Emocional

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—Ah, yo que tenía planeado dormir todo el día —suspiró la pequeña Natsuki, que se encontraba paseando alrededor del festival junto a Ruka, Natsume y Mikan.

—Lo... lo siento —murmuró el rubio, sintiéndose un poco culpable, aunque ella negó con su cabeza.

—No tienes porqué, soy tu premio después de todo y, aunque no fuese el caso, esa perra me hubiese obligado a salir —explicó, apuntando a la castaña, quien le miró ofendida—. En dado caso, ¿por qué tú eres la esclava del Pervertidiota?

—No quiero hablar del tema —dijeron ambos con una sincronización perfecta que descolocó al otro par.

Antes de que pudieran decir nada, Mikan empezó a correr por los alrededores con una expresión emocionada y curiosa—. Wau, son tantas cosas —canturreó, observando los varios puestos de habilidad técnica—. ¿Creen que nos encontraremos con Hotaru?

—Es posible, ella por sí sola suele abarcar mucho el mercado —contó Ruka, dándole de comer a su conejo algunas cosas que anteriormente compró para él.

—¡Esa es mi Hotaru!

—Hablas de ella con demasiada confianza —señaló el de ojos carmín.

—La conocí antes de que entrara a la academia, es normal.

—¿En serio? —Ruka también pareció interesado en ese detalle. A pesar de que Hotaru se había convertido en la vicepresidenta de la clase poco después de su llegada, no sabían mucho sobre ella, sólo su pasión por inventar cosas, la comida marina y el dinero.

—El abuelo de Mikan vive en Kansai, igual que Hotaru —aclaró Natsuki.

—¿Abuelo? —De verdad que el árbol genealógico de esas chicas era muy confuso.

—Um... es mi abuelo adoptivo... debería comunicarme con él pronto, debe estar preocupado por Nana —dijo para sí misma.

—¿Qué hay de Ito? ¿También tuviste familia adoptiva?

—No, mi única familia es You —afirmó con seriedad; eso fue suficiente para que dejaran el tema de lado por esta ocasión.

Avanzaron hasta llegar a la zona designada de la inventora Imai Hotaru, ella en esos momentos estaba pilotando un increíble avión con forma de cigüeña, dando una espectacular función al grupo de alumnos, fans y patrocinadores, todos emocionados con la demostración de talento de la joven.

—¡Hotaru es tan genial! —chilló Mikan emocionada, quizás un poco más que los propios fans de la inventora.

—Sakura de verdad la estima.

—Mikan es el tipo de persona que celebra los logros de sus amigos, quizás un poco exagerado —afirmó la pelinegra, intentando alejarse de la castaña para que no les asocien de ningún modo.

Siguieron admirando el espectáculo hasta el final. Mikan no perdió tiempo, corrió hacia su amiga extendiendo los brazos para poder abrazarla.

—Ah, eras tú —mencionó la de ojos violetas observando a Mikan, tirada en el piso luego de haber sido golpeada por su pata de caballo; había pensado que era alguno de sus bobos fans, pero no se notaba culpable por haber cometido ese error—. Y ustedes.

Los otros tres sólo miraban a la herida chica, dos con una mirada condescendiente y algo despectiva y el tercero con pena.

—Todo parece ir bien por estos lares —menciona Natsuki, admirando la avioneta.

—Sí, espero que pronto aparezcan las ofertas —respondió palmeando la máquina con una sonrisa y un gran espíritu capitalista—. ¡Esclavo!

—Aquí, aquí —Ahora en escena tenemos al pobre de Tsubasa, vestido con traje de mayordomo y cargando una bandeja donde llevaba un refresco y un plato con nueces.

Cuando los ángeles se vuelven diablos. [Gakuen Alice]Where stories live. Discover now