c a t o r c e

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Manos frías trazan patrones sobre mi vientre y me retuerzo por debajo de las mantas, después me quejo y aparto las manos de Niall que luchan por impedirme dormir más tiempo.

—Niall. —me quejo entre dientes y llevo mi cara contra la almohada. Pronto sus labios se posan en el hueco que mi cuello forma y lo siento sonreír contra mi piel cuando nota que finalmente voy a ceder a sus encantadores intentos de despertarme.

Demonios, él sabe qué hacer.

—Vamos Maiah, odio ser yo quien te diga esto... pero tienes que ir a la universidad. —murmura contra mi oído con una voz profunda.

Me quejo y me giro en la cama de una vez por todas, entrecerrando mis ojos al momento de abrirlos debido a la gran claridad de la habitación. Guau, hacía mucho que no dormía tanto. Niall me sonríe y besa mis labios cuando intento desperezarme.

—Quisiera tenerte aquí todos los días... de esta manera... después de haberla pasado tan bien anoche. —expresa, posando una de sus manos encima de mi vientre. Le sonrío.

—Vivo contigo, Niall. —le recuerdo y él pone los ojos en blanco.

—Yo intento ser romántico y lo arruinas... bien hecho. —contraataca.

Suelto una risita y me siento sobre la cama, después alcanzo con lentitud mi teléfono de encima de la mesita de noche y miro la hora en él: 8:57 de la mañana. Escucho a Niall carraspear, intentando llama mi atención.

—Imagino que no vas a ir a la universidad... y yo puedo tomarme el día libre. Y, sé que hay algo que quieres hacer, así que... ¿Por qué no te vistes mientras te preparo el desayuno? —ofrece gentilmente y suelto un suspiro.

— ¿Tan notorio es? —pregunto, refiriéndome al hecho de que me encuentro más interesada que nada por descubrir la verdad.

—Nena, hablabas de ello entre sueños. —confiesa y tengo que bajar un poco la mirada, avergonzada. No recuerdo cuánto tiempo pasó desde la última vez que hablé mientras dormía. Los dedos de Niall alcanzan mi barbilla y la eleva, después me da un beso rápido y me regala una pequeña sonrisa torcida. Es entonces cuando me doy cuenta que está completamente vestido y su cabello está húmedo. —No te preocupes, voy a ayudarte a saberlo todo... y si eso implica que yo debo dejar mi empleo por ello... bueno, valdrá la pena. ¿No lo crees?

— ¿Por qué tendrías que dejar tu empleo? —cuestiono frunciendo ligeramente el ceño.

—Toma una ducha, después de desayunar me encargaré de hacerte saber todo lo que necesitas, ¿de acuerdo?

Bien. Es lo más lejos que ido desde que comencé a tratar de desenmarañar todo el asunto, así que asiento y le doy una sonrisa pequeña antes de que Niall vuelva a besarme y abandone la habitación.

¿A qué se debe toda esta disposición de su parte y de manera tan repentina?

Tal vez deberías dejar de cuestionarte todo lo que sucede a tu alrededor y comenzar a aprovechar los momentos. Me regaño mentalmente.

Quizá eso es lo mejor que podría hacer.


(...)


Niall toma mi mano en una oportunidad mientras conduce. Yo pensé que las respuestas a todas mis preguntas podrían obtenerse en casa y no creí que fuera necesario salir casi de incognito a otro lugar. ¿Por qué? No lo sé, pero prefiero mantenerme en silencio y hablar de cosas inútiles que no me lleven a confesar el porqué de mi loca maniobra con el automóvil de Niall el día de ayer...

Brave | niall horanΌπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα