Mal presentimiento. Parte II.

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Como ya era costumbre, Elizabeth se encontraba en la sala de artes de la sección secundaria. Cuando trabajaba asuntos de X, prefería retirarse a alguna sala vacía, ¿qué mejor que el salón de la materia que supuestamente impartía?

Sus ojos se apartaron por breves segundos del informe que realizaba, para fijarse en Sergio y Karen, que habían sido llamados por ella hace unos momentos.

—Como sabrán, estamos orquestando el plan X-090412 —Empezó a decir Elizabeth, sin dejar de teclear cosas en su laptop—. Es indispensable que todo esté preparado para ese momento, por lo que te mandaremos estos días a X —advirtió, señalando al chico.

—¿No será sospechosa mi desaparición?

—Eso es lo de menos, de todos modos ya están en la mira y no dudo que yo también lo esté.

—Entiendo.

—Necesito que seas lo más productivo que puedas, de eso depende nuestra victoria... y, claro, la seguridad de los privilegiados.

Sergio no hizo ni una mueca al oír sus palabras maliciosas, aunque por dentro quisiera retorcerle el cuello con sus propias manos. Cuando Elizabeth hablaba de "privilegiados" se refería a los Johnson, la única razón por la que seguía en esa organización de porquería.

—Entiendo.

Sólo un poco más, hasta que ellos procedan con su plan de largarse de Japón, sólo un poco más.

¿Por qué no se han ido...? Espero que no sea por la razón que creo que es, porque de ser el caso, voy jodido —pensó, adquiriendo una expresión sombría.

—Lo mejor es que te vayas está noche, escuche que nuestra ángel nocturna tiene una misión en la madrugada. Debemos aprovechar el momento en que cruce la barrera para sacarte y que no se den cuenta.

—Entiendo.

Elizabeth suspiró, cansada de oírle decir lo mismo todo el tiempo como un maldito robot. Pero bueno, al menos estaba siendo complaciente, eso facilita las cosas para todos.

—Ve a alistar todo, te veo a las doce en el bosque sur, y ahórrate el "entiendo", sólo vete —ordenó, haciendo señas despectivas con su mano para que se fuera.

Sergio se tentó a decir "Entendido" sólo para molestarla, pero ni siquiera tenía energía para perder el tiempo con niñerías. Tenía demasiado sueño.

—Como siempre, es un juego en el que ambos bandos perdemos algo, me pregunto quiénes van a perder más, ¿nosotros o ellos? —La situación parecía ser divertida para Elizabeth, a pesar de la consideración de un posible fallo.

—¿No sería más efectivo sólo tomarlos por sorpresa? —inquirió Karen, que seguía luciendo un rostro frustrado y malhumorado.

—Sí... bueno, trataron de tomar por sorpresa a nuestra querida rosa, pero B le avisó a tiempo. —Su fría sonrisa hizo a Karen temblar, sabía que en sus ojos había reproche—. Aún así, hay algo extraño con ese niño.

—¿Niño?

Nogi también pareció saber lo que iba a pasar. —Elizabeth conservó estas palabras para sí misma—. Pero tengo entendido que él no tiene un segundo alice... Aunque no me sorprendería que lo mantuviera oculto.

Cerró sus ojos por un segundo, intentando recordar algún momento en el que Ruka hiciera alusión a tener o poseer un segundo alice.

O quizás... Si ese fuese el caso, podría ser interesante. Jamás pensé que aquello pudiese traer tales consecuencias. —Al parecer, había llegado a una posible respuesta—. ¿Qué opinas de Nogi Ruka? —preguntó a su subordinada, que levantó con pereza su mirada del papel con las instrucciones.

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⏰ Last updated: Feb 07 ⏰

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Cuando los ángeles se vuelven diablos. [Gakuen Alice]Where stories live. Discover now