Capítulo 26

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Al salir del trabajo, tomo el consejo de Sara.

Me dirijo al campo de batalla. Estoy yendo a la casa de Jared.
Ni siquiera estoy pensando. Por primera vez estoy actuando sin pensar. Esto me ha hecho el maldito amor. El bendito amor. Mi bendición, mi maldición.
Cuando llego, él abre la puerta. Al verme, queda pasmado.
-Hola.

Parece que no sabe ni que decir.
Jared-Sofi ¿Qué pasó?
-¿Me dejas pasar?
Él duda por un momento, luego me hace espacio para que entre.

Comienzo a caminar de un lado a otro, tomo mi cabeza entre las manos. Trato de no pensar en nada, antes de que me arrepienta y salga por esa puerta disparada.

Él me mira como si estuviera viendo a un fantasma.
Jared-¡Sofi! ¡Dime qué pasa!
Por fin entiendo lo que vine a hacer aquí.
-¿Qué fue lo de la otra vez?
Esconde las manos en los bolsillos. Mira hacia un lado. Parece buscar las palabras adecuadas.
-¡Dime! ¡Dime si sientes algo! ¡Si no sientes nada, me iré por donde vine! ¡Solo dime!
Él cada vez se sorprende más. Noto su nerviosismo. No se esperaba esto.

Jared-¡Sofi, no lo se!  No lo se, ¿Entiendes?. No se que me pasó ese día en el estudio. No se porqué quise besarte, y mucho menos se porqué no lo hice.

Algo en mi se quebró. Corro hacia su dirección, trago saliva y lo beso como nunca antes besé a alguien en mi vida. Siento esas mariposas que nunca antes sentí, tan intensas. Ahí estaba, el amor corre por mis venas. Siento cosquillas en mi barriga. Mi corazón se acelera. Mis ojos están lo más apretados que puedo para no perderme nada esta hermosa sensación. Quiero sentirlo todo.

 Él intenta echarse para atrás, pero lo tomo más fuerte aun de la nuca. Acaricio sus cabellos. Meto una mano por dentro de su playera, acaricio su espalda suavemente. El beso poco a poco se torna mas lento. Siento una lágrima correr por su mejilla. Se por quién llora. Me alejo por un segundo, lo miro a los ojos.

-Olvídala conmigo.
Vuelvo a besarlo. El beso se va tornando cada vez mas sexy. Esta proximidad es lo que hace tiempo buscaba.

-Tómame.
Me toma la cintura, elevándome. Lo abrazo con las piernas. Nuestro beso se torna más y más apasionado. Quita mi blusa. Mi espalda choca salvajemente contra la pared. Me arranca el corpiño con los dientes. De repente no llevo nada encima. Me besa indecentemente, haciéndome rozar el borde de la locura. Siento esa exquisita sensación de su lengua fría rosar mi piel hirviendo. Largo un gemido. Me toma del cabello y lo jala hacia atrás. Besa mi cuello, mientras  acaricio su cabeza. Quiero jugar con él pero me tiene inmovilizada. Solo quiero disfrutar este momento. No tengo ganas de pensar en nada.
Siento su firme cuerpo contra el mio, no puedo aguantarlo más.
-Quítame todo.
Jared-Se dice por favor.

Sonrío mientras nos besamos. Me desnuda por completo. Me lleva hacia su cama. Se me sube encima, acerco mi boca a su oido.
-Te deseo.
Estas fueron las últimas palabras que susurré durante un par de horas. Lo hicimos por mucho tiempo. Por primera vez hice el amor con un hombre. No se siente nada parecido a lo que había sentido antes. Es una mezcla de emociones, entre lo caliente del sexo, y la dulzura del amor. Hice el amor, y fue increíble. Fue quedarme recostada sobre su pecho, sintiendo su corazón ir bajando la velocidad. Sentir su respiración agitada irse calmando con el correr del tiempo. Sentir sus brazos abrazándome y protegiéndome. Aquí me siento segura. Aquí soy realmente feliz. Al fin lo descubrí. Por fin entendí porqué siempre me siento sola. Nunca tenía un lugar, un hogar. Hoy se que ese lugar es en sus brazos. Mataría por tenerlos para siempre sobre mi. Quiero a este hombre todo para mi. No se que sienta él por mi, pero eso ya no importa. Desde ahora en más seré suya para siempre. Quiero hablar, pero no encuentro las palabras indicadas. Mientras toco su cabello, siento sus ojos cerrarse. Se ha quedado dormido. Lo observo dormir, completamente enamorada.
Y luego, ahí lo entendí todo. Entendí porque Ciro acepta tenerme solo por un momento. Acepta amarme sin que yo lo ame. Todo vale la pena con tal de estar en mis brazos. Quizás el tampoco tenga un lugar. Quizás yo sea su lugar. Siento pena por el, pero no por mi. En este momento estoy donde quiero estar.
Cierro los ojos, sin dejar de abrazar a Jared. Una sonrisa se dibuja lentamente en mi rostro, a medida que me rindo ante este maravilloso sueño. Esta vez no fue un sueño. Esta vez no lo imaginé. Realmente está pasando, y no se me escapará jamás.

Al despertar, no se cumplió mi peor pesadilla. El no había escapado, estaba todavía junto a mi. Acariciaba mi brazo y me besaba la cabeza. Yo disfrutaba del contacto, sobre su pecho, mientras sentía el aroma de su piel. Me recuerda a la playa.
Jared-Buen día bella durmiente.
Sonrío encantada.
-Mhmm...Jared, ¿Puedo hacerte una pregunta?

El se toca la barilla, asiente con la cabeza.
-¿Puedo fumar aquí?

El ríe.

Jared-Es gracioso porque por mucho tiempo pensé que no fumabas, entonces cada vez que estaba contigo retenía las ganas de hacerlo.
Le doy un tierno beso en la boca.
Busco en mi bolso los cigarrillos, y como en las películas, comenzamos a fumar juntos en la cama.
Luego de un rato de tranquilidad, vuelvo a la realidad. No puedo olvidar el hecho de que antes que todo esto sucediera, sentí una lagrima suya.
-La extrañas?
Jared-No lo arruines, por favor.

-Dímelo.
Jared-Sí.
Tomo impulso para hacer la siguiente pregunta.

-Si ella volviera, ¿Dejarías de estar conmigo para estar con ella?.

Amor DescartableWhere stories live. Discover now