Caminamos de la mano junto a Ciro, en silencio. De vez en cuando comentamos lo extraño que nos parece algún tipo de pez, pero nos limitamos a eso.
Luego del episodio de recién, ninguno de los dos supo como continuar. Me gustaría saber que pasa por su cabeza en este momento. Que siente, que piensa. No tengo el valor de preguntárselo. Él ha perdido todas sus armas hoy. Se entregó a mí como nunca antes lo habían hecho. Desnudó su alma.
Yo — Quiero verte desnudo.
Él voltea su mirada del acuario, sorprendido.
Me da esa enigmática sonrisa.
Ciro — Recién has podido verme más que desnudo frente a ti.
Yo — No me refería a esa desnudez. Igualmente no estuvo nada mal.
Ciro — Me hubiera gustado que te desnudaras tú también.
Me conformo con apretarle un poco más la mano, para hacerle sentir que todavía estoy ahí con él. Es momento de romper esta aura extraña que nos rodea.
Golpeo su hombro con el mío como hago siempre con Jared cuando busco que se ría, pero nada. Parece estar triste de repente.
Yo — Bésame.
Él se contenta con besarme en la frente. Después de algunos minutos más nos vamos del lugar. Subimos a su auto. Otra vez nos quedamos mudos. Necesito romper esta atmósfera.
Cuando arranca, tengo una llamada. Es de Jared. Me muero por atender, pero no puedo. No puedo hacerlo frente a Ciro.
Ciro — ¿Cuándo te veo devuelta?
Quedo un rato pensativa.
Yo — Te aviso cuando tenga un tiempo libre.
Ciro — Si espero a que me avises cada vez que quiero verte no nos veremos nunca.
Yo — Te avisaré. Lo prometo.
Él hace una mueca de resignación. Larga un suspiro. Es como si estuviera diciéndose a él mismo "tú aceptaste esto".
Ciro — Te esperaré, pero no te tardes en darme una respuesta. Me iré con otra mujer si te tardas tanto.
Yo — ¡Ciro!
Dije eso en un tono más agudo que mi voz normal, y comienza a reír.
Cuando me deja en mi edificio, baja nuevamente para abrirme la puerta. Esta vez sin taparme los ojos.
Yo — Hasta otr...
No me deja terminar. Ahí esta el Ciro de siempre. Me toma por la cintura y comienza a besarme el cuello. Me empuja lentamente hacia una pared. Sus labios se alejan de mí por un instante. Su mirada se posa en mi boca. Pasa el pulgar sobre ella, luego me mira como si fuera la persona más sexy que existe, y comienza a besarme nuevamente.
No aguanto más este calor, así que lo jalo de la camisa para que me siga.
Entramos a mi departamento, y le quito la ropa de un tirón. Ciro quita mi blusa con una delicadeza y rapidez increíble.
Ciro — Hoy vamos a hacerlo en el sofá.
Me levanta del suelo mientras no deja de besarme.
Me sienta. Estoy por terminar de desnudarlo cuando me interrumpe y posa un dedo sobre mis labios.
Ciro — Espera, hoy mando yo.
Y así fue. El mejor sexo del mundo estaba teniéndolo yo ahí, en ese preciso momento. Comandada por este hombre.
Terminamos.
Me quedé dormida en cuanto él se levantó para encender la televisión.
Cuando me despierto por la mañana, siento su presencia a mi lado. Tanteo si está dormido, y sí, lo está. Me levanto inmediatamente, no puedo ser lo primero que vea al despertar.
Me visto y me dirijo hacia baño a enviarle un mensaje a Jared.
