15✔️✔️

5.1K 269 16
                                    

Al terminar de hablar con Luis, dejé mi celular en la mesita de noche y decido darme una refrescante ducha que tardó algunos 10 minutos, mi cuerpo lo agradeció de inmediato, luego de ella, estuve mucho más relajada y ligeramente optimista, me molestaba lo que había hecho mi mejor amigo, pero, por otro lado, me sentía demasiado tonta, la situación en la que me encontraba era demasiado surreal. Cuando salí de mi baño, opté por ponerme unos jeans azules y una camisa de mezclilla con unos converse del mismo color que mi camisa. Peino mi cabello en una coleta alta y me miro al espejo apreciando los resultados. No estaba para nada mal. Al terminar de cambiarme escucho que tocan el timbre.

Qué rápido.

Bajo al primer nivel y sin perder tiempo me dirijo a la entrada, abro la puerta principal encontrándome con Luis. Vestía unos vaqueros con una camisa de cuadros y unos tenis. Su cabello estaba bien peinado, como siempre, no era novedad. Parecía que había corrido un maratón para llegar hasta aquí, ya que se veía algo sudado.

Querido Luisito tenemos mucho de que hablar.

—¿Puedo pasar? —Pregunta él con el ceño fruncido y me aparto de la puerta para que así lo haga—.

—Hablemos en mi recámara— dije cerrando la puerta principal y empiezo a caminar. Luis me sigue en completo silencio, lo noto algo incómodo, pero decido obviar eso, lo más probable era que se sentía avergonzado por la situación tan bochornosa en la que, él nos había puesto. Llegamos y en seguida abro la puerta para que él entre primero y yo después de él—.

—¡Vamos! Di lo que quieras decirme, enana. —Dice Luis sentándose en mi cama cruzando los brazos. — Pero debes recordar que mentí por ti. Porque te quiero. —Me señala con el dedo índice. Ruedo los ojos, a veces me irritaba con demasiada facilidad.

—¿Por qué le dijiste a mi madre que somos novios? —Pregunté, aunque ya él me hubiese dado un porqué, no creíble, pero lo había dado. En todo caso, ¡joder!, me molestaba. De tantas mentiras que hubiese podido decir, eligió esa. Se supone que es mi mejor amigo, debería de conocerme a la perfección y saber que, no me gustaba la idea de que le haya mentido a mi madre de tal manera. Además, podría ser demasiado atosigante, y no estaba preparada para responder cada unas de las preguntas que surjan en su interior.

—No hubo opción—Expresa encogiéndose de los hombros y yo cruzo mis manos en mi pecho—¿Qué querías que le dijera?, Señora Laura, a su hija le han regalado un peluche gigante, lo mejor de todo es que era un total desconocido y yo la ayudé a ser creer que fui yo quien se lo obsequió y no obstante a eso, Leila no tiene ni puta idea de quién es y tampoco sabe algo de él. —Miro de reojo al peluche. Me sentía exasperada por el tono en el que se había expresado. No entendía porqué estaba molesto, en todo caso, yo era quien debe estarlo.

—No, sí sé algo de él—Repliqué un poco enojada.

—¿Cómo qué? —Responde mi mejor amigo en un tono frío. No quería pelear con él, pero me sentía tan enojada que él tuviera razón, no es orgullo, es simplemente que hubiese dicho cualquier mentira menos esa y mi madre le creería. Creo que, si es por orgullo, saber que él tiene la razón, me fastidiaba muchísimo. Una parte dentro de mí, quería demostrarle que sí lo conocía, quizás una mentira bien estructurada, en donde demuestre que sí lo conocía, pero por más que le daba mente a la situación, no tenía nada.

—Él está en la escuela—escupí de mala gana, lo único que se me pudo ocurrir sin tener que mentirle. Luis bufa molesto, no parecía estar a gusto con nada de lo que le dijera, eso al contrario, aumentaba su furia—.

