𝑎 𝑙𝑖𝑡𝑡𝑙𝑒 𝑠𝑒𝑐𝑟𝑒𝑡↝ ☘
Cuando la atracción por alguien es demasiado fuerte, no importa todo lo que tengas que hacer para conseguir su atención. Pero, ¿qué pasa si el hombre que tú deseas es el mejor amigo de tu padre? Aquel que te vio crece...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— ¿Tienes hambre? —Pregunta. —Sí, vamos a comer algo.
Fuimos al restaurante del hotel y pedimos pollo en barbacoa con ensalada y un poco de arroz. Jonathan llevó una botella de vino, se llama "El casillero del diablo" y según Jonathan es delicioso, espero que esta vez sí me dé.
Comenzamos a comer y a platicar un rato.
— ¿Dónde aprendiste a hablar español? —Pregunte.
—En el colegio, cuando estudie desde pequeño. —Responde y pone un trozo de pollo en su boca.
— ¿Puedes hablar más idioma?
—Sí, al entrar en el ejército te piden que seas bilingüe, por lo menos dos idiomas tienes que manejar a la perfección y conforme vas conociendo personas y viajando a diferentes países aprendes más idiomas, quizás no a la perfección ni al cien por ciento pero se aprende algo. —Explica.
—Quisiera hablar francés —Suspire.
—No es tan difícil —Dice guiñándome el ojo.
— ¿Qué idiomas puedes hablar?
—De todo un poco, pero los idiomas que puedo hablar bien es portugués, francés, alemán, italiano y español. Algunos idiomas árabes puedo manejar pero no a la perfección. —Dice encogiéndose de hombros.
—Carajo —Susurre.
— ¿Qué? —Pregunta confundido.
—Allá viene Renee —Dije viéndola. Él volteó a ver.
— ¿Viene para acá?
Asentí y Renee llegó.
—Hola —Saluda.
—Hola —Dijimos al unísono.
— ¿Qué hacen aquí juntos? —Pregunta.
—Mi mamá se fue a una reunión con mi papá —Me encogí de hombros.
—Y Elena me pidió que cuidara a Emma —Agrega él.
—Ah, ¿Puedo almorzar con ustedes? —Pregunta.
—Yo ya termine de almorzar, estoy cansada. Iré a la habitación un rato. —Dije poniéndome de pie —Muchas gracias.
Me retire de ahí pero me detuve atrás de una estantería viendo que hacía Jonathan. Él se levantó y se retiró del restaurante. Corrí atrás de él para alcanzarlo. Estaba a una distancia prudente y se me ocurrió algo de repente, con todas mis fuerzas me lance encima de él para quedar arriba en su espalda. Él se sorprendió un poco y su reacción fue agarrar mis piernas, la mía enrollar mis brazos alrededor de su cuello.
— ¡Emma! , me asustaste... —Dijo jadeante. Me reí.
—Lo siento, creí que no me agarrarías —Dije divertida.
