Capítulo 31

205 36 19
                                    

Me invita a pasar. Al entrar, noto que es una casa con mucha historia. Fotografías familiares colgadas, recuerdos de casamientos, cumpleaños. Las paredes tienen un color verde pastel, el suelo es de madera gastada, así que cruje con cada paso. Miro detalladamente cada rincón de este hermoso lugar. Sin darme cuenta, me encuentro perdida en la maravilla de su simpleza. Increíble que a unas pocas cuadras de aquí haya una ciudad llena de edificios, bullicio, autos. Este lugar no tiene nada que ver con eso. Aquí reina un silencio extraordinario y acogedor. Juro que podría venir cada vez que necesite tomarme unas vacaciones.
Jared y Dulce me dejaron sola por unos minutos, creo que comenzaron a preparar el almuerzo. Se puede oler una receta que seguro ha sido pasada de abuelas a padres, y de padres a nietos. Estoy totalmente encantada, me siento como en casa.
Me he sentado en un sofá de lo más cómodo, con una taza de café en las manos. Cierro los ojos al beber el primer sorbo. Sonrío al disfrutar de esta pequeña soledad. Hace mucho deseaba sentirme así de plena. Todo marcha bien, mi trabajo va excelente, mi relación aun mejor. No tengo preocupaciones. Casi parece irreal llegar a este estado de éxtasis emocional. No quiero caer nunca de esta nube.

Dulce viene hacia mi lentamente. Se sienta a mi lado. Escucho a Jared hacer ruido en la cocina, no creo que tenga los dotes culinarios que su hermana parece tener.
Ella primero observa la sala, como queriendo entender porque me fascina tanto. Luego posa una mano sobre mi hombro.
—Así que tu eres la que ha arrebatado el corazón de mi hermano— Confirmó.

—No te preocupes—Dije sonrojada— siempre será tuyo.
Baja la cabeza un momento, reflexiona. Mientras, comienzo a ponerme ansiosa. No tengo temas de conversación para romper este silencio.
—Él es un buen chico
—Lo se— Afirmé sorprendida.
—Nunca trajo chicas aquí—Confesó. Mientras quedo impactada ante lo que acaba de decir.

—Porqué?
—No lo se. Siempre le pedí que si hubiera alguien que le importe de verdad podría traerla cuando quisiera, pero siempre se resistió. —Dice extrañada—Solía venir con una vieja amiga, pero hace tiempo no supe noticias de ella.

Mi corazón se encoge un momento.

—¡Listo el almuerzo!— Interrumpe Jared
—¡Te ha ayudado tu hermana!—Grito burlona.
—Ella solo me ha enseñado donde estaban los ingredientes.
La observo para ver si es verdad. Ella me hace un signo de aprobación con la cabeza, y no salgo de mi asombro.
Los dos comienzan a reír al mismo tiempo. Su risa es exactamente igual. Esta mujer es la viva imagen de mi novio con cabello largo.
—¿Que sucede?—Pregunté confundida.
—Nos ha hecho gracia la cara que pusiste. Todos en mi familia sabemos cocinar muy bien, a diferencia de otras personas...

—¡Hey!

Luego de bromear un poco más comienzo a ayudar a poner la mesa. Cuando me siento, veo a una cabellera azul llegar con una gran olla llena de spaghettis.

—¡Es mi comida favorita!—Digo encantada. Jared guiña un ojo.
—Estoy en todo, belleza.

Él termina de servirnos a todos y se sienta junto a mi. Mientras conversamos de como es que su hermana ha decidido vivir aquí y de lo muy feliz que lo hace tenerla cerca, disfrutamos de la comida. De vez en cuando toma mi mano y me besa en la mejilla. No desaprovecha ni un momento para demostrar su cariño hacia. Dulce nos mira encantados, aunque con un aire de pena en sus ojos.

—Ustedes si que están enamorados.
Yo lo miro con amor y el le hace un guiño. 

Termina la tarde. He comido hasta reventar. Realmente no quiero marcharme.

—¿Tenemos que irnos?— Insistí triste.
—Ya tendremos mucho tiempo para volver.

Hecho tristemente un último vistazo al lugar que ahora se ha transformado en uno de mis favoritos.
— ¿Qué es lo que te ha gustado tanto?
—Lo tranquilo que es. —Respondo melancólica.

—Es extraño.

— ¿Qué cosa?
—Tu no eres para nada tranquila—Su mirada se torna pícara.

—Te quiero— Sentencio tiernamente.

—Y yo a ti.

Saludamos a la dueña de este fabuloso lugar con un gran abrazo, sobre todo yo. Siento como si la conociera de hace años, me gustaría que sea mi hermana.

Entramos al auto. Mis ojos comienzan a cerrarse por el sueño.
— ¿Estás cansada?
Asentí susurrando.
—¿Qué te pareció  ella?—Me saca de mis sueños. No podré dormir siesta.
—Es encantadora.

—Me preocupa que este sola.—Afirma preocupado.

— ¿Por qué? — Indago extrañada—Podemos vivir sin ustedes aunque no lo creas.

—No hablaba de eso. — Frunce el ceño—Me preocupa que necesite una compañía  y que no lo comprenda. Ella parece estar feliz por fuera, pero dentro suyo es alguien frustrada. Imagínate ir del trabajo a tu casa, y de tu casa al trabajo, todos los días. Sin nada que te haga salir de la rutina. 
—Seria terrible.—Acoto pensativa.

—Bueno, ahora imagina la misma situación los próximos cinco años de tu vida. Ella no ha podido superar que la lastimaran.

— Puedo entender lo que siente.

—¿Cómo?— Habla sorprendido.
—Todos sufrimos por algo en la vida ¿No?
— A decir verdad nunca me has hablado de tu pasado.
— Y mejor así.— Sentencio.

— ¿No confías en mi?— Se crispa, pero no volteo a ver.

— No es eso.

— Entonces ¿Por qué no te abres?
—Simplemente hay cosas que no puedes saber, no estoy lista aun.
Fija su mirada al volante. Sus rasgos se tornaron duros de repente.
— ¿Qué sucede?
— Nada.
— Te conozco, dímelo.

— Es solo que me molesta no saber de ti. Antes me fascinaba ese halo de misterio del que te cubrías todo el tiempo, pero ahora estoy contigo. Quiero saber todo de ti,cuales son tus pasiones, tus deseos, porque has sufrido, qué te ha hecho lo que eres hoy.

— Mi pasión tiene nombre y es el tuyo, al igual que mis deseos. ¿Por qué he sufrido? No quiero recordarlo. Lo que ves hoy es lo que seré siempre, gracias a ti.—Trato de subir los ánimos, pero se ha puesto triste.—No quiero herirte.

—Lo haces.
  —¿Te hago mal?
— Sí— Confirma, mientras rompe mi corazón.—Necesito que confíes en mi. 
—Si te prometo que alguna día lo haré,¿Podemos terminar esta conversación en paz?
—Tal vez— Dice disconforme. 

Amor DescartableWhere stories live. Discover now