Mal presentimiento. Parte I

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—¡¿Qué demonios pensaban?!

Shiro miró con irritación al profesor que acababa de gritarles, sin embargo no respondió cómo hubiese querido hacerlo. Mikan, por otro lado, lucía avergonzada.

Lo ocurrido en el festival fue demasiado para todos, no sólo por el evidente riesgo a los alumnos, sino por la revelación del alice de Shiro y Mikan.

Habían escuchado gritos y regaños por media hora y el chico estaba a nada de congelar toda la sala de profesores, incluyéndose a él, Mikan y Natsuki, quien les acompañaba en ese campo de batalla.

Una vez los profesores se cansaron, Natsuki pudo comenzar su defensa.

—Si Mikan no hubiese usado su alice, Shiro se habría congelado hasta morir —replicó, tratando de dar a entender lo mal que estaría que insinuaran que era más importante el secreto que la vida de su amigo. No hubo objeción sobre eso.

—¡¿Y qué dicen del hecho de que Nogi e Imai supieran sobre el alice del joven Okami?! —Los tres compartieron una rápida mirada, de algún modo sabían que ese secreto sería revelado tarde o temprano, pero esperaban que fuera más tarde que temprano.

—¿Por qué asumen que ellos lo sabían? —Natsuki fingió demencia.

—¿Por qué el señor Nogi usaría su alice de feromonas animales en el señor Okami? Y está claro que todo fue plan de la señorita Imai.

Mikan contempló con nervios hacia Shiro, lo que menos quería era que los chicos se metieran en problemas por todo ese asunto.

—Agh... Ruka-pyon no usó su alice en Shiro —alega para extrañeza de los otros—. Sólo quería darle ánimos.

¡¿Esa es tu excusa?! —pensó el resto, incluyendo a Mikan y Shiro, que esperaban una contra respuesta más inteligente.

—Ustedes no lo saben, pero... —Natsuki volteó un segundo hacia Shiro, que abrió sus ojos con horror, empezando a negar.

—¡No te atrevas a...!

—¡Shiro en realidad está enamorado de Ruka-pyon! —gritó de pronto, haciendo que todos los presentes se quedaran de piedra.

—¿Qué...?

—¡No! Por favor, entiéndanlo. No es que a Shiro le guste Ruka-pyon por su propia voluntad. —Siguió diciendo, actuando extrañamente dramática—. Es por culpa de sus alice. Mi pobre lobito no puede evitar sentir atracción por las feromonas de Ruka-pyon y hace un tiempo hubo una situación en la que ellos dos...

—¡Basta! —interrumpió un profesor, luciendo avergonzado por las palabras de la chica. Por otro lado, Mikan miraba a Shiro como si hubiese descubierto algo nuevo de él, mientras que este, en cambio, quería tirarse por la ventana y llevarse consigo a Natsuki.

—En todo caso. —Natsuki aprovechó ese momento de inestabilidad para cambiar de tema—. ¿Qué hay sobre Daishi? —El consejo la miró con dudas—. Está claro que ella debería ser el foco de sospechas en todo esto, ¿por qué están perdiendo el tiempo con esto en lugar de investigarla?

—Ya... está bajo investigación, pero no hemos podido determinar nada —murmuró otro de los presentes, evitando su expresión reprochadora.

—Suena todo a excusas... —murmuró—. Escuchen, ya no hay nada que se pueda hacer, todos saben ahora que Mikan y Shiro tienen un segundo alice. ¿No creen que es mejor centrar la atención en Karen Daishi y en cómo es la más sospechosa de los incidentes?

—Incluso así, los alumnos de último año no dejarán de hacer preguntas...

—Ese es su trabajo —replicó Shiro, comprensiblemente irritado—. Hacemos lo que podemos con sus restricciones, hemos salvado su trasero y el de sus "preciados" estudiantes, pero sólo escucho berridos.

Cuando los ángeles se vuelven diablos. [Gakuen Alice]Where stories live. Discover now