🍒「𝐄𝐩𝐢𝐬𝐨𝐝𝐞 𝟓」🍒

33.6K 845 18
                                    

Después de varios minutos, alrededor de diez o quince sentía que mis piernas temblaban y el resto de mi cuerpo comenzaba a colapsar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Después de varios minutos, alrededor de diez o quince sentía que mis piernas temblaban y el resto de mi cuerpo comenzaba a colapsar.

— ¡Jonathan! —Gemí y me vine. Él sonrió al sentir como mis jugos lo llenaban y lograban dar un mejor movimiento de caderas contra mi zona baja, deleitándome aún más ante su deslizamiento.

Lo escuche gemir y vi su expresión, al parecer había logrado que se viniera, al fin.

—Si te vas a venir, córrete sobre mis pechos, por favor—Pedí y él rápidamente se retiró de mí y apunto hacia mis pechos.

Llenándome de su deliciosa crema blanca en mis pechos y mi rostro, sonreí y lamí lo que había quedado en mis labios. Él se dejó caer sobre mí y me abrazo de la cintura, su cabeza reposaba en mis pechos y podía escuchar claramente su respiración sobre mí.

Aún seguíamos con la respiración agitada y yo puse mis manos en su cabello y comencé a jugar con sus cabellos. Tenía el pelo un poco largo, cubría sus orejas, lo cual era raro, normalmente tenía el cabello corto por su trabajo pero seguramente lo dejo crecer aprovechando que está de vacaciones.

— ¿Por qué aún tiene su camisa? —Pregunte, así rompía el hielo. Solo habíamos tenido acción y nada de plática.

— ¿Por qué no me la quitaste? — Respondió entrecerrando los ojos, se encogió de hombros y me miró.

—Trate... Pero usted no me lo permitió— Contesté ladeando la cabeza con la mirada en el suelo del baño.

—Te di tiempo nena y no lo hiciste... — Musito él y yo solo sonreí. —Eres increíblemente sensual, niña—Dijo y yo sonreí. Había escuchado eso antes pero viniendo de él se escuchaba celestial — ¿Desde cuándo nena?

—Desde que tenía 13 o 14 años me di cuenta de que me traía vuelta loca, Señor Good—Respondí suponiendo que a eso se refería.

—Vaya, no me esperaba eso, si te soy sincero.-Expreso con asombro—Es mucho tiempo... ¿Alguien más sabia?

—No, solamente yo, nunca le dije nada a nadie. —Respondí mientras jugueteaba con su cabello, enredando mis dedos en sus curiosos rulos castaños.

—Mencionaste que muchas veces te habías corrido por mí, ¿Es eso cierto? — Estaba intrigado por descubrir desde cuanto yo sentía aquello por él.

—Sí, casi todas las noches, pensando en usted...—Dije un tanto avergonzada—No recuerdo alguna noche en la que no me acostara a dormir sin pensar en usted—Admití y sentí como sonrió y rio por lo bajo.

—Eres muy traviesa, nena—Dijo divertido—Las niñas bien no se tocan sus partes, ¿No te lo había dicho? — Picoteó mi nariz con su dedo índice, haciéndome reír.

—Cada noche y cada vez que lo hacía... Imaginaba que era usted quien me tocaba, quien me penetraba... —Admití y mis mejillas se pusieron rosadas.

Él se levantó y me vio, sonrió y puso su mano izquierda en mi mejilla y me beso. Con la otra mano separo mis piernas y comenzó a juguetear nuevamente con mi clítoris haciéndome gemir en sus labios. Él sonrió y subió sus manos por mi cuerpo hasta mis pechos.

—Esta es zona prohibida para ti nena, solamente yo la puedo tocar— Susurro en mis labios y volvió a besarme.

—Pues tócame—Susurre en sus labios y puse sus manos en mis dos pechos y él me toco.

—Eres realmente preciosa—Susurro nuevamente en mis labios y sus besos fueron bajando por mi mentón hasta mi cuello.

Yo besé su cuello y poco a poco fui retirando su camisa y besé sus musculosos hombros. Detuvo mis manos y me vio a los ojos.

—Lo siento, es muy tarde... Me tengo que ir... —Dijo poniéndose de pie.

— ¿Qué? No, aún no se vaya, por favor — Suplique y me puse de pie. Él comenzó a vestirse.

—Lo siento niña, pero si tus Padres vienen y me encuentran aquí... —Torció sus labios —No, no, ya no podríamos seguir con esta aventura. — Dijo con un deje de preocupación de poder ser descubierto.

Suspire y me di por vencida

— ¿Nuestro secreto? — Le pregunté.

—Nuestro secreto, nena— Dijo y se acercó a mí y me planto un beso muy apasionado—Nos vemos otro día, traviesa.

Me guiño un ojo, se dio la vuelta y abrió la puerta del baño y salió. Lo vi por la ventana y se fue a su casa. Me recosté en la pared, cerré los ojos y me deje caer hasta el suelo, aún no podía creer que me había follado al mejor amigo de papá, al Señor Good, a mi sueño imposible.

𝓉𝑜 𝒷𝑒 𝒸𝑜𝓃𝓉𝒾𝓃𝓊𝑒...

「𝐒𝐄𝐍̃𝐎𝐑 𝐆𝐎𝐎𝐃﹢₁₈」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora