Chatt con un desconocido ✔️ (EDITANDO)

Extra 2/?

N/A Para los que me preguntaron por una personita en varios comentarios ❤️.

Narrador omnisciente.

—¿Qué te pasa?—Le pregunta la chica mirando fijamente a su amigo. Había estado algo nauseabundo en todo el día y eso la tenía bastante preocupada.

—Esto apesta—Pronuncia dándole una calada a su cigarrillo. Las calles parecían desiertas al igual que su interior.

—¿De qué hablas?—La chica trató de entender a su amigo, su tono de voz no le agradaba. Estaba triste, muy triste.

Se lamió el labio inferior y sonrió con amargura—Pensaba que ella era la indicada—Los ojos verdes se clavan en el frío pavimento en cual se encuentran sentados.—Yo creía que ambos habíamos hecho clic.

La chica se ríe. Él se molestó y la miró reprochando—¿Clic?, ¿qué es eso? Se escucha muy cursi, Zayn. Cualquiera pensaría que no eres tú quién lo ha dicho.

—En parte si, no lo soy—Esta vez la chica se gira por completo para estar frente a él. Sus palabras la estaban desconcertando. También le dolía demasiado ver cómo su amigo sufría por una chica que apenas conoce.—Quería empezar una vida nueva, quería dejar todo atrás, olvidarme absolutamente de lo que he pasado y de las personas que he conocido...

—¿Hasta de mi?—Le interrumpió. La pregunta lo había tomado por sorpresa por unos segundos, pero luego sonrió, como era de esperarse, aquella sonrisa no llegó a sus ojos.

—Jamás de ti, eres la única amiga verdadera que tengo—Le dijo. Pero lamentablemente él no sabía que esa respuesta la decepciona. ¿Por qué no la puedo ver como ella lo ve a él?, ¿qué tenía Leila que ella no tuviera?, ¿acaso ella estaba a su lado en momentos críticos?, ¡no!, la respuesta era un simple y rotundo no, ella era la que siempre estaba con él. Lo apoyaba en sus decisiones y lo animaba en sus momentos de soledad y tristeza, como ahora. Ella siempre se quedaba con las sobras, con la tristeza, con el dolor, nunca le tocaba lo bueno de él. ¿Por qué él no lo puede ver así? Esto Er tan injusto.

—Lo sé—Lo único que le quedaba era decir aquello. ¿Qué más podrías responder cuanto te han dejado en la zona de amigos? Absolutamente nada más—¿Por qué Leila es tan especial?—Preguntó tratando de sonar poco interesada en el tema. Lo cual era una inescrutable mentira.

Él suspira dejando escapar el humo por sus fosas nasales—Fue la primera y única persona que me habló. No le importó lo patético que me veía y lo hermosa que se veía ella, éramos polos opuestos en ese momento, y no le importó en absoluto lo que dirían los demás.—La chica apretó sus puños encima de sus piernas para calmarse— También estuve ahí, en su peor momento, la salvé, la ayudé, la vi llorar en mis hombros. Estuve ahí cuando se sentía miserable y te aseguro que fui la persona más feliz del mundo. Solo con saber que la estaba ayudando.—Se ríe— Es tan patético, ¿no lo crees?

—Y sobre todo irónico—Se expresa sonriendo.

—¿Por qué lo crees así?—Se encoge de los hombros.—Bueno, creo que al parecer solo yo sentí el clic.

—¿Podrías explicarme cómo funciona eso?

—Solo sentí que fue amor a primera vista, que todo a nuestro alrededor perdía sentido y que solo existíamos nosotros dos, nadie más.

—Intenso—Se expresó ella mirando el cielo lleno de estrellas. La noche era su favorita, aunque era raro, se sentía segura, era como si nadie pudiese evaluarla o juzgarla ya que, estaba sumergida en completa oscuridad, lejos de la visión de cualquier ser humano.

—¿Sabes qué creo?—Dijo levantándose del suelo, la chica lo imita y éste tira la colilla del cigarrillo al suelo.

—¿Qué es lo que crees?—En su interior estaba rogando que fuera lo que ella creía, que por casualidad de la vida él en ese momento se diera cuenta de que había alguien más que Leila, y ese alguien era ella, tenía que ser ella.

—Creo que llegué muy tarde a una historia que ya había empezado—Tira el cigarrillo restante al suelo dándole un toque más dramático.

—¿Una historia que ya había empezado?

—Si, así como lo escuchas—Siguió diciendo—Cuando llegué a su vida, no había espacio para mi, no había espacio para un amor, ya que su corazón estaba ocupado. Su historia había comenzado, y mi llegada no iba a aportar más que, una simple ayuda.

—Ya entiendo, pero tengo una duda.

—A ver.

—¿Cómo sabes que su corazón está ocupado?

Estira sus brazos y deja escapar un suspiro—Lo supe desde el primer momento, con ese chico. La forma en qué se miraban, Dios, había que ser muy estúpido para no darse cuenta. Estaba claro que ambos sentían una atracción muy fuerte y lamentablemente lo comprobé hoy.

—Hablas de Scott, ¿no?—Pregunta ella—¿No que eran hermanos?—Puso una cara de asco.

—También lo creía, pero como te dije. Hoy lo comprobé—Continúa mientras ambos miraban el cielo—Con todo esta avalancha de sentimientos, solo quería poder olvidarme de todo, aunque no fue así. Fui al lugar menos indicado y a la hora menos indicada, escuchando y viendo la verdad con mis propios ojos.

—Lo lamentó mucho, Zayn—Esa era la verdad, la chica lo lamentaba. Lamentaba tanto no poder hacer que esos sentimientos cambien y lamentaba tanto no tener la valentía suficiente para confesarle todo lo que la aqueja y hiere. Qué difícil es estar enamorado de la persona equivocada.

—¿Por qué?—Él chico aparta la mirada de las estrellas y mira con incertidumbre a su amiga. Era realmente hermosa, su cabello era tan suave y sus ojos brillaban aun más cuando ambos estaban juntos, eso lo había notado Zayn. Su rostro era angelical y siempre mantenía una sonrisa en él, también eso lo había notado, ¡y ni hablar de sus pupilas dilatadas cada vez que lo veía! No habría que ser un genio para ver lo que ella sentía por él, aunque él trataba de fingir que no era así.

—No sé cómo hacer que te sientas mejor—Responde en un susurro. Zayn se acercó a ella y rodeó su brazo por los hombros de ella, lo cual la hizo sobresaltar.

—Siendo tú, me hará sentir mejor—Y eso era totalmente verdad. Cada vez que él se sentía mal, su personalidad era capaz de arreglar al alma más triste.

Aunque aún, tristemente le dolía saber que había llegado tarde a una historia de amor que ya había empezado, una parte de él se alegró de que una apenas podría empezar, siempre y cuando se diera la oportunidad de ver más allá.