3 pelos y cejas de plumín.

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-Por lo pronto, todos son libres de regresar a sus hogares con sus seres queridos. – La profesora Mcgonagall le regreso el favor a aquél señor interrumpiéndolo - Lamento todas las pérdidas que han sufrido, esto no es algo que quisiéramos que pasara...- la profesora hizo una pausa mirando específicamente a la familia Weasley - nos vemos al inicio de clases, los esperaremos con los brazos abiertos.

La profesora Mcgonagall se retiró sin decir más y en su lugar se quedaron dos miembros del ministerio. El viejito de 3 cabellos y uno un poco más joven con los ojos verdes queriendo ser miel y unas cejas que parecían recién pintadas con algún plumín.

-Como ya les dijo mi compañero, algunos de ustedes serán llamados a declarar su versión de los hechos. De ellos son: Harry Potter - en el momento en el que dijeron su nombre, Harry se tensó de inmediato y guardo la varita en su pantalón con cuidado de que nadie la viera. - Ronald Weasley, Draco Malfoy y Hermione Granger. Todos los demás pueden marcharse.

Voltee a buscar a Ron con la mirada, pero no logré verlo. Probablemente se estaba despidiendo de su familia o se encontraba al fondo del gran comedor, o ni siquiera estaba ahí adentro.

Harry y yo nos acercamos al señor de tres pelos, ya que pensamos que él era el que llevaba la batuta, y a los pocos segundos llegaron Malfoy y Ronald.

-Síganme - nos indicó el señor de los tres pelos.

Nos guio hacia una de las aulas y nos hizo un ademan para indicarnos que debíamos pasar.

-Saben porque están aquí - dijo después de haber cerrado la puerta - queremos saber qué es lo que ocurrió, con lujo de detalle. Lo que, el que no debe ser nombrado les dijo...

-Voldemort - lo interrumpió Draco - ya no debería temerle a su nombre señor –Draco hizo un movimiento con las manos dando a entender que aún no sabíamos su nombre.

-Lucros, mi nombre es Lucros señor Malfoy – dijo el de los tres pelos dedicando una mirada fuerte a Draco. - Como les decía, queremos saber todo lo que ocurrió antes y durante la batalla presenciada hace apenas unas horas.

-Señor Lucros, no hay nada de ciencia en esto. Voldemort atacó el castillo y mucha gente murió, no hay más que saber - le contesté a Lucros, suplicando que entendiera que ninguno de nosotros o al menos Harry, Ron y yo no estábamos en una buena posición como para ponernos a hablar de lo ocurrido.

-Señorita Granger, es necesario que sepamos absolutamente todo. Mi compañero Kerm – señalo al joven de cejas de plumín - y yo fuimos enviados por el ministro suplente, sólo vamos a cumplir con nuestro trabajo. – Me dedicó una mirada hostil - El primero en pasar será el señor Potter, los demás esperen afuera.

Draco, Ronald y yo salimos del aula y nos quedamos esperando nuestro turno para pasar.

Harry se tardó aproximadamente una hora adentro platicando con Lucros y Kerm, quien sabe cuántas cosas. Cuando Harry salió supuse que lo que sea que le hayan preguntado allá adentro no fueron cosas muy amables.

Intenté preguntarle que le habían preguntado pero se fue sin siquiera contestar a alguna de mis preguntas, y me dejo ahí hablando sola y no me dejó siquiera despedirme de él.

El siguiente en pasar fue Ronald. Estaba sumamente preocupada por él, porque seguramente le preguntarían cosas que lo harían sentir mal o tocarían temas sobre la implicación de su familia en la batalla; conociendo al personal del ministerio esa entrevista no iba a terminar del todo bien.

En lo que esperábamos a que Ron saliera, Draco y yo estábamos sentados, solos, en el suelo fuera del salón de pronto volteo a verme y me dijo:

-Hermione, perdóname por mi actitud de hace un rato.

-Déjalo Draco, no me interesan tus disculpas.

-No Hermione, déjame hablar ¿quieres? - colocó una de sus manos en su nuca - perdóname no solo por mi actitud de hace un rato, sino por mi actitud de siempre. Siempre me comporte como un perfecto imbécil contigo. Perdóname por todos los insultos que te dije, por todas las veces que te molesté, por no poder hacer nada el día que Bellatrix te hizo eso - dijo señalando a mi brazo - el ser una sangre sucia no impide que seas la más brillante que he conocido Granger, en verdad perdóname por todo.

-Descui...

Cuando iba a terminar la oración salió Ron, nos miro con desprecio a ambos y solo dijo:

-Malfoy, eres el que sigue.

Draco entro al aula y yo seguí a Ron.

-Ronald, ¿ya estas más tranquilo? - le dije tomándolo del brazo e impidiendo que se marchara, como lo tenía planeado.

-Hermione ¿no entendiste que no quiero nada contigo? - me contestó botando mi mano - mira –hizo una pausa - sé perfectamente lo que pasó en la cámara, sé que nos besamos, sé que le dije a los Slytherin's que eras mi novia pero esto se va a terminar antes de empezar. No quiero saber nada de ti, no quiero tener relación alguna contigo, no quiero que te me vuelvas a acercar.

-Pero Ron...

-Hermione, es hora de que uses la inteligencia que tanto presumes y entiendas que quiero que me dejes en paz. Adiós - me dijo firme.

Me quede ahí parada por unos segundos y regrese al mismo lugar en el que estaba con lágrimas en los ojos.

Draco tardó un poco más de lo que Harry y Ron habían tardado, supongo que todo eso fue por la relación que tuvo como mortífago y el ministerio quería saber más a fondo todo lo que había ocurrido.

No supe porque, pero rogué internamente que no lo condenaran a Azkaban o peor aún que fuera condenado a un beso de dementor, a pesar de todo lo que había pasado él no se merecía un castigo tan cruel, algo dentro de mí me decía que Draco no era tan malo después de todo, y sí, me había molestado todo el tiempo que llevábamos en Hogwarts, pero no por eso merecía un castigo tan cruel.

Estaba tan agotada y tan desecha que me quede dormida.

Siendo Ronald mi último pensamiento antes de caer dormida.

Mudblood. [DRAMIONE]Where stories live. Discover now