—Seguro te mintió—Expresa un poco subido de tono, un poco, no, muy subido de tono, haciendo que perdiera la poca paciencia que tenía—.

—Él me vió en la escuela, ¡contigo! —Lo señalo. Tratando de buscar desesperadamente que se resigne, y que me diera la razón—y los demás—Exclamé en su mismo tono. Por suerte, estábamos solos, no deseaba que mi madre escuchara nuestra discusión o se daría cuenta de la farsa.

—Pudo haberte seguido, ¡por amor Dios, Leila! —Continúa diciendo, mientras se levantaba de la cama, caminó hacia mi colocándose frente a frente, tuve que mirarle hacia arriba para verle a la cara. Maldije mi tamaño, me hacía ver tan inferior a él. ¿No te das cuenta que puede ser algún secuestrador o algo muchísimo peor?

—Él no lo es. —Dije en un susurro, pero no con la suficiente seguridad como para que Luis me creyera. Sinceramente, no me creía demasiado lo que acababa de decir, pero algo muy dentro, me gritaba que no era una mala persona, y eso era suficiente como para defenderlo. Él toma mi rostro con sus manos, me mira fijamente y guarda silencio—Luis...—Susurré. En sus ojos se podía notar la decepción y un brillo inexplicable.

—Tengo miedo de que te suceda algo malo y pensar que fue mi culpa, porque en cierta forma lo supuse y no hice nada para detener esta locura—Manifiesta con la voz entrecortada y sus ojos azules se clavan en los míos, no podía describir con la intensidad que me estaba mirando, nunca me había visto de esa manera, y eso me confundía—.

—No seas melodramático—Declaro tragando en seco por nuestra cercanía. Tenerlo así me ponía muy nerviosa, y eso no estaba bien.

—No lo soy, solo que me preocupo por ti, demasiado diría yo. Pero parece no importarte. —Manifiesta acercándose a mis labios y me separo de inmediato. Él cerró los ojos y dejó escapar un largo suspiro. No puedo creer lo que estaba a punto de pasar. —Hay algo que no entiendo.

—¿Qué cosa?

—¿Por qué te molesta tanto que le haya dicho eso a tu madre? —Comenta y en su tono de voz, pude sentir la tristeza en él —¿Tan malo es ser mi novia? —Ese comentario me tomó por sorpresa. No sabía qué decir, la verdad no tenía nada de malo, pero solo lo veía como un amigo, casi como un hermano y nada más que eso. Por eso, me parecía absurda la idea de que alguien nos viera como parejas, era demasiado cercana a él y, si tuviera que darle mi riñón, lo haría sin dudar, porque realmente lo amaba, genuinamente, como se podía amar a un hermano.

—Es mejor que te vayas—Le dije de forma tajante y él solo asiente. No me gustaba a donde se redirigía la conversación y no deseaba herirlo. Le doy la espalda suspirando y siento como se acerca a mi para susurrarme al oído.

—Hasta luego, pero esto no acaba aquí. Necesito respuestas. —Dicho eso se aleja y se va. Dejé escapar un suspiro de alivio y me lanzo a la cama, eran demasiadas emociones para un día—.

Mi mejor amigo trató de besarme.

No es que sea una exagerada, pero deben entenderme un poco, nos conocemos desde que tengo memoria, lo he querido como un hermano, pero al parecer no era un sentimiento mutuo. Él y yo tenemos mucho en común, el mismo color de pelo y ojos, el mismo color favorito, entre otras cosas más. Siempre me ha cuidado y protegido como si fuese su hermana menor. Nunca me ha abandonado y siempre ha estado conmigo en las buenas y en las malas, a pesar de todo.

En este momento quiero hablar con alguien. Por mi culpa se ha sentido mal. Le he dejado a entender que es realmente malo ser su novia, pero no fue mi intención ó eso creo.

Joder, ¿por qué todo tiene que ser tan difícil?

Nota De La Autora:
HOLAAA, estaré subiendo nuevamente los capítulos editados...

Chatt con un desconocido ✔️ (EDITANDO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora