Capítulo 36

251 37 38
                                    

-No sabía que tocas la guitarra.
- Hay muchas cosas que no sabes de mi.
Un silencio se pone entre nosotros. Quiero hacerle tantas preguntas, y al mismo tiempo tengo tanto que quiero callar...
Él se encuentra sentado con las piernas cruzadas encima de la cama. Tiene la guitarra en la posición perfecta para que sus dulces dedos toquen algunas notas.

-¿Puedes tocar algo para mi?
- ¿No prefieres que te toque a ti?-Pregunta, levantando una ceja.
- Necesitamos hablar primero.-Confirmo.
Él solo afirma bajando un poco su cabeza.

-Siéntate.-Ordena, con tono autoritario.

Hago caso a sus órdenes y descanso lentamente sobre la cama. Debo admitir que lo que pueda llegar a decirme ahora, provoca en mi un miedo indescriptible.
Abro la boca para comenzar la conversación, pero me interrumpe.
-Perdóname.- Comienza-Tu sabes que no fue fácil para mi aceptar que Bella se fuera, y tampoco fue fácil aceptar que de pronto tu te convirtieras en mi pareja. Sabias que cuando ella se marchó, una parte de mi marchó con ella.
Sus palabras me lastiman con cada palabra. Ya me veo venir el "Necesito un tiempo" "No eres tu, soy yo".
-Cuando escuché noticias de que había vuelto me derrumbé. Me sentí completamente confundido. No podía entender como ahora, cuando entre y tu yo había algo especial, apareció ella para desordenar mi vida otra vez. Sentí ganas de verla, y también no. Ganas de estar contigo, y ganas de estar solo. Pensé que después de tanto tiempo la había podido olvidar.

- ¿Y pudiste?
- La verdad es que no-Dice, mirándome de frente.

-¿La amas?- Lanzo como un puñal. Las palabras salen solas de mi boca.
-No lo se.

-Entonces no puedo estar contigo.
Cuando me disponía a irme, me interpela.
- Espera.
Quedo de espaldas a él.
- Dime.
- Descubrí algo con esto.
- ¿Qué?- Digo volteando un poco la cabeza, para poder verlo por el rabillo del ojo.

Se queda mudo un momento, reflexionando. Quiero voltear para verlo, perfecto como siempre. Pero no puedo, me haría peor.
De repente coloca las manos en los bolsillos de su abrigo.
- ¿Qué?- Reafirmo.
- Que no puedo estar sin ti.- Dice suspirando.
Siento ganas de llorar pero no puedo. No se si lo que acaba de decir es bueno, solo se que no es malo. Y una vez más me veo envuelta en tener que esperar a que sea él quien decida el futuro de nuestra relación.
-¿Me amas?- Pregunto mientras volteo para tirarme a sus pies.

-¿Tu me amas?
-Te amo desde que te conocí. Sentí celos cuando supe que estabas con ella. Cuando te escuché aquel día en la fiesta en otros labios que no eran los míos. Que disfrutabas junto a alguien que no te disfrutaría tanto como yo a ti. Pero no me has respondido.
- No lo se Sofi. - Comienza a despeinarse. Mueve sus manos de adelante hacia atrás.
- Deja de hacer eso.
- Y tu deja de confundirme.
- Mira quien habla.

-Sofi.
- ¿Qué?
- Las amo a las dos.
Quedo totalmente paralizada. Algo en mi mente susurra que no caiga. Todavía no está todo perdido.

- Estoy dispuesta a luchas por ser a quién ames más.
- ¿Y si no ganas?
- Lo haré
- ¿Cómo puedes estar tan segura?

- Mírate al espejo.
Él me observa como si estuviera loca. Presta atención a cada uno de mis movimientos, a ver si algo puede delatar que es lo que estoy tramando.
- ¿Para qué?
- Solo mírate.
Se levanta y se para frente a un espejo de pie que tiene junto a su cama. Su rostro está serio.
- ¿Y bien?- Pregunta volteándose hacia mi.

- Dime que ves.
Se toma unos minutos para inspeccionar lo que ve.
- Me veo a mi. Sofi, dime que quieres.
- Hazme caso. Descríbeme que ves.

- Me veo a mi.- Se encoje de hombros.
- Descríbete.

- Estoy descalzo, tengo el torso desnudo. Veo mi pantalón deportivo favorito.

- Mírate el rostro.
- Veo...- Se aclara la garganta- Veo mi nariz, que no me agradó nunca. Mi cabello que cambia cada vez que me aburro. Marcas de aros que he llevado y que no han cicatrizado.

- ¿Algo más?
- Creo que no.
- Tienes un lunar en el ojo izquierdo, bajo el párpado.
Su rostro se desencaja de la sorpresa. Levanta el párpado donde efectivamente se encuentra el mencionado detalle.

- Sofi, no yo sabía que lo tenía.

- Bien, ahora ve y pregúntale a Bella si sabía de su existencia.
- No entiendo a donde quieres llegar.-Duda, mientras mira mi reflejo.

- Ella te conoce hace años. Has sido su compañero en las buenas, en las malas. Siempre han estado juntos. Ha venido innumerables veces aquí, tu a su casa. Ha conocido a tu familia. Supo de cada chica con la que estuviste. Te cubrió cuando engañabas a tus ex novias. Rieron juntos, lloraron juntos. Te vio más veces que tu misma hermana probablemente, pero ella, ella jamás supo de ese lunar. ¿Y sabes por qué? Por que no importa cuanto conozcas a una persona, ni la cantidad de años, de meses, no importa cuanto tiempo pases con ella. Eso jamás significará que podrás quererla más.Cuando alguien es para ti, simplemente ese sentimiento de conocerse hace años llega en un instante, como a mi me pasó contigo. Me conoces hace poco, hace poco dejé de ser una desconocida para ti. Has visto poco y nada de mi vida, hasta quizás no sepas mi nombre completo, ni mi fecha de nacimiento, quizás solo sepas el nombre de mi gato porque tu mismo me lo has regalado, pero yo en este poco tiempo que estuve contigo descubrí todo de ti. Se que te gusta desvelarte viendo dibujos animados. Se que pones las manos en los bolsillos cuando estás incómodo. Se que tienes un lunar bajo el párpado izquierdo porque te he observado siempre para aprender un poco más de ti. Lo se todo de ti porque te amo. Te amo Jared. Podrás amarnos a las dos, pero debes saberlo, ella nunca, nunca, te querrá como te quiero yo.

Está paralizado observándome desde el espejo. Pareciera que nunca nadie le había dicho nada igual. Me contento con sonreirle y hacerle un gesto para que se acerque. Ya me siento cómoda, soy yo la que decidirá de ahora en más.

Amor DescartableWhere stories live. Discover now