Capítulo 45

207 35 49
                                    

El timbre me saca de mis reflexiones. Voy casi corriendo a encontrarme con el "Sr. Problemas". Cuando abro, él está con una mano apoyada en el marco de la puerta, mirando hacia abajo.
- Hola- Saludo tímida.
- Te extrañé.- Confiesa, levantando la mirada con esa sonrisa tan característica en su rostro.
- Pasa, tenemos que hablar.- Sentencio seria. Aunque debo admitir que me cuesta no desmoronarme ante su presencia.
Él entra lentamente, mientras intenta pasar una mano por mi cintura, pero me alejo, saludandolo con un beso en la mejilla.
- ¿Qué pasa?
- Sientate, por favor.

Hace una inclinación con la cabeza para afirmar. Se sienta en el sofá doble, junto a Mike. Tomo a mi mascota por la barriga para tomar su lugar y poder terminar con todo esto. Estoy sentada justo al lado de él.

- ¿Quieres tomar algo?- Pregunto mientras me aclaro la garganta. No se bien como empezar.

- Dime para que me has llamado.- Afirma firme.
- ¿Conoces a Sara?

- Sí.- Responde dubitativo.- ¿Por qué?

- Porque no ha engañado a los dos.- Comienzo a contar todo los acontecimientos recientes, con lujo de detalles, para que entienda perfectamente en la situación en la que nos encontramos.

Él mientras se muestra imperturbable. De vez en cuando suspiró al escuchar mi relato, pero no más que eso. Me da la sensación de que se está controlando por mi, para que yo esté serena. Noto un halo de intranquilidad en sus facciones. Está tan preocupado como yo.

- ¿Eso es todo? - Inquiere mientras acaricia mi mejilla.
- Sí. - Afirmo mientras muerdo mis uñas.

- Bien, sabría que esto alguna vez pasaría. Pero jamás me imaginé que tu tuvieras que estar en el medio.

- Yo tampoco.- Suspiro. Estoy a punto de perder la compostura.

- Hey- Exclama de repente. - Tranquila.- Toma una de mis manos.
- No se que hacer, Ciro.

- Yo si.
- ¿Qué?- Pregunto, con una esperanza en el corazón.
- Dejaremos que cuente todo lo referido a mi.
- ¡¿Acaso estás loco?!- Grito levantandome del asiento.

- No. Es la única salida.
- ¡No es la única y lo sabes!- Tomo mi cabeza entre las manos.- No puedo hacerte esto. El hecho de que no te ame no significa que no seas importante para mi. Tu vida era perfecta antes que llegue yo a destruirla. Si no fuera por mi estupidez...¡Todavía estarías bien! ¡Tu reputación no estaría en peligro!.
- Sofía- Interrumpe.

- ¡No puedo creer que haya sido tan ingenua! Me dejé engañar como una niña. Ahora estoy entre la espada y la pared. Si Jared se entera de lo nuestro, o de mi pasado, será el fin.
- Sofía.
- Pero tampoco puedo permitir que ella te haga eso. ¡No puedo permitirlo!
- Sofía
-¡¿Entiendes?!
- ¡Sofía!- Alza la voz mientras toma mis hombros con sus grandes manos.- Tranquilizate. Todo estará bien. No permitiré que te pase nada. Si mi renombre debe ser manchado con tal de preservarte dejaré que lo hagan, porque tampoco aceptaré la propuesta de unos estafadores. Algunas personas se alborotarán, pero luego lo olvidarán. No pasará nada. En cambio tu vida, tus sueños, no puedo permitir que te arrebaten todo solo por haber sido parte de un plan para destruirme. Te lo he dicho, te lo digo y te lo diré siempre, te amo como nunca he amado a nadie. Haría todo por ti. Arruinaré mi vida si es necesario. Ya te lo dije y jamás lo olvides; iría al infierno por ti.

- No se que hacer.- Me desplomo en sus brazos y comienzo a llorar, mientras el acaricia mi cabello y besa mi frente.

- Ya te he dicho lo que debes hacer.
- ¿Por qué tiras todos los logros que has alcanzado por una idiota que no siente nada por ti?

- ¿Conoces "Cien sonetos de amor" de Pablo Neruda?

- No.- Niego, mientras él seca mis lágrimas con sus pulgares.
- ¿Qué por qué hago todo esto por ti?- Se aleja un poco para tomar distancia.- Mírame a los ojos.
- Sabes que no puedo hacer eso.

- Será la última vez que te lo pida, luego cada vez que nos veamos aceptaré que no quieras mirarme de frente. Te lo prometo, hazlo por mi...- Se interrumpe.- Hazlo por ti.
- De acuerdo.- Levanto la mirada y me encuentro de frente con sus hermosos ojos grises. Aquellos por los que cualquier mujer moriría, y yo aquí, viva frente a ellos.
- Escucha- Se pone de rodillas mientras toma mis manos.-

" No te amo como si fueras rosa de sal, topacio
o flecha de claveles que propagan el fuego:
te amo como se aman ciertas cosas oscuras,
secretamente, entre la sombra y el alma.
Te amo como la planta que no florece y lleva
dentro de sí, escondida, la luz de aquellas flores,
y gracias a tu amor vive oscuro en mi cuerpo
el apretado aroma que ascendió de la tierra.
Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni de dónde,
te amo directamente sin problemas ni orgullo:
así te amo porque no sé amar de otra manera,
sino así de este modo en que no soy ni eres,
tan cerca que tu mano sobre mi pecho es mía,
tan cerca que se cierran tus ojos con mi sueño."

Quedo atónita ante esta declaración. Una sonrisa de emoción cubre mi rostro de lado a lado.
- ¿Ahora puedes entenderlo?- Se para y deposita un beso en mis labios.- Haremos lo que te dije. Llámala hoy mismo y dile que no hay trato. Que dejaré que salga todo a la luz sobre mi pasado, con tal de que preserve el tuyo. Dile que les conseguiré al mejor abogado y trabajará gratis para ellos, pero solo si cumple el pacto de no ventilar tu vida, solo la mía. Y adviértele que si me traiciona, tengo mucho tiempo y dinero para hacer que pierdan el caso del que se los acusa en un abrir y cerrar de ojos.

Amor DescartableOn viuen les histories. Descobreix ara