Shatan

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La brisa de invierno arrulla suavemente las ramas desnudas de los árboles, que apenas se mueven ante el débil movimiento. La vida en la academia continúa.

Una semana había transcurrido desde los eventos de año nuevo, por lo que en ese punto, ya todo mundo estaba de vuelta en sus clases, incluyendo al pequeño Youichi, que volvía con su grupo con un nuevo "alice" adquirido, para curiosidad de sus compañeros, que le rogaban por una demostración.

Todo su guardarropas tuvo que ser reemplazado por nuevas prendas que crecieran de tamaño junto con él, porque sería complicado poder practicar su nueva habilidad completamente desnudo.

La mayor parte de esos días había tenido a su hermana con él, por lo que la experiencia no fue tan aterradora como se podría pensar, teniendo que permanecer días enteros en un laboratorio de investigación, mientras experimentaban con él. Siendo sinceros, ella era la que parecía angustiada en las pruebas, Youichi se mantuvo bastante sereno en ese aspecto.

Fuera de eso, todo volvía a su "normalidad".

—Lo que más voy a extrañar de estos días... Es nuestra cafetera —aseguró Natsuki, que en sus manos tenía una caliente y recién hecha taza de café, al igual que la mayoría.

—Podemos traer un carrito de helados para la primavera —propuso Mikan.

—¡Yo no puedo comer helado! —reclamó Natsuki con un puchero.

—¿Tampoco de chocolate? —sugirió Ruka.

—Prefiero no arriesgarme a tener un nuevo ataque —balbuceó.

—Mejor, no tenemos ganas de perseguirte por todo el salón —asintió Natsume, recibiendo el bellísimo dedo de en medio de Natsuki.

Las clases E y D mantenían su rutina habitual, aquel lunes a primera hora, sin que ninguno de ellos se imaginara lo que estaba a punto de ocurrir.

—Buenos días, niños —saludó Narumi, ingresando al aula con una amplia sonrisa.

—¿Cuál es el anuncio de hoy? —preguntó Kitsune, que regresaba flotando a su asiento.

—¿Ven que les había dicho que pronto tendremos una nueva profesora de artes? Bueno, me tocó darle el recorrido por la escuela y quería aprovechar para presentarla con ustedes antes que con cualquier otro grupo —explicó, captando la atención de todos.

Si bien habían tenido varios alumnos nuevos el año pasado, más de lo normal... La llegada de un nuevo docente no era tan habitual, así que sí, causaba cierta intriga.

—Por favor, todos denle una cálida bienvenida a...

Una alta figura ingresó al aula, caminando con pasos tranquilos hasta quedar a lado de Narumi, justo enfrente de la pizarra.

El salón entero se exaltó cuando la taza en las manos de Natsuki —que cayó y rebotó en sus piernas, y luego se estampó contra el piso— se rompió en varios pedazos.

—¡Ito! ¡¿Estás bien?! —preguntó Ruka, pues todo el líquido caliente había caído en el regazo de la chica. Ella no parecía reaccionar ante aquel ardor.

—¡Natsuki! —Narumi se apresuró hacia la chica, igual de preocupado que Ruka y otros alumnos de la clase. No dudo en quitarse su suéter para tratar de limpiarla.

—Oh, querida. ¿No te duele? —La voz de la dama sonaba encantadora y elegante, todo en ella daba esa vibra, lucía sorprendida por lo ocurrido.

Largo y oscuro cabello negro, ondulado y amarrado en un moño alto; encantadores y pequeños ojos de color marrón rojizo; piel bronceada y bien cuidada; y un encantador vestido oscuro acompañado de una chaqueta tinto con toques dorados.

Cuando los ángeles se vuelven diablos. [Gakuen Alice]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora