🍒「𝐄𝐩𝐢𝐬𝐨𝐝𝐞 𝟒𝟐」🍒

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Al fin llegue, abrí la puerta y vi quien era

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Al fin llegue, abrí la puerta y vi quien era. ¡Ahh! Maldición, carajo. Esto no puede ser, maldita Renee.

—Emma, pensé que no había nadie en casa. —Dijo Renee. Puse los ojos en blanco y no dije nada. Me contuve de gritarle mierda por hacerme esto. — ¿Estás bien? —Pregunta. No sé ni que cara debo de tener para que me pregunte eso.

—Sí, lo estoy. Permiso. —Susurre tratando de que no se me escapara un gemido.

— ¿Segura? No te veo bien. —Dice acercándose a mí. Me alejo rápido.

—Sí, segura. —Gemí. Me cubrí la boca con las manos y ella me ve confundida.

— ¿Emma?

—Sólo quiero irme, quiero ir al baño, tengo una fea costumbre de no orinar hasta cuando ya no puedo más, adiós. —Dije muy rápido que creo que no entendió.

Me di la vuelta y disponía a subir de nuevo a las gradas cuando me volvió a hablar. ¿Qué le he hecho para que me haga esto, qué?

—Emma ¿Puedes darme la dirección del trabajo de tu mamá?

¡Ah, maldita sea!

—No la sé, llámela y que ella le diga... —Dije rápido y al final otro gemido se escapó de mi boca.

Sin más que decir me di la vuelta y corrí hasta las gradas y subí lo más rápido posible. Hacer eso hizo que mis piernas temblaran muchísimo más y ya estaba al borde del orgasmo y placer.

Entre a mi cuarto y cerré con seguro. Vi a Jonathan, estaba acostado en la cama.

— ¿Quién era? —Pregunta.

—Tu esposa —Gemí finalmente sintiendo alivio. Él me vio y soltó una carcajada.

—Oh mi Dios, deberías de verte... —Dice entre risas y en el mismo instante se pone serio. — ¿Renee?

—Ya no soporto más... Ya no... —Gemí. Estaba jadeando y sudando. —Tranquilo... Ella no podrá entrar aquí.

Me quite el vestido y me acosté en la cama. Jonathan me vio.

—Creo que es suficiente. —Susurró.

Abrió mis piernas y sacó bola por bola de mí. Dios, sentí un enorme alivio pero a la vez comencé a sentir una extraña sensación, me sentía vacía, me hacía falta tener algo dentro de mí.

— ¿Mejor? —Preguntó.

—No... Siento horrible ahora que no tengo nada.

Era desesperante, sentirme así de vacía. Prefiero tener las bolas dentro de mí que estar vacía.

—Lo sé y yo pienso arreglar eso. —Susurró con una sensual y ronca voz.

Se quitó los boxers. Se subió en la cama y entró en mí rápidamente. Alivio, de nuevo, cerré mis ojos al sentir el placer nuevamente.

— ¿Y así? —Susurra.

—Mejor... —Gemí más aliviada.

Él sonrió coquetamente y empezó a moverse dentro de mí. Sí, esto lo necesitaba, me hacía falta mi dosis de Jonathan, creo que al día debería de consumirla dos veces.

—Eres tan hermosa... —Susurró jadeante —Y esas bolas tan maravillosas...

Ambos reímos por lo bajo para que no se fuera a escuchar afuera. Renee podría estar por ahí y si ella se entera de esto o que probablemente me masturbo le diría a mi mamá y ella me asesinaría.

Yo estaba al borde del orgasmos, desde hace un buen rato debí haberme corrido pero resistí, aunque creo que no más.
Di un grito ahogado y comencé a correrme. Jonathan gruñó pero él no se corrió, sólo se detuvo para que yo terminara.

Suspire de alivio. Él me vio y sonrió.

— ¿Eso es todo? ¿No dejaras que siga? —Preguntó. Yo negué y él asintió.

Se salió de mí y se quedó sentado a la par mía, viéndome. No dije nada, sólo cerré mis ojos y me acomode bien en la cama.
Sólo se escuchaban nuestras respiraciones hasta que sentí la mano de Jonathan sobre mi pecho. Abrí mis ojos y lo vi.

— ¿Qué?

— ¡Esto no es justo! —Gruñe. Fruncí el ceño.

— ¿De qué hablas?

—No me diste tiempo para llegar...

—Lo siento, por poco me corría allá abajo enfrente de Renee, soy buena.

Él bufó y se acostó encima de mí. Gemí y él me seguía viendo mientras ponía ambas manos sobre mis pechos. Se acercó a uno y comenzó a lamer mi pezón.

—No, Jonathan... Estoy exhausta...

—Lo siento... —Balbuceó con mi pecho dentro de su boca.

𝓉𝑜 𝒷𝑒 𝒸𝑜𝓃𝓉𝒾𝓃𝓊𝑒... 

「𝐒𝐄𝐍̃𝐎𝐑 𝐆𝐎𝐎𝐃﹢₁₈」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora