—Gracias, por favor estate atento con ella. Cualquier contra tiempo no dudes en llamar. Y también gracias por todo Derek, por recibir este caso tan de repente. —

—Tranquilo que para eso están los amigos. Ahora si te dejo que Anastasia ya me está llamando y no es bueno hacerla esperar. —

Cuelgo la llamada, dejo el celular sobre el escritorio viendo la laptop encendida donde redacto un rápido pero formal e-mail informando a la directora del colegio de Sammy que la próxima semana se va reincorporar a clases, Anastasia tiene razón en eso de que no debo hacer que falte mucho y sí que lo ha estado haciendo en este tiempo pero ya llego el momento de que retome sus clases y así me quedará más tiempo libre para dedicarlo a mi bufete. Antes de ponerme de pie para coger mi saco e irme a despertar a Sammy mi celular vuelve a sonar, aquel nombre aparece acompañado de una imagen de mi mejor amigo.

—Christopher ¿Qué es lo que pasa? —

—¿Siempre que llame tiene que ser porque algo ha pasado? —su voz, segura y ronca se escucha acompañado de una carcajada. El tráfico de la ciudad se oye en su línea lo que me da la señal que está conduciendo, que no se ha tomado mucho tiempo para descansar y que si quiero llegar a ver a Christian antes que Anastasia llegue del trabajo lo tengo que hacer ya. —Pero bueno, estaba acá conduciendo y se me ocurrió algo... ¿Me puedes dar el nombre del marido de Mel? —

Mel, escuchar aquel diminutivo hace que la sonrisa formada en mis labios por su contagiarte felicidad desaparezca a la vez que mis dientes se ocultan en la fina línea en las que mis labios se funden. —No me acuerdo. —miento pues es claro que me acuerdo, me sé muy bien el nombre. ¿Cómo olvidar el nombre del hombre que me arrebato la felicidad? ¿Qué con solo aparecer un día hizo que el amor que tenía por ella desapareciera? ¿Cómo olvidar a alguien con tanta fuerza para cambiar todo de la noche a la mañana? Supongo que no se puede hacer y nunca lo haré. Las letras que lo conforman siempre estarán impregnadas en mi cerebro como un recuerdo doloroso. —¿Para qué quieres saberlo? —

—Pues para investigarlo... ¿No te interesaría saber qué pasado tiene? —

—Pues un pasado simple... Fue tan atento y amo con tanta fuerza a alguien que con solo aparecer hizo que ese alguien recordará todo lo bello que paso, la engatuso haciendo que se olvide hasta de su propia hija. —suelto en un suspiro, pareciéndome eso aún algo sumamente extraño, sumamente difícil de creer pero nada de lo que pasa en mi vida a diario es fácil de creer. —No quiero saber nada de él, así que déjalo así por favor. —

A veces es mejor vivir en la ignorancia y está es una de esas. Sé que le di el consejo a Anastasia de que enfrente todo y dio resultado al parecer por lo feliz que está según Derek, pero es fácil dar un consejo, es fácil soltar lo primero que se le cruza en la mente pero es muy complicado poner en practica uno mismo aquel consejo. Me rasco el cuello, concentrándome por unos segundos en el cuadro de adelante hasta que al fin escuchar la respuesta dada de mala gana por parte de él. —Es tu vida, es tu decisión así que sabré respetarla. Pero solo recuerda que si cambias de opinión haciéndome una simple llamada puedo conseguir hasta cuantas veces se ducha al día. —ríe y sé que es verdad, cuenta con ese poder para realizar eso y quizás muchas cosas más que hasta el momento desconozco por completo. —Y bien, ¿Qué planes tienes para hoy? ¿Acaso seguir interrumpiéndome cuando me esté follando a alguien? —

Ruedo los ojos, diciendo lo que voy a hacer sin tantos rodeos. —Justo ahora me voy a ir a ver a Christian. —

—Oh que suerte, entonces ahí nos vemos. —

—¿ Por qué dices eso? —me pongo de pie, luego de haber apagado la laptop.

—Pues porque ahora estoy yendo hacia la Escala, quiere hablar conmigo. Sobre qué, no preguntes ya que yo tampoco tengo ni idea. —

Mis Pervertidos II (Grey)Where stories live. Discover now