Locura total

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Hace algunas horas la noche se había hecho presente, ese día había luna nueva así que lo único que iluminaba aquel manto oscuro sobre sus cabezas eran las brillantes estrellas. Ese tipo de escenas que sólo eres capaz de ver en el campo, lejos de toda la contaminación lumínica, Natsuki se preguntaba la razón de ello, ¿por qué hoy el cielo nocturno le parecía tan bonito?

¿Era porque por primera vez en un largo tiempo estaba fuera de la academia sin necesidad de una misión? ¿O era uno de los efectos secundarios de empezar a llevar una vida relativamente normal? Quién lo sabrá.

Su conversación anterior con Mikan le había dejado un pequeño sabor amargo en la boca, era consciente de que la castaña estaba preocupada, incluso si era ilógico e innecesario; pero no podía ir en contra de su naturaleza, Está en ella ser parte de la profunda oscuridad, de las tinieblas, de todo lo que no toca la luz. Era como una estrella apagada, que simplemente estaba destinada a ser parte del olvido.

—¿Ya tuviste suficiente? Deberíamos ir regresando —habló al aire, sin recibir una respuesta. Obvio, después de todo está sola...

¿No?

Por su parte, cerca de la entrada en la academia se hallaban dos jóvenes que esperaban con paciencia el regreso de aquel ángel oscuro; uno de ellos estaba tirado en el pasto boca arriba, con los brazos cruzados bajo su cabeza, el otro estaba recostado en un árbol con los brazos escondidos tras su espalda.

. . .

Locura total.

Ese nombre... me pregunto qué pasó exactamente.. la verdad, sólo conozco la historia en pequeños rasgos.

En su espera, Shin se debatía y preguntaba muchas cosas, con su mente hecha un lío y sus pensamientos confusos. Aunque sus ganas de ayudar no habían flaqueado, no estaba seguro de qué enfoque debería tener en esa situación, ni siquiera sabe la razón por la que se cambió de bando, siendo objetivos, ambos están igual de podridos y corrompidos.

—Está cerca —anunció Jin, aún recostado y con los ojos cerrados.

Sin decir nada, Shin simplemente miró fijamente a uno de los muros de la academia, donde poco después apareció la joven con una expresión cansada, su mirada estaba apagada y su uniforme manchado de sangre, al igual que su cabello y un poco de su rostro.

—¿Qué tal la misión? —cuestionó el de ojos bicolor aún en su posición.

—Cállate —ordenó la otra, chasqueando la lengua—. ¿Necesitan algo de mí?

—Algo así, queremos proponerte algo. —Shin tomó la palabra esta vez, su rostro también parecía haberse bañado en seriedad, llamando la atención de la joven.

—Entiendo, venga, quiero darme un baño —indicó, avanzando al edificio de habitaciones—. Por cierto, esto es secreto, nadie más que nosotros lo debe saber.

—Como ordenes.

. . .

El mañana finalmente llega, dejando atrás la oscuridad de la noche, un nuevo y emocionante día les espera a los estudiantes de la academia quienes aún celebran el festival cultural. Todo parece risas y diversión, al menos para la mayoría de los alumnos.

Mikan sólo observaba a Natsuki dormir toda desparramada en la cama, con su cabeza mal acomodada en la almohada, una pierna bajo la sábana y la otra colgando de un extremo de la cama, con su cabello desparramado y un brazo encima de su estómago.

—Natsuki —llamó, sin poder evitar mirarla sin esperanzas.

—Cinco.... horas más —balbuceó la joven, al parecer y por su expresión, estaba soñando algo bueno.

Cuando los ángeles se vuelven diablos. [Gakuen Alice]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt