2.Una noche especial.

31.1K 1.2K 31
                                    

2. Una noche especial. Editado.

Ya son como las 5:00pm y ya acabe de ayudar a mamá y papá con la limpieza. Fiorella se fue a dormir a casa de unas amigas y nos dejó con todo el trabajo. Ya le pedí el auto a papá, le dije que iría a quedarme a casa de Gonzalo y que llegarían unos amigos más. Mi novia hizo lo mismo en su casa y dijo que se quedaría en casa de su mejor amiga Roxy, pero la verdad es que yo iré a buscarla a casa de su amiga y la llevaría a donde yo tenía planeado todo. En una bonita cabaña de mi familia a unos cuantos kilómetros de aquí. Es una cabaña que se usa ocasionalmente en pequeñas celebraciones familiares o para irnos de vacaciones.

Llegué a casa de Roxy y ella fue quién me abrió, me pasó adentro y me dijo que esperara, que Brenda estaba en el baño. Me senté y esperé, no pasó mucho tiempo cuando Brenda llegó y me besó, se despidió de sus amigas y de la mano nos fuimos al auto.

Ya en el auto conversamos de todo un poco, de la fiesta, de los amigos, de nuestros planes universitarios, Brenda quiere estudiar periodismo y está muy entusiasmada por eso, los medios de comunicación es un área que siempre le ha atraído. Entre tanto y tanto, llegamos a la cabaña casi a las 7:30pm. La fachada del lugar era tal como lo recordaba, habíamos venido para el día de Navidad el año anterior.

Una cabaña grande de madera, con un amplio pórtico y ventanas grandes con marcos de madera oscura. “Una cabaña muy rustica” fue lo que papá buscaba. Entramos a la cabaña y comimos algo de lo que traíamos, en la cabaña no había alimentos y por eso trajimos algunos bocadillos de los que habían quedado en la fiesta. Encendimos la chimenea y estuvimos en la sala, seguimos charlando por un poco más de tiempo, pronto empezó a hacer frío a pesar de tener la chimenea encendida así que le llevé algo de vino a Brenda.

―Ya vuelvo. – le dije mientras le daba un beso en la frente y me dirigía la dormitorio principal, ella se quedaría en la sala, cómoda en el sofá. Fui al dormitorio principal y todo estaba intacto, parecía sacado de revista, a simple vista era una habitación sumamente acogedora, era rustica y con colores cálidos, todo estaba en orden, la cama se veía invitadora con sus sábanas blancas a juego con su edredón de color champan y almohadas de color dorado satín. Las cortinas y la alfombra combinaban entre sí con ese color casi terracota. Solo faltaba un detalle, la habitación era algo oscura, faltaba algo que diera un poquito de iluminación al lugar. Busque entre los cajones y encontré un set de velas que comencé a distribuir por el cuarto.

Cuando ya estuve satisfecho con la imagen, fui de nuevo a la sala y me acerque a Brenda. ―Quiero que vengas conmigo, pero cierra los ojos. – le dije mientras tomaba sus manos entre las mías.

― ¿Y adónde me llevarás?

―A una sorpresa. – se sonrió con sus ojos aun cerrados, yo la guiaba por el pasillo hasta la habitación.

― ¿De verdad? – preguntaba ella en forma coqueta. Me derrite cuando usa esa voz seductora en mí.

― Sí, una sorpresa para ti. – no pude resistirme a esos bellos labios y le di un beso. Su sabor en este momento era a vino, nada mal en realidad.

―Ábrelos. – le indique en el momento en el que ya estábamos frente a la puerta abierta de la habitación.

― ¡Oh, cielos! Esto es muy bello, Liam. – Brenda me abrazo con ternura y se adentró en la habitación para recorrerla mejor. Me encanta verla así, feliz y sonriente.

― ¿Te gusta? – le pregunte mientras me iba aproximando más a ella y la tome por la cintura.

― Me encanta, es perfecto, Liam. – me comenzó a besar en los labios de una forma lenta y sensual, disfrutando cada segundo de sus labios embriagadores con sabor a vino. Yo le correspondía beso jugando con sus labios en mi boca, podía sentir su sonrisa en mis labios. El beso se iba profundizando cada vez más y con cada segundo mi deseo aumentaba. Podía sentir mi respiración volverse pesada cuando sus manos se deslizaban por sobre mi espalda.

La Princesita de Papá.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora