🍒「𝐄𝐩𝐢𝐬𝐨𝐝𝐞 𝟕𝟐」🍒

Start from the beginning
                                    

—Gracias. —Sonreí.

—Me iré a quitar el uniforme y luego nos vamos.

Se bajó de la cama y fue al closet a buscar que ponerse. Al rato salió del closet y se fue meter a la ducha. Por suerte, cuando esta apresurado siempre se ducha rápido. Salió con una camisa de cuadros blancos, morados y lilas con su cuello levemente abierto. Un saco gris azulado con un pañuelo azul. Jeans de lona azul y zapatos de vestir negros. Al salir inundo toda la habitación con su loción y el shampoo de baño, que delicia y que guapo se ve.

—Cielos, te ves muy guapo. —Dije sonriente.

—Gracias, eres una mujer hermosa, quiero estar a tu nivel. —Dice guiñándome el ojo y se pone su reloj.

—Por favor, siempre te ves bien.

— ¿Vamos?

—Claro.

Me puse de pie y salimos al porche. Jonathan había dejado su auto estacionado en la vereda. Él comenzó a conducir mientras me contaba cómo había estado su día y yo le comentaba el mío. Llegamos a un parque y Jonathan dejó el auto en un estacionamiento. Bajamos y él sacó de la cajuela una canasta muy rústica pero linda.

— ¿Lo tenías planeado, no?

—Sí, pase al súper a comprar lo que íbamos a comer y la canasta, ¿Linda verdad?

—Sí, me gusta.

Él me agarró de la mano y entrelazamos nuestros dedos mientras caminábamos al parque. Cielos, esto es hermoso. Poder caminar con Jonathan agarrados de la mano sin miedo a nada, no tiene precio.

Es cierto, llevamos tiempo juntos pero aún sigo valorando esta libertad que tenemos ahora, aún no olvido cuando nos escondíamos de mis padres y nos escabullíamos del mundo para estar juntos.

Llegamos al parque y nos sentamos en el césped, antes Jonathan puso una manta de cuadros lilas y blancos en el césped para sentarnos. De la canasta sacó una botella de vino blanco, dos copas, dos platos de aluminio que venían empaquetados, es salmón horneado.

—Esta manta se parece a tu camisa. —Me burle.

—Las compre en el mismo lugar para hacer outfit, incluso tu vestido. ¿Ingenioso, no?

—Claro. —Puse los ojos en blanco y él se rio mientras servía el vino.

—Espero que te guste el salmón horneado, lo hacen muy rico en el lugar donde lo compre.

—Entonces es por eso que no te gusta que te mande almuerzo al trabajo ¿No? Te vas a comer a la calle en lugar de comer lo que cocino.

—No, claro que no. Es sólo que no te quiero poner responsabilidades, nena.

—"No te quiero poner responsabilidades, nena." —Me burlo de él tratando de imitar su voz y él se ríe.

—Comencemos a comer, ¿De acuerdo? Sin pelear ni burlarnos del otro.

Me reí y ambos comenzamos a comer. En realidad que está muy bueno el salmón, a mí no me queda así pero es obvio, seguramente una italiana prepara la comida, las italianas son las mejores en la cocina.

Seguimos conversando cuando me recordé de la gran noticia. Sentí la emoción y adrenalina correr por mis venas, es ahora o nunca, literalmente porque en cualquier otro momento se lo diré.

—Jonathan, te tengo una sorpresa... Es más bien una noticia pero es una noticia sorpresosa... —Comencé a tartamudear. Él me ve y baja su salmón para ver la hora en su reloj.

—Es "sorpresiva" no "sorpresosa" y ¡Silencio! no hables por un momento. También te tengo una sorpresa que es mucho mejor que cualquier otra sorpresa. —Dice sonriente y emocionado. Frunzo el ceño y lo veo confundida. —Mira allá arriba. —Señala el cielo que comienza a ponerse naranja y un tanto rojizo.

—Creo que es "Sorprendente" —Dije meditando lo que me había dicho.

— ¡Shh, guarda silencio!

De repente se escucha un sonido de helicóptero un poco más fuerte, hace rato se escuchaba pero no tanto como ahora. Jonathan sigue señalando el cielo y veo el helicóptero acercarse, atrás lleva una enorme manta blanca que dice: "Nena, ¿Quieres casarte conmigo?"

Abrí mis ojos sorprendida y lo voltee a ver a él, tenía en sus manos un anillo con un sólo diamante de color turquesa, mi color favorito. Me quede atónita al verlo... No sabía si llorar, sonreír, lanzarme encima de él para abrazarlo o si debía besarlo... ¿Qué hago?

—Jonathan... —Fue lo único que articularon mis labios.

—Jallen Emma Evans Clark, ¿Quieres casarte conmigo? —Preguntó y acercó más el anillo a mí. Mis ojos se pusieron lagrimosos y no sabía que decir. Él juntó sus cejas al ver que yo no hacía ni decía nada.

; —Este... Emma esta es la parte donde tú dices: "Sí me quiero casar contigo" o también: "No me quiero casar contigo". Por favor di algo, porque me estas matando con tu estupefacción. —Dice un poco preocupado pero pareciendo sarcástico.

—Sí. —Dije con mi voz temblorosa pero sentía que iba a explotar de la emoción y felicidad. Él cerró sus ojos y suspiro de alivio.

—¡Carajo! Pensé que me ibas a decir que no... —Dice aliviado y agarra mi mano para poner el anillo en mi dedo.

— ¡No lo puedo creer! ¡Soy la mujer más feliz del mundo! —Grite cerca de su oído y me lance a abrazarlo, fue tanta la emoción que él cayó acostado en el césped y yo encima de él.

—Por Dios Emma —Gruñe y lo callé con un beso. Él puso sus manos en mi cintura. —Esa es la Emma que conozco, toda una loquita. —Dice riéndose y me volvió a besar.

—Te amo, Dios... ¡Te amo, te amo, te amo! —Dije mientras esparcía muchos besos en su rostro.

—También te amo, preciosa.

—De verdad que hoy... Definitivamente hoy es el mejor día de mi vida. —Dije sonriendo.

—Por cierto, dijiste algo de una ¿Sorpresa? —Pregunta. Me levante y él también.

—Jonathan. —Dije con una sonrisa y cerré mis ojos. Los abrí de nuevo y busque el sobre con los resultados en mi bolsa.

— ¿Sí?

—Toma. —Le di el sobre. Él me vio confundido y procedió a sacar la hoja del sobre.

𝓉𝑜 𝒷𝑒 𝒸𝑜𝓃𝓉𝒾𝓃𝓊𝑒...   

「𝐒𝐄𝐍̃𝐎𝐑 𝐆𝐎𝐎𝐃﹢₁₈」Where stories live. Discover now