Me despierto en un lugar extraño. Estoy... sobre... ¿una cama? Pego un salto olímpico.
Observo el lugar con desconfianza. Comienzo a buscar mi bolso, no lo encuentro. Empiezo a ponerme nerviosa. No recuerdo nada de lo que pasó ayer. Voy corriendo hacia la puerta, esta cerrada.
Siento un fuerte dolor de cabeza característico, resaca. Me siento encerrada aquí. No tengo mi bolso, no tengo mis llaves, no se donde estoy, no se que pasó ayer.
¿? — ¿Qué pasó ayer?
Tiro un puñetazo al aire. Es Sara, que esquiva mi golpe.
Sara — ¿Qué te pasa?
Yo — ¿Dónde estamos?
Sara — Es mi casa, linda. Creo que bebimos un poquito de más.
Nos sentamos como podemos en el sofá.
Tratamos de decir cada cosa que recordamos para ir juntando piezas, pero a ambas se nos borra la memoria justo en el mismo momento.
Yo — Dime por favor que no hice ninguna locura.
Sara — No lo sé. Solo estoy segura de que Jared tuvo que habernos traído, porque en el estado en el que estábamos no hubiéramos podido ni siquiera pedir un taxi.
Comienzo a preocuparme. Ni ella ni yo sabemos como llegamos aquí, si hicimos algo de lo que arrepentirnos y para colmo, perdí mi bolso.
Alguien toca a la puerta.
Jared — Abran.
El tono seco de sus palabras me hacen darme una idea de como nos comportamos ayer.
Sara abre la puerta con cuidado.
Jared — ¿Qué demonios pasó ayer? Se suponía que salíamos a divertirnos y lo único que hicieron fue beber. Me dejaron solo ahí.
Yo — Ahora sabes lo que se siente.
El rencor que le tengo de aquella vez en la fiesta sale a flote. Queda en silencio.
Jared — Necesitamos hablar.
Sara — ¿De qué?
Jared — A solas.
Posa su mirada enfadada en mí.
Jared — Dime que recuerdas.
Mi cerebro se pone en alerta. Algo no esta nada bien.
Yo — Mhmm... Bebimos un poco. Y... ohm... ¿bebimos?
Jared me da la espalda bruscamente, mientras le da un golpe a la pared con su puño.
Jared — ¿No recuerdas nada más? ¿Estás segura?
Porqué no me dice que diablo hice, de una maldita vez.
Hago un gesto de negación con la cabeza. Cualquier palabra que salga de mi boca en este momento solo arruinará todo más y más.
Él toma mi cabeza entre sus manos. Me toma desprevenida.
Jared — Sofi, somos amigos. ¿Entiendes?
Yo — ¿A... A qué te refieres?
El abre y cierra la boca varias veces. Da suspiros. Es como si no supiera encontrar las palabras correctas.
Yo — Solo dilo de una vez, ¿QUE PASA?
Jared — ME BESASTE SOFI, ESO PASA.
Y ahí dijo lo que me temía. Todo el mundo pareció detenerse por unos segundos. No supe que responder.
Yo — ¿Bella nos vio?
Él estaba tan paralizado como yo. Apenas podía hablar. Su mandíbula comienza a temblar.
