Capítulo 5

319 34 21
                                    

Entro con desconfianza al edificio, todo el mundo me mira como si fuera una rata que no saben de donde ha salido. Ellos, con sus perfectos trajes inmaculados. Deben tener miedo de que al respirar cerca de ellos los moje. Bien, serénate Sofi. Estas en el trabajo, no en el ring.

Un hombre mas o menos mayor en cuanto me ve se acerca.

—Hola ¿Señorita?
—Smith.

— La estábamos esperando.

Genial.Por lo menos me han esperado. Llegue con 20 minutos de retraso.

—Encantado. Soy el Sr. Levis pero puede llamarme mejor por mi nombre, Rob. Veo que la lluvia la ha tomado por sorpresa.

¿En serio lo ha notado? (estoy siendo sarcástica)
—Pase por favor.

Camino tímidamente tras Rob. Es muy cálido. No se comporta como todos los demás aquí, toma como una actitud de padre. Parece alguien con experiencia y que ha vivido mucho. La persona perfecta que debes buscar si necesitas pedir un consejo.

—Bien, siéntese por favor. Nos ha gustado como ha respondido a la urgencia de nuestro mail. Solemos hacer este tipo de cosas para ver como reaccionan los entrevistados bajo presión. Le sorprenderá saber que usted ha sido la única que ha venido. De no ser así, tampoco tendría competencia.

Sonrío levemente.

—Nos ha gustado su actitud. Sabemos que se ha postulado para el puesto de recepcionista, pero su curriculum da para mucho mas visto que tiene estudios.
Me recibí de la universidad el año pasado. Pero en donde vivía no tenia oportunidad de ejercer así que tuve que buscar mi camino.

—Muchas gracias, me alegro que lo haya notado y que lo tenga presente.

De repente comenzamos a hablar de cosas banales con Rob. Cada vez que lo veo me recuerda mas y mas a mi padre. Una nostalgia me invade.
Termino la entrevista y me ha dejado muy satisfecha. Pensar que mi día parecía ir de mal en peor y hasta conseguí un ascenso y todo.
Al llegar a mi casa me quito la ropa mojada y quedo solo en ropa interior. Me tumbo sobre la cama. Estoy cansada.
Realmente necesito una mascota urgente. Estoy muy sola aquí.

Tengo ganas de salir a algún lado pero no tengo con quien. Jared no responde mis mensajes, espero que no se haya enojado. Quizás podría probar llamando a Sara.

Cojo mi móvil decidida mientras como unas papas fritas que compre por el camino.

— ¿Alo?

—Hola Sara, soy Sofi, la chica de recién. Se que suena absurdo pero tenia ganas de salir y no tengo con quien. ¿Te gustaría ir a algún lado?
— ¡Por supuesto! Te llevare a una disco que te encantará. Ponte perra.

No puedo evitar una risa.¿ Ponte perra?
—Oh vamos, vas a decirme que no vas a conquistar corazones.

—Solo quiero divertirme.
—Uno se divierte más estando acompañado.
Hablamos un par de minutos y colgamos. Debo alistarme.

Me pondré unos oxford negro y un top al cuerpo azul con algunos brillos por aquí y por allá que deja ver un poco mi barriga. Maquillaje de noche, y estoy lista!
Durante el viaje voy mirando la magnifica noche de hoy. Ya no llueve, obviamente la ciudad como ya es costumbre se burla de mi.

Cuando llego, busco a Sara por todas partes pero no aparece. Me quedo posada sobre la pared mirando mi móvil.

Envío un sms.

—¿Dónde estas?

Mi teléfono vibra después de unos cuantos minutos
—Estoy en camino. Discúlpame, ¡Me he retrasado!

Me sobresalto. Siento una cálida presencia detrás mio, que me habla al oído.

—Siempre te ves muy bien.

Él esta vestido con una camisa blanca impecable que le queda pintada.

No puedo emitir palabra. Siempre que lo veo hay algo en el que me desestabiliza. Me atrae bastante.
—La ultima vez que nos vimos, o mejor dicho nos topamos, prometiste que cuando nos viéramos devuelta lo acordaríamos y yo solo percibo desencuentros.

Como si yo tuviera la culpa, es este lugar. Esta maldito. Lo se, ya lo he comprobado.

—Que puedo decir, ¿No soy una mujer de palabra?
Ciro me da una sonrisa de lado, esa que le da ese aire de misterio tan característico de el.

—No creo que seas así. Lo que si puedo ver es que te has puesto despampanante para algún otro hombre que no soy yo.

No señor misterio, no hay ningún otro hombre en mi vida.

—Si eso te da celos podría decirte que si.

El me mira serio.

—Esa palabra no esta en mi vocabulario. Me gusta usar palabras mas interesantes como por ejemplo, quieres, tomar, una copa?

Se queda en silencio.

—Eres un enigma ¿Lo sabias?

—Creo que somos dos.

Sara todavía no ha llegado y empiezo a pensar que se ha olvidado de mi. Tampoco podía esperar mucho de una salida con una chica que recién conozco. No puedo esperar que todos sean amables.

Ciro posa una mano en mi espalda baja para invitarme a entrar. Pide una mesa y unos tragos. Sinceramente esto parece mas una cita que una salida común.

—Dime Sofia, ¿Por qué no te has contactado conmigo? ¿No tienes ganas de descifrar el enigma que según tu, llevo encima?

Me pongo incómoda. Tomo un trago de mi daikiri para alargar el tiempo de respuesta.
La verdad es que no lo he llamado porque me pone nerviosa estar con el, pero no puedo decírselo. Mientras él está entretenido mirando por la ventana, me quedo observando sus ojos. No me queda claro si son grises o azul oscuro. Pero son increíbles.
Cuando voltea, ha notado que lo miraba con atención.

—Y ademas de rechazar hombres y romper corazones, ¿También te dedicas a mirarlos mientras están distraídos?

El no puede callarse nada, siempre dice lo que piensa. Siempre. Desde el primer momento que nos vimos.

—Siempre eres así?
El levanta las cejas y abre bien los ojos.

— ¿Así como?

—Así, de directo. Es decir, pareces una buena persona, pero jamas conocí a alguien que diga todo lo que piensa.

—A veces hablo sin pensar y eso me juega en contra.

Lo miro en silencio. El también queda en silencio.

— ¿Te molesta?

—No, para nada. Solo me sorprende, porque no hay muchos hombres como tu.

—No te confíes, todavía no me conoces. Quien sabe, quizás pueda estar actuando como si no pensara antes de hablar, y en realidad si lo hago. Después de todo soy un extraño,¿No?
El tiene razón, pero por algún motivo siento que nos conociéramos de toda la vida.

—Pero si desconfío de todos los extraño que pasaran por mi camino, jamas llegaría a conocer a nadie. Prefiero creer y luego sacar mis propias conclusiones.
—Eres irresistible.
—Nunca se puede seguir un hilo conductivo contigo.
—No, nunca.
Me da una sonrisa de lado.

Amor DescartableWhere stories live. Discover now