Capítulo 43 - El comienzo del fin

Comenzar desde el principio
                                    

Cuando comenzamos a trabajar junto a mis compañeros en esta investigación y husmear en la vida de tu querido abogado, el que por cierto odia los escándalos y la fama, nos topamos con que su vida personal también era un misterio. No fue una sorpresa, dado que siempre mantuvo un perfil bajo muy propio de él. No solía hacer notas, a no ser que el entrevistador fuera considerado alguien serio. Tenías que rogarle para que te de algunas palabras si te lo cruzabas por la calle al preguntarle sobre algún caso importante en el que estaba trabajando. Así que en lo que temas amorosos respecta, también mantenía el anonimato y la seriedad.
Obviamente seguimos a todas y cada una de las mujeres que se vieran implicadas en su vida, pero a ti fue, llamándonos la atención, a la que prestaba más importancia. Te tenía agendada en su teléfono, y eso ya era relevante dado que a ninguna de tantas otras figuraban en su lista de contactos. También estarás pensando ¿Por qué yo? ¿No tiene nadie más importante? La respuesta es sí, sí la tiene. Pero nadie con un pasado más sucio que el tuyo.

Cuando decidiste quedar conmigo en la disco apenas nos conocíamos inmediatamente me informaron que te encontrabas con él y era una oportunidad que no podía desperdiciar.

Cuando aquel joven se te abalanzó para robarte un beso, fue mi momento y traté te entablar una conversación con él sin que te dieras cuenta, tenía que ser discreta. Dado que estaba interesado en ti, obviamente me preguntó si hace mucho eramos amigas, a lo que respondí que sí. Pidió mi número de teléfono porque quería charlar sobre ti y pedir consejos, ya sabes, buscaba conquistarte. -Se aleja un momento, caminando en dirección a la cocina. Toma una botella de vino que hay en la alacena, se sirve tranquilamente en un vaso de vidrio, y regresa a mi dirección mientras bebe. - Por Dios. Realmente no pude creer lo fácil que fue todo. -Dice sentándose en el sofá, cruzándose de piernas y apoyando uno de sus brazos en el respaldo, mientras con el otro sostiene su bebida. -Hasta pude acostarme con un millonario guapo.- Lanza los ojos al cielo, deja escapar un susurro.-Ah, y por cierto ¿Qué bien lo hace, no? - Me da un guiño- Es un hombre que realmente uno no olvida, no comprendo porque no puedes aprovecharlo. Ah, lo recuerdo. Siempre te gusta lo difícil ¿No es así?.

Con el tiempo logré seducirlo para poder sacarle más información y sobre todo lo que necesitaba, pruebas. Luego tu comenzaste a emocionar las cosas y mi equipo descubrió también cosas muy interesantes sobre tu pasado, así que me dije "Me saqué la lotería con estos dos".

Comenzaste a sentir cosas por Jared, mientras jugabas con los sentimientos del pobre y enamorado Ciro. - Hace un falso gesto de tristeza-

Te seguí a cada paso. Empecé a incentivarte para que hicieras cosas y poder acercarte a quien ahora es tu novio. Todo salió según lo planeado, porque un día sin avisar Bella desapareció, mejorando mis planes, y me viniste con la noticia de que te habías acostado con él.

También recordarás que durante tu estadía aquí las llaves de Jared un día desaparecieron misteriosamente. Fui yo quien las robó mientras ustedes se encontraban hablando a solas, tenía que recaudar todas las pruebas suficientes para ahora, investigarte a ti también. ¿Y tu celular perdido? Sí, también fui yo. Te seguí a casa paso, no olvides nunca eso. ¿El hombre que apareció para entrar a tu departamento? Exactamente, yo otra vez. Uno de mis asistentes intentó, y fracasó, entrar a tu hogar.

Por supuesto no podía seguir arriesgándome a que me atrapes, aunque con lo ingenua que eres de seguro no lo harías, pero no podía correr peligro. Así que tuve que inventar que no podía vivir más en mi casa para mudarme contigo y seguirte aun más de cerca. Gracias a que te comiste todo el verso y colaboraste con cada uno de mis planes tengo lista una gran cantidad de elementos que podremos usar en su contra para convencerlo de que trabaje con nosotros, y si no colabora, chantajearte para que lo convenzas. Todo gracias a ti, Sofi.

Debo admitir que a veces me sentía mal al ver cuanto me querías, pero al recordar lo gratificante que sería la recompensa lo olvidaba de inmediato.

Y tengo más ganas de rememorar... ¿Recuerdas también aquella noche de confidencias entre tu y yo? En la que te decía que quería ser grande, aunque todavía me faltaba mucho por recorrer, que estaba muy cerca de lograr lo que quería, pero que faltaba una pieza. Bueno, esa pieza eras tu. Siempre has sido tu.
- ¿Qué sabes de mí?- Son las únicas palabras que puedo decir.
- Todo.

- ¿Qué es todo?
- Sofía - Sonríe.- Me pregunto...¿Qué pensaría Jared sobre ti después de saber el motivo por el cuál te has ido de tu pueblo?

-Coge su chaqueta del sofá, se la coloca, se levanta y camina en dirección a la puerta- Nos vemos pronto bonita.- Habla, dándome la espalda. De repente se voltea, da un guiño y cierra la puerta tras ella. -

Quiero detenerla, pero estoy en shock. Jamás nadie me hirió de esta manera, y quizás es lo que merecía por haber hecho tanto daño. Nunca nadie me mintió así.
Las lágrimas comienzan a correr por mis mejillas. Me arrojo al piso, encontrándome arrodillada. Coloco las manos en mi rostro, y empiezo a llorar desconsoladamente. Una nube gris recorre toda la ciudad. Las primeras gotas de lluvia comienzan a caer. Antes de seguir sollozando, un pensamiento recorre mi mente. Me paro de repente, desacomodando todo mi cabello. Camino de lado a lado, nerviosa.

-Todo se arruinó- Grito entre sollozos.- Todo se acabó para mi.

Amor DescartableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora