Chatt con un desconocido ✔️ (EDITANDO)

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(N/A) : Este capítulo será narrado por tercera persona.

A leer.

En 3...

2...

1...

¡¡Ya!! XD

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Después de ese beso él estaba muy avergonzado por su falta de indiscreción, el rubor en sus mejillas hablaba por si solo, pero de todas formas ella no tenía ni idea de lo que estaba sucediendo. Seguía perpleja por ese gran beso.

—Disculpa. —Comenta él cabizbajo en un tono de voz algo apagado y ella con una sonrisa en sus labios y con un arrepentimiento en su corazón, le mira fijamente. Realmente no lo sentía, deseaba mucho besarla. —No debí. —Siguió diciendo. Cuando todo su cuerpo, su corazón, le gritaba que debía hacerlo, le costaba demasiado llevarle la contraria y aún más, cuando ella le sonreía de esa manera.

—Supongo que fue un impulso, ¿no? —Responde la chica con un tanto de inocencia y el asiente sin creer que la chica ni siquiera se imaginaba lo que en realidad pasaba, aunque ella no se esperaba esa respuesta y aquella sonrisa se borró casi inmediato de sus labios. —Iré a la casa de una amiga.

—Está bien—Respondió éste con una sonrisa que no llegó a sus ojos. Ella salió de su recámara dejándole a él solo ahí, sin esperar ninguna respuesta.

Pero él no sabía que en realidad ella no iba a donde ninguna amiga, ella fue al parque y se sentó en aquella banca en donde ambos se habían sentados, en donde ella se había derrumbado a llorar y en donde se dio cuenta que las cosas no iban a mejorar en su vida.

Ella estaba en el parque sentada en la misma banca sin haberse movido ni un centímetro. Pensado en aquellos sucesos que le pasaron hoy en pocas horas, su día se había convertido en algo bastante intenso.

Él estaba en camino hacia el parque, maldiciéndo por haber sido un patán con Támara, ella solo lo quería con todas sus fuerzas, pero él no sabía cómo quererla. Su mente y su corazón estaba en otra persona y por desgracia solo se va a quedar allí, porque es un sueño que jamás dejará de serlo. Ella estaba cabizbaja y sin poder olvidar ese beso, ese beso le había transmitido una descarga enorme de electricidad por todo su cuerpo y no podía olvidarle así de fácil.

El caminaba a pasos rápidos fijando su vista al frente mientras pateaba una lata que había encontrado unas esquinas antes. Ella levanta la cabeza al escuchar ese ruido mientras abría los labios levemente. El al verle se frena mientras una sonrisa se forma en todo su rostro. Ella lo mira y eleva una ceja, se veía tan hermosa cuando hacía eso. Pensaba él.

—Sabía que querías tener un negocio de Avon conmigo—Él le dice sentándose en la misma banca con aires de grandeza que a ella tanto le molestaba, ella se levanta y se dirige a la banca de al lado, él suspira frustrado.

—¿Qué te hace pensar eso? —Apestó con enojo. Ella sencillamente odiaba su presencia y él solo la hacía enojar y nada más. No estaba con humor para soportarlo.

—Me estabas acosando, creo que es suficiente razón, ¿no crees? —Él le responde con aires de superioridad, y eso que a ella le molesta tanto aun más que su presencia. —Si quieres te puedes acercar, no tengo una enfermedad mortal—Él dice y en su voz se notaba de lejos la tristeza. Ella se levanta de aquel asiento y se sienta a su lado, dejando algunos centímetros de distancia.

—¿Tienes algo, idiota? —Ella pregunta con curiosidad, quería saber que le pasaba. Estaba actuando muy extraño.

—¿Soy tu idiota? —Él murmura y es tan poco audible, que ella no pudo escuchar ni entender.