaba muy contento, era la primera vez que podríamos ver a nuestro bebé.

Estaba muy contento, por que mi ma fue la que me permitió eso, mi sueldo no daba para tanto.

Llegamos al consultorio, durante todo el camino no hablamos nada, tal silencio de Brenda me hacía sentir mal, como si yo no le importara, ni el bebé.

-Pasen adelante, la doctora los espera. Dijó una de las secretarias del consultorio.

-Gracias. Respondí, iba a tomar de la mano a Brenda para entrar, pero ella se levantó de su asiento sin mirarme y tomando en sus manos su bolso y su celular, sin duda estaba molesta.

-Así que ustedes deben ser Liam Johnson y Brenda Harris, ¿cierto?. Nos preguntó la doctora ya estando dentro del consultorio.

-Sí, somos nosotros. Respondí amablemente y Brenda sólo guardaba silencio y observaba todo el lugar con sus ojos verdes.

-¿Liam Johnson, eh? Dijó mientras acomodaba sus lentes. -!Ya me acordé de ti¡ Exclamó casi en un grito.

-Eres hijo de Joselyne, ¿Verdad? Joselyne Evans.

-Sí señora. Dijé recordando que ese era el apellido de soltera de mi madre.

-Sí, la recuerdo, fue mi mejor amiga en la escuela, pero luego de graduarnos no supe nada de ella, hasta que años después vino a verme y estaba embarazada de ti Liam. Terminó contando sonríentemente.

-Te pareces mucho a ella.

-!Gracias¡. Dije.

-!Muy bien, Brenda ¿verdad? ¿Cuántos meses tienes de embarazo?.

Brenda no respondió nada, sólo vio a la doctora y subió y bajó rápido los hombros cómo si no le importara.

-Tres meses doctora, tres meses. Dije para que la doctora no se quedara esperando una respuesta.

-Muy bien, vamos a hacerte le ultrasonido y veremos como esta el bebé.

Pasamos detrás de una cortinita azul y vimos una camilla y junto a ella un equipo con varias cosas y una pantalla.

Al ver todo eso, Brenda tomó fuerte mi mano.

-Recuestáte y sube tu blusa y baja un poco tu legging. Le pidió la doctora a Brenda mientras Brenda se acercaba a la camilla.

Se arrecostó, subió su sueter blanco y luego su blusa rosada cuando la vi, vi que Brenda estaba fajada, se pusó la faja que usaba cuando hacía ejercicios. No pude evitar mi enojo al ver que estaba tratando de disimular su embarazo.

Brenda notó que vi la faja y se bajó rápido su ropa. La doctora estaba preparando el equipo y no pudo ver lo que vi.

Brenda me miraba con temor. Sabía que estaba furioso, pero no armé ningun escándalo, simplemente subí su sueter, luego su blusa y bajé un poco su lycra de forma suave sin decirle nada. Brenda no opuso resistencia, sólo me veía.

La doctora tenía ya todo listo.

-!Bien, podemos empezar¡ Dijó y fue ahí cuando vió la faja de Brenda.

-¿Te fajas? Preguntó sorprendida.

-Sí. Respondió.

-No debes hacer eso, puede perjudicar el sano crecimiento del bebé. Le dijó la doctora un poco preocupada.

-No se preocupe doctora...- le dije en lo que quitaba la faja del abdomen de Brenda y pude ver lo tallada que la traía puesta por el respiro profundo que dió y que algunas de las costuras de la faja se quedaron marcadas en su piel. Esto me llenó de ira, ¿cómo pudó? ¿porqué insiste en ocultarlo? ¿lo hacía sólo por molestarme?.

Le quité su estúpida faja y dijé:-...no la usará ya más. Añadí.

Tomé la faja y la eché en el bote de basura. Brenda veía mis gestos y no hacía nada.

La doctora colocó ese gel que usan y Brenda le dió un pequeño escalofrío. Nos quedamos viendo la pantalla y de repente...

-!Ahí está¡ Nos dijó con alegría la doctora.

-¿E... ese... ese es nuestro bebé? Dije en un hilo de voz por la emoción.

-!Sí, ese es su hijo¡. Me confirmó la doctora.

-!Nuestro...nuestro hijo Brenda¡ le dijé mientras sostenía su mano y podía sentir como se aceleraba mi corazón al ver esa cosita movérse. Miré a Brenda y vi como unas lágrimas bajaban por su mejilla. No pudé contenerme y le di un beso muy suave y delicado y vi como sonreía al decirle al oído que la amaba, que los amaba a ambos.

-Mmmm. Exclamó la doctora.

-¿Qué sucede doctora? Dijimos en univoz.

-Es que, para ser un bebé de tres meses está algo pequeño y se ve muy delgadito, pero tranquilos, no es nada tan grave, podemos arreglarlo, para que no perjudique su desarrollo.

No puedo creerlo, me comence a preocupar por lo que estaba escuchando, tenía...miedo.

La Princesita de Papá.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora