Cuando los ángeles se vuelven diablos. [Gakuen Alice]

Un buen comienzo

La normalidad regresó finalmente a la academia, aunque... ¿Qué es lo que podríamos considerar normalidad? Empezando por los alumnos que tenían poderes especiales como los superhéroes de cómics.

Como todos los días, la clase E era un desastre, donde cada quien estaba en sus mundos, en espera de que acabara esa primera hora del lunes, es decir, la hora de Narumi. Al verlo llegar, supieron inmediatamente que tenían noticias nuevas.

—¡Good morning! —saludó, consiguiendo que el escándalo se calmara un poco, no es como si la clase quisiera aparentar mucho con ese profesor en particular, todos ya los conocían y cómo eran realmente la mayor parte del tiempo.

—¿Ahora qué pasa? —preguntó Yami, sin querer más rodeos.

—Sólo quería contarles sobre la llegada de una nueva compañera —anunció, sorprendiendo un poco al grupo.

—¡¿Más?! —preguntó Koko—. Recientemente llegó Johnson, ¿de dónde es que sale tanta gente y por qué tan seguidos unos de otros?

—No tengo respuesta, pero lo que sí tengo es a:

—¡Mí! —Abriendo la puerta de una patada, una joven de larga cabellera azul ingresó al salón, exaltando a todo el grupo.

Wow, ni siquiera Yami tuvo una entrada tan violenta y eso es sorprendente pensándolo ahora.

—¡Un gusto, amigos, Kobato Hatsune entrando a sus vidas! —Se presentó la chica de brillantes ojos rojos, vestida con el uniforme de secundaria, bastante ordenado, y cuyo cabello era adornado por un pasador en forma de X color rosa, además de algunos aretes en sus orejas, dos en la izquierda y tres en la derecha.

—Tiene un aire... —La clase parecía un poco consternada por la energía caótica que desprendía la joven, aunque no estaban seguros si era en un mal sentido. Todo dependería de sí en las próximas dos horas se orquestaba una lucha contra Mikan o Taiyo.

—Ella de hoy en adelante será su compañera de clases, ¿tienen alguna pregunta hacia su compañera? —Un poco dudosos, casi toda la clase levantó la mano, queriendo averiguar algo del nuevo espécimen—. ¿Sumire?

—Primero, ¿cuál es tú alice?

—Viento —respondió sin más, levantando un dedo para producir una fuerte ventisca que hizo volar libretas y lapiceros, así como desarreglar a todos sus compañeros.

—Gracias, no era necesaria la demostración —murmuró la de rizos con cierta molestia, no era para menos, el trabajo de cepillarse el cabello no era tan fácil cuando tu apodo es Permy.

—¿Otra pregunta? —preguntó Narumi, intentando arreglarse el pelo—. ¿Kitsuneme?

—¿Son necesarios los controladores? —dudó, sin comprender cómo es que todos sus compañeros nuevos parecían venir llenos de accesorios hasta por los codos.

—¿Has visto Tag? —respondió Kobato con otra pregunta, confundiendo un poco a sus compañeros—. No importa, lo importante aquí es que, respondiendo a tu pregunta, la razón por la que la academia considera que necesito llevar todos estos controladores... ¡Es un misterio que necesita ser resuelto! —Y con todo ese desperdicio de palabras, la chica mostró una amplia sonrisa, dejando al chico algo confundido y perdido.

—Kokoroyomi —animó Narumi.

—¿Por qué tus pensamientos están tan desordenados?

—¿Por qué sus pensamientos están ordenados? —contradijo, apuntándoles.

—Está chica me va a volver loca. —Suspiró Sumire.

—Si es que no estamos ya todos locos —contradijo Kitsune.