🍒「𝐄𝐩𝐢𝐬𝐨𝐝𝐞 𝟏𝟏 」🍒

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—Con Jonathan, ¿Te enseño como encender el bombillo?

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—Con Jonathan, ¿Te enseño como encender el bombillo?

—Ah —Exclamé —Si, me enseño pero tuvo que explicarme tres veces, es un poco complicado.

—No requiere ciencia hija, solo conectas cables, tapas y enciendes. —Comentó papá enumerando sus palabras con sus dedos.

—Sí, tienes razón, espero poder hacerlo bien —Dije mientras terminaba con mi fruta.

—Hija, nosotros tenemos que salir —Dijo mamá.

— ¿Así? ¿Adónde? — Pregunté interesada.

—Es un viaje de negocios, a tu papá lo invitaron a un crucero de dos semanas y tiene que ir, yo lo acompañare —Explico mamá.

— ¿Y por qué no me llevan? — Dije tragando mi fruta y mirándolos a ambos.

—Solo me dieron dos pasajes, el mío y el de tu mamá si me dieran otro con gusto te llevaríamos —Respondió papá.

— ¿No hay problema con que te quedes sola en casa? — Dijo mi mama con un deje de nerviosismo.

—No mamá, no hay ningún problema. Me alegra por ustedes dos, en realidad no quisiera ir, eso del trabajo me estresa... Además ustedes dos merecen tiempo a solas —Dije y les guiñe un ojo.

Mamá soltó una risa nerviosa y la expresión de papá no cambiaba, seguía tan concentrado en el periódico.

—Bien hija —Sonrió mamá.

— ¿Cuándo se van?

—Mañana, le diré a Jonathan que este pendiente de lo que haces y de que estés bien, es el único en quien confió y estos días no saldrá, se quedara acá por un buen tiempo, por lo menos en lo que regresamos —Explicó papá.

No pude evitar sonreír y agache mi cabeza, atrape un trozo de piña y lo metí en mi boca para que no se viera lo feliz que me hacía quedarme a solas con Jonathan durante dos semanas. Hoy era el último día de clases y me quedaría todo el día en la casa.

— ¿Hay algún problema con Jonathan, Emma? —Pregunto mamá al verme.

—No, no, para nada... Él me cae bien, además ¿Cómo podría haberlo si lo conozco desde que tengo pañales? — Dije.

—Tienes razón. — Asintió.

—Se me hace tarde, me voy ya, los veo cuando regrese, feliz día.

Me levanté de la mesa y deje los platos en el lavavajillas y me despedí de ellos. En el colegio no hice nada interesante, solo tenía el examen de física y filosofía así que solo los hice rápido y me podía regresar a casa.

Me fui rápido del colegio, iba a tomar el autobús pero preferí caminar. El sonido del claxon de un auto me sorprendió, muchos hombres tocaban el claxon de sus autos para joderme, nunca les hacía caso porque odio que hagan eso.

—Vamos al mismo lugar, ¿Desea que le lleve a su casa, nena? —Escuche la voz del Señor Good y rápidamente lo voltee a ver.

Se miraba increíble, me sonroje, era inevitable ponerme roja.

—No dejo que me lleven a casa en auto, podrían violarme a medio camino —Dije y sonreí.

Él sonrió y sentí mi estómago contraerse; cuando sonreía con toda su cara me encantaba.

—Tranquila, yo soy el buen samaritano —Me guiña el ojo y se baja del auto.

Se acercó a mí y me dio un beso en la comisura de mis labios, luego me sonrió. Me soltó y abrió la puerta del copiloto para que pudiera subir.

El Señor Good comenzó a manejar tranquilamente, me encantaba como manejaba, era muy cauteloso.

—Son las 10:45 am ¿Saliste temprano? —Pregunto él y me volteo a ver.

—Es que solo tenía dos exámenes, termine rápido...

— ¿Cómo te fue con el bombillo? — Preguntó interesado.

—Genial, lo logre encender, muchísimas gracias no sé qué hubiera hecho si usted no me hubiera enseñado...

Él asintió y sonrió.

—Muero por llegar a casa... Estoy cansada —Dije y di un largo bostezo.
— ¿Tienes llaves?

—Si pero no las traje mi mamá siempre está en casa.

—Tu mamá salió, fue a renovar su pasaporte... Algo así, me pidió que podara la grama de la casa.

—Joder.

—Niña —Espetó y me reí—Tengo que ir a comprar una pieza para la podadora, se descompuso ¿Me acompañas o quieres que te vaya a dejar a casa?

— ¿Para qué voy a ir a casa si me quedare afuera? —Fruncí el ceño.

— ¿Eso es un sí?

— ¿Importa? — Rodó los ojos antes mi respuesta, sonreí.

—Muy bien, vamos, te comprare un helado, niña.

Se dirigió al centro comercial que estaba cerca y fuimos a una tienda donde vendían herramientas y muchas cosas que no solo encontraría en el garaje. Compro la pieza y luego íbamos a ir por mi helado.

— ¿Quieres helado o prefieres almorzar? —Pregunto él.

— ¿Sabe a qué hora regresara mamá? — Dije evitando su pregunta.

—No sé pero se fue tarde y en esos lugares siempre hay gente así que pienso que regresara tarde.

— ¿Usted quiere almorzar? —Pregunte y lo volteé a ver mientras caminábamos.

—Lo que tú quieras, nena.

—No tengo hambre, vamos por mi helado.

Le tomé la mano y entrelace nuestros dedos.

𝓉𝑜 𝒷𝑒 𝒸𝑜𝓃𝓉𝒾𝓃𝓊𝑒...

「𝐒𝐄𝐍̃𝐎𝐑 𝐆𝐎𝐎𝐃﹢₁₈」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora