La herida del accidente de ayer ya no duele, por suerte. Ahora estoy preparándome para salir con Jared. Es un día hermoso, no hace ni calor ni frío. Me asomo a la ventana para disfrutar de la tranquilidad de estar en mi nuevo hogar. Veo a algunos transeúntes que se reúnen en restaurantes, madres con sus niños, mujeres dentro de la peluquería. "Que buena idea, peluquería" pienso. Debo anotarlo en mi lista de cosas por hacer, quizás un cambio de look me haga sentir mas segura.
Mi hermano siempre dijo que cuando las mujeres cambian de aires, se la agarran con su cabello en forma de demostración, y es verdad. En mi opinión es como si le dijéramos al mundo, hola, estoy aquí y no te tengo miedo.
Pierdo mi mirada en la nada, con una mano apoyada en el respaldo y en la otra poso mi mejilla. Pienso, pienso mucho.De repente vuelven a mi cabeza recuerdos de mi pasado que quiero borrar. vuelven para atormentarme. Salgo inmediatamente de la ventana como si el contacto con ella me quemase de repente, y tomo mi cabeza. "¿Qué estoy haciéndome?. Si tan solo alguien supiera mis secretos, todo se derrumbaría."
Escucho mi teléfono vibrar sobre la mesa pero por alguna razón que desconozco no quiero cogerlo. Están llamándome. ¡Hey!, están llamándome. Entro en pánico, no quiero descolgar. ¿Y si es?... No, no puede ser...
— ¡¿Sofi, por qué tardas tanto en responder?! Hoy tienes la cita con el muchacho, llamé para recordártelo. Olvida de todo y sal a divertirte.— Se entusiasma Mia, detrás de la línea.
Quedo en silencio un par de segundos, el suceso de recién me ha dejado paralizada.
—Sofi, tienes que olvidarlo, simplemente tienes que olv...
No la dejo continuar y cuelgo. De repente la realidad me da una bofetada.
— ¡Él! — Grito
¡Estoy perdiendo el tiempo! ¡Tengo que prepararme rápido!
Mientras enciendo la radio para escuchar un poco de ruido en esta silenciosa casa y voy a darme una ducha. Al finalizar me dirijo hacia la habitación. Antes de que pueda pensar en que ponerme, mi celular vibra de nuevo. Cuando lo reviso tengo 3 llamadas perdidas de Mia, y un mensaje de Jared.
— "Hola linda, ¿Te veo hoy?"
Sonrío. Que atento es.
— "Sí, bonito :)"
Las voces de la radio llegan a mis oidos, y oigo que anuncian buen tiempo. Será el día perfecto.De pronto el locutor coloca su voz en un tono serio para dar una noticia terriblemente triste. Un hombre que recién acababa de comprar su casa por alguna razón inexplicable se volvió loco y la destrozó. El relato de los oficiales me deja helada. Copas de vidrio rotas por todas partes, sabanas destrozadas. Se ha vuelto loco el pobre. También detallan que ningún familiar quiere hablar al respecto. El caso es un misterio. La noticia no me toma por sorpresa, ya la conocí mirando la televisión. El rostro del tipo está en cada medio social que a uno se le ocurra. Todo el mundo quiere saber que es lo que lo ha puesto en ese estado. Un escalofrío recorre mi espalda, pero decido distraerme y cambiar la emisora.
Comienzo a ponerme una falda acampanada, un top básico blanco, unos zapatos bajitos y una camisa encima atada a mi cintura.Me da un aspecto casual y inocente. Dejo todo en orden y salgo para allá. ¿Qué amiguito nuevo me enamorará? ¿Un gato? ¿Un perro?
Cuando llego al lugar de encuentro, está aquel muchacho de aspecto fuerte y decidido, leyendo un libro apoyado en la pared. Para ser un hombre de cabello azul que parece llevarse el mundo por delante, siempre se lo ve tranquilo. Su aspecto es como si no concordara con él. Igualmente opino que le queda genial.
—Hola linda, ¿Lista para elegir?
Doy un salto y digo que si con una gran sonrisa.
—Alguien esta de buen humor hoy. — Afirma dándome un codazo.
Vamos camino al lugar de adopción, y mientras pasamos por muchos locales de comida. "Las mejores hamburguesas de la ciudad" "¡Pruebe nuestros hot cackes!" "¿Podrá resistirse a la dulzura de nuestro pastel?" Son algunas de las leyendas que se pueden leer en los escaparates.
