Capitulo 9

342K 24.4K 5.2K
                                    

Antes de que leáis el capítulo os aviso de que voy ha hacer un concurso. Vamos a sortear un ejemplar de Doctor Engel firmado. El reto/concurso será a nivel internacional y podréis participar desde cualquier país. Para ello es conveniente que me sigáis en mi instagram: elenagggggg para que estéis informados de como y cuando será. ¡Ahora a disfrutar del capítulo!

______________________________

—Dios mío, Ana... —Pongo las manos sobre mi cara, impactada—. ¿Qué te han hecho? —Me acerco lentamente hacia ella.

—¡Vete, Sara! —Llora—. ¡Sal de este lugar cuanto antes! Es horrible lo que hacen aquí. —Su voz se entrecorta por las lágrimas. Está muy afectada.

—¿Qué está pasando? ¿Por qué nos han traído? ¿Qué quieren de nosotras? —pregunto, angustiada. Necesito respuestas o me volveré loca.

—Todo era una trampa. El maldito trabajo que nos ofrecieron solo era una jodida trampa para captarnos. Estaba todo preparado. Los viajes eran un señuelo para traernos hasta aquí. —Habla tan nerviosa que se ahoga con su propia saliva.

—Pronto nos ayudarán. —Trato de tranquilizarla—. Mi mejor amigo tiene la dirección de este lugar...

—¿La tiene? —Agranda sus morados e hinchados ojos.

—Cuando el jefe me la entregó se la di por si tenían que buscarme por cualquier cosa.

—Sara... —niega con la cabeza—. A mí también me dieron una dirección y nada tiene que ver con esto. Es falsa. Vine con una tal Lorena y cuando llegamos me fijé en que no era el mismo lugar que ponía en la nota.

—Dios mío... —Todas mis esperanzas se esfuman en ese momento. Nunca podrán ayudarnos si eso es cierto. Estamos atrapadas.

—Somos unas ingenuas, Sara —solloza—. No lo hemos visto venir y nos han engañado como a niñas con un empleo demasiado bonito para ser verdad... Estábamos tan cegadas por el buen sueldo que no hemos visto más allá de nuestras narices.

—Tenemos que salir de aquí. —Camino hasta la puerta y tiro de ella—. Tenemos que buscar la manera de escapar. —La angustia vuelve.

—Llevo intentando hacerlo toda la semana y lo único que consigo es un golpe detrás de otro cada vez que me descubren. —Se seca los ojos con cuidado—. Estamos perdidas, Sara. Este será nuestro fin.

—Ana... —Verla así me rompe por dentro. Parecía tan feliz en la casa...

—A partir de ahora limítate a hacer lo que te pidan y todo será más fácil. Es la única opción que tienes, Sara.

—¿Por qué? ¿Qué buscan?

—Hemos caído en una red de tráfico de personas y somos sus esclavas. —Cierra fuertemente los ojos y niega con su cabeza.

—No... —Lo intuía, pero me negaba a creerlo. Oírlo salir de su boca me afecta mucho más de lo que podía imaginar.

La puerta se abre y el tipo de la cicatriz entra. Lleva algo parecido a una fusta en la mano derecha.

—¿Has visto que te hemos traído a tu amiguita? A partir de ahora ya no te sentirás tan sola... Apuesto a que nunca lo hubieras imaginado —ríe—. Vamos, os están esperando. —Miro a Ana en busca de alguna indicación y esconde, abatida, la cabeza entre las rodillas.

—Otra vez no, por favor... —Le oigo decir—. Prefiero morir que volver a pasar por lo mismo de nuevo.

—¡VAMOS! —grita impaciente y camina en nuestra dirección. Agarra a Ana del cabello y tira con fuerza hasta que la pone en pie—. Eres una zorra desobediente y voy a domesticarte. —Levanta la fusta y golpea las piernas de la pobre y atemorizada chica.

La Marca de Sara - (GRATIS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